Bodega Cruzat está en un momento clave: nacida como la primera bodega dedicada únicamente a la elaboración de espumantes bajo método tradicional, en este 2019 están cumpliendo 15 años de historia.

Concebida bajo la tutela de Pedro Rosell, uno de los referentes indiscutidos en el mundo de los espumantes, la bodega ahora está presentando una etiqueta única en su tipo para la vitivinicultura argentina: un millésime 2006.

Se trata de un blanc de noir elaborado a partir de uvas Pinot Noir procedentes del Valle de Uco que demandó 13 años de trabajo y espera.

Se trata de una partida especial de apenas 3.500 botellas y que llegan al mercado a un precio sugerido de $2.300.

"Siempre es un desafío mostrar productos nuevos de alta gama y escuchar el feedback de nuestros consumidores, sobre un producto de excelencia y que quiere competir con los mejores vinos espumosos del mundo. El contexto económico nos muestra algunas complejidades pero también oportunidades, ya que podemos llegar a clientes acostumbrados a productos de alta calidad, a precios muy razonables en la categoría", apunta Andrés Heiremans, gerente general de Cruzat.

El propio directivo reconoce que el mercado "se vuelve cada vez más complejo por la cantidad de competidores, pero también más interesante, ya que los consumidores se han vuelto conocedores y las bodegas hacen mejores vinos".

Según Heiremans, "el volumen ha caído en los últimos tres años hasta niveles de hace más de 10 años atrás. Esta caída es fuerte en la base de la pirámide, no afectando tanto a los vinos de mayor precio. Esto está en línea con la tendencia del mercado a la premiumización del consumo".

El gerente general de Cruzat asegura ser "muy optimista en cuanto al desarrollo de la categoría de espumantes de alta gama producidos con método tradicional. El consumidor se vuelve cada año más entendedor y valora la gran diferencia de calidad de estos vinos, entendiendo que pueden ser consumidos en múltiples ocasiones, como junto a las comidas, aperitivos, bajativos y ocasiones festivas entre otros".

"De esta manera, veremos año a año un aumento en el consumo de este segmento, con productos muy competitivos a nivel mundial", plantea.

Una de las claves del posicionamiento de la bodega, agrega Heiremans, pasa por el desarrollo de espumantes más y más enfocados en la calidad. Así es como están avanzando en el camino de comunicar el terroir, un terreno no tan explorado por las bodegas argentinas en esta categoría.

De hecho, el año pasado, la bodega lanzó Cruzat Single Vineyard Finca la Dama, un 100% Chardonnay que proviene de un viñedo de Vista Flores, en Valle de Uco, donde el suelo muestra un perfil con mucho contenido calcáreo y de canto rodado.

"El desarrollo de vinos espumosos de terroir es una prioridad para Cruzat. Desde hace años que diferenciamos nuestras líneas Cuvée y Premier por origen de las uvas y trabajamos en la selección de terroir extraordinarios para hacer vinos que reflejen la personalidad de su origen. Durante el 2020 veremos un nuevo Single Vineyard de Cruzat en el mercado y en los años siguientes seguiremos este desarrollo", anticipó el directivo.

Y en cuanto a la imagen actual de los espumantes argentinos en el mundo, al preguntársele por la construcción de una identidad, Heiremans afirma que "estamos intentando darle una identidad a los espumantes argentinos pero, por el momento, es muy incipiente. Hay países en la región donde se ha logrado un buen posicionamiento de calidad y marca como Chile, Brasil y otros en Sudamérica. Sin embargo, hay un gran trabajo a hacer en el resto del mundo para que podamos mostrar la excelente calidad de los espumosos argentinos.