Dónde queda el supermercado en el que todo se paga en gramos de oro
Las reservas de oro de un país como Venezuela, están directamente influenciadas por la existencia de zonas mineras ricas en este recurso. Los países que tienen importantes yacimientos de oro pueden extraerlo y sumarlo a sus reservas, lo que les da una mayor autonomía y fortaleza económica.
Tener grandes reservas de oro extraídas de sus propias minas permite a los países reducir su dependencia de las importaciones de este metal y también genera puestos de trabajo. Esto es lo que pasa en una ciudad sudamericana donde se paga con oro en los supermercados.
En el Arco Minero del Orinoco, ubicado en Venezuela, se ha registrado que en un supermercado de la zona los habitantes usan el oro como la única moneda de cambio para comprar víveres.
Esta situación refleja la realidad económica local, donde el oro extraído de las minas cercanas ha reemplazado al bolívar como medio de pago, debido a la devaluación de la moneda nacional y la falta de confianza en su valor.
El oro como moneda de cambio en un Supermercado en Venezuela
Un video filmado dentro de un supermercado muestra a los compradores pagando por alimentos, productos de higiene y otros artículos de primera necesidad con pequeñas cantidades de oro en lugar de bolívares.
La difícil situación en el Arco Minero del Orinoco
La escena retrata la dura situación que enfrentan los habitantes del Arco Minero del Orinoco, donde el oro, extraído en condiciones muchas veces precarias, se ha convertido en el único medio viable para hacer transacciones comerciales. En las imágenes se ve a los clientes entregando polvo de oro a los encargados del comercio, quienes lo pesan y evalúan con cuidado antes de concretar la venta.
Este proceso muestra cómo el oro ha reemplazado al dinero convencional en la región, destacando la precariedad y la adaptación forzada de la economía local ante la devaluación de la moneda nacional.
En febrero, Venezuela y Turquía acordaron aumentar su intercambio comercial de más de 800 millones de dólares registrados el año pasado a 3.000 millones de dólares en 2024. Este acuerdo se da en el contexto de una profunda crisis humanitaria en Venezuela, donde el régimen de Maduro ha conseguido grandes sumas de dinero al convertir billetes sin valor en lingotes de oro, con la colaboración del gobierno turco de Erdogan.
Un informe de la agencia Reuters de 2019 reveló que los mineros artesanales en Venezuela trabajaban en condiciones insalubres y recibían pagos en bolívares devaluados. Mientras tanto, el chavismo enviaba la producción de oro a Ankara, recibiendo a cambio cajas de alimentos. Este intercambio se incrementó en medio de las sanciones internacionales y la crisis en la explotación petrolera del país, convirtiendo al oro en un recurso crucial para sostener al régimen frente a la debacle económica.
Venezuela: la mayor reserva de oro en Sudamérica
Venezuela encabeza a las naciones sudamericanas en cuanto a reservas de oro, con un estimado de 161 toneladas métricas, consolidándose como el principal depositario aurífero de la región. Este volumen supera ampliamente las reservas de países como Brasil y Argentina, según datos de Trading Economics.
Venezuela cuenta con abundantes reservas de oro, resultado de sus vastas riquezas minerales. Este metal precioso representa un activo estratégico de gran importancia para la economía del país, a pesar de las dificultades que enfrenta.
El uso del oro como moneda de cambio en algunas regiones de Venezuela, como el Arco Minero del Orinoco, es un reflejo de la grave crisis económica y la devaluación del bolívar. En este contexto, la abundancia de reservas de oro en el país se ha convertido en un recurso vital, tanto para la subsistencia de sus habitantes como para el mantenimiento del régimen. Sin embargo, esta situación también pone en evidencia las duras condiciones en las que se extrae el oro y las desigualdades que persisten en el manejo de las riquezas naturales del país. La paradoja de ser una nación rica en recursos pero empobrecida por la mala gestión y la corrupción es una realidad que impacta tanto en la economía como en la vida cotidiana de los venezolanos.