Uno de cada cuatro convenios da más poder económico a gremios

Entre 2002 y 2006 un 21% las negociaciones colectivas incluyeron cláusulas en favor de los sindicatos. Fueron los años en que aumentaron estos conflictos
Por iProfesional
LEGALES - 16 de Mayo, 2007

Según un informe de la Central de las Trabajadores Argentinos (CTA), una de cada cuatro negociaciones colectivas homologadas entre el 2002 y 2006 estableció algún tipo de aporte obligatorio a favor del sindicato firmante del convenio.

Así­, en ese perí­odo el Ministerio de Trabajo avaló 2.334 negociaciones, de las cuales 484 incluyó una contribución económica al gremio, cifra que representa el 21% del total.

Ya sea que los aportes provengan de los trabajadores, afiliados o no al gremio, de los empleadores, o de ambos, se expresan por lo general en porcentajes del total de las remuneraciones brutas, que oscilan entre un 0,5 y 6 por ciento de esos salarios, explica el estudio del Observatorio del Derecho Social de la CTA.

Aquí­, los trabajadores gastronómicos marcaron la diferencia. Consiguieron un pacto por el que se otorgó un aporte obligatorio mensual del 6,5% de la masa salarial que pasa a las arcas del sindicato, que lo distribuye en fondos para "el sostenimiento de la organización sindical" y gastos de sepelios.

En ese marco, la captación de mayor cantidad de afiliados (aportantes de esas asignaciones) por los sindicatos pasa a jugar un rol preponderante. Y ello impulsa las llamadas pujas por reencuadre gremial, cada vez más presentes en el escenario laboral argentino.

La lucha por los afiliadosEn los últimos años la disputa entre sindicatos por el reencuadramiento gremial de trabajadores tomó grandes dimensiones en el paí­s. Así­, desde 2003 las entidades que agrupan los sectores de logí­stica, transporte y telefoní­a, y a través de medidas de alto impacto, paralizaron las tareas grandes empresas con miras a absorber mayores afiliados.

Cabe recordar cuando por el conflicto de los trabajadores de logí­stica de Carrefour y Coto, en 2003 y 2005, respectivamente, enfrentó a los sindicalistas Hugo Moyano (del sector de los camioneros) y Armando Cavalieri (comercio) por la actividad de carga y descarga en los centros de distribución de hipermercados.También lo que ocurrió en abril del año pasado, cuando trabajadores de la empresa Compañí­a Metropolitana de Seguridad (CMS), en quien Metroví­as SA subcontrata la seguridad y vigilancia, bloquearon el servicio de subterráneos en el marco del reclamo para ser encuadrados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA).A todo ello hay que sumar a Foetra, el sindicato de telefónicos, que persigue desde hace meses captar a los trabajadores de call centres y a los más de 2.000 empleados de las empresas que realizan expansiones de red para Telefónica.

Desde el estudio De Diego & Asociados, el abogado Fernando Cortés expresó que se debe entender a este tipo de disputas como luchas "netamente económicas", las cuales no persiguen otro fin más que lograr sumar ingresos de dinero a las cajas de los gremios. Los sindicatos con mayor cantidad de representados son siempre los que tienen "el mayor poder económico", indicó. Uno de los sectores más grandes siempre fue el de comercio, y siempre fue así­ porque en su convenio se incluye a un gran número de trabajadores, agregó Cortés.En tanto, José Antonio Zabala, socio de Adrogué, Marqués, Zabala & Asociados, opinó que a partir de la inclusión de nuevos trabajadores a sus convenios colectivos los sindicatos "amplí­an su base económica", situación que "los muestra más fuertes a la hora de negociar y frente a sus pares". Asimismo, Juan Ricardo Larrouy, de Rattagan, Macchiavello, Arocena & Peña Robirosa, coincidió y agregó que se debe comprender que muchas veces existen muchos convenios que son "compulsivos" y que generan que el trabajador aporte directamente a ellos, a pesar de que no hubiera hecho tal opción. Para Esteban Carcavallo, socio del estudio Severgnini, Robiola, Grinberg & Larrechea, los métodos que tienen los gremios para recaudar son los aportes a la obra social, la cuota sindical y las cuotas de solidaridad. Sobre estas últimas, destacó que en los últimos años tuvieron un considerable aumento y se volvieron casi inseparables de las negociaciones colectivas. Casualmente, desde que se endurecieron los conflictos de reencuadre y hasta la actualidad comenzaron a aumentar gradualmente la cantidad de negociaciones colectivas que incluyen cláusulas de solidaridad a favor de los sindicatos. Esto es que de algún modo iniciaron y cerraron acuerdos que les representaron un mayor ingreso económico. 

Leonardo Scolpattilscolpatti@infobae.com

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