Reencuadre gremial: piden que se cumplan pasos legales
Las disputas entre sindicatos por la afiliación de los trabajadores constituye un nuevo foco de preocupación para las empresas que, en medio de esos conflictos, muchas veces ven paralizadas sus estructuras productivas por esa puja gremial.
La pelea entre el líder de los camioneros, Hugo Moyano, y el referente de los mercantiles, Armando Cavalieri, en 2003, por absorber en sus respectivos gremios a los empleados de logística de Carrefour, puso en la realidad empresaria los choques por reencuadre sindical que no cesaron desde entonces.
De esta manera, se desencadenó una serie de enfrentamientos en sectores clave de la economía como el automotriz, transporte, telefonía, alimentos y química, que parece no tener freno.
Ahora apareció un nuevo conflicto, que recrudeció esta semana cuando el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), que representa sólo al 10% de empleados del Casino Flotante, pretende que pasen a su gremio 1.500 afiliados al Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar, Entretenimiento y Recreación (Aleara) que pertenecen a aquella empresa.
En el medio están las empresas que, ajenas al conflicto por encuadramiento sindical, son víctimas de una puja que incluye manifestaciones y hechos que paralizan la actividad de la compañía en detrimento de sus derechos constitucionales de organización, dirección empresarial y de ejercicio de industria lícita.
Según abogados laboralistas que asesoran a las empresas, cuando se producen este tipo de conflictos las compañías se encuentran "con las manos atadas", ya que legalmente no tienen forma de acceder a la justicia para lograr encauzar a los gremios en disputa.
"Desde un punto de vista legal no existe una facultad que las habilite a acudir ante la Justicia, ya que ante un enfrentamiento entre dos sindicatos que se disputan la representatividad de los trabajadores la Ley de Asociaciones Sindicales prevé el siguiente esquema: recurrir a la entidad sindical madre (CGT), luego ante el Ministerio de Trabajo y, finalmente, la Justicia", explicó Juan Larrouy, abogado del estudio Rattagan, Macchiavello, Arocena & Peña Robirosa.
En el mismo sentido, Federico Basile, socio de M & M Bomchil, dijo que las empresas no tienen la posibilidad de intervenir en el conflicto porque no son sujetos activos.
Por eso, el abogado indicó que para resolver estos problemas se debería instrumentar un proceso judicial abreviado y tripartito, en donde todas las partes afectadas –empresas y sindicatos- puedan exponer sus argumentos en la solución del problema.
Ignacio Capurro, socio de Funes de Rioja & Asociados, explicó que la ley prevé los canales para dirimir estos conflictos; sin embargo, los sindicatos recurren directamente a acciones de hecho que terminan perjudicando a las empresas.
Ante esa situación, Capurro destacó que en el marco de estos canales la empresa que sufre un conflicto de encuadramiento debería contar con la posibilidad de solicitar medidas por las que se le garanticen que no se alterará su ritmo de producción ante el accionar de los sindicatos.
Esteban Carcavallo, socio de Severgnini, Robiola, Grinberg & Larrechea, indicó que en los conflictos de encuadre sindical "los gremios no pueden utilizar a la empresa como un campo de batalla".
El especialista dijo que estas disputas sindicales deben dirimirse mediante el procedimiento intersindical, tal como lo establece la ley de asociaciones sindicales.
Carcavallo manifestó que si en el transcurso de ese procedimiento se producen acciones de hecho o medidas que implican atentar contra la producción o bienes de las empresas, éstas deberán requerir la intervención del Ministerio de Trabajo o la Justicia.
Sin embargo, advirtió que los tiempos de estas dependencias muchas veces son demasiados lentos y las empresas terminan padeciendo el accionar antifuncional de los sindicatos.
Antecedentes
Las disputas entre sindicatos recrudecieron desde 2003, y casi todos los sectores de la economía se vieron este tipo de enfrentamientos entre los gremios.
Logística y transporte, telefonía, química, automotriz y alimentos, fueron, entre otros, los sectores en donde se vieron los principales conflictos, los cuales, en algunos casos, llegaron a paralizar por completo las actividades de las empresas vinculadas a esos rubros.
Una de las disputas más importantes se produjo en el conflicto de los trabajadores de logística de Carrefour y Coto, en 2003 y 2005, el cual respectivamente, enfrentó a los sindicalistas Hugo Moyano (del sector de los camioneros) y Armando Cavalieri (de comercio) por la actividad de carga y descarga en los centros de distribución de hipermercados.
También, en abril del año pasado, trabajadores de la empresa Compañía Metropolitana de Seguridad (CMS), en quien Metrovías SA subcontrata la seguridad y vigilancia, bloquearon el servicio de subterráneos en el marco del reclamo para ser encuadrados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
También se debe recordar el caso de Foetra. Este sindicato de telefónicos persigue desde hace meses captar a los trabajadores de call centers y a los más de 2.000 empleados de las empresas que realizan expansiones de red para Telefónica.
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