Highton pidió planificar una política contra el lavado de dinero
La vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco, instó a planificar "una política nacional" que involucre a los tres poderes del Estado y a los particulares más expuestos a ser usados con fines de lavado y legitimación del dinero.
"Ello debe cubrir la prevención, la investigación y el castigo de los lavadores", opinó la jueza al hablar durante el acto de clausura del Cuarto Encuentro Nacional de Prevención del lavado de dinero y Financiación del Terrorismo.
El encuentro fue organizado por la Fundación Argentina para el Estudio y Análisis de la Prevención del Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo, junto con la entidad Forum.
A juicio de la magistrada, combatir el lavado "requiere la adecuada delimitación de las figuras delictivas, con la configuración de un delito autónomo, complementado con serias estrategias de información de actividades sospechosas, responsabilidades administrativas y consiguientes inmovilizaciones de fondos, sumado todo ello a una activa intervención en la cooperación internacional".
En este sentido, alertó que "el oculto o no confesado temor a perder capitales o inversores de esta índole, conspira en contra de una verdadera inclusión en el mundo respetado por la comunidad internacional".
Mas adelante, recordó que el proceso de globalización tiene aspectos positivos y negativos, e indudablemente la creciente comunicación, intercambio social, económico, político y el avance tecnológico, han sido y son bienvenidos.
"Es evidente que esta integración al mundo -agregó- tiene sus lados oscuros, en tanto la delincuencia también se globaliza y es rápida en aprovechar estos cambios para sus negocios ilícitos".
Así, la delincuencia también se ha tornado "en transnacional, compitiendo en los mercados e internacionalizando sus capitales mal habidos".
La interdependencia y aumento de los vínculos entre las sociedades dan expansión a la economía y a las finanzas mundiales que van en busca del lugar adecuado para radicarse en forma fluctuante, "pero asimismo ofrecen cabida a nuevas formas delictivas que fructifican y se confunden con las legales".
Los códigos penales de los siglos XIX y la mayor parte del XX apuntan a la delincuencia individual o localizada, no a la organización delictiva que trasciende las fronteras de varios países, recordó en otro tramo de su exposición.
"Frente a esta globalización, debe existir y de hecho comienza a existir, una política universal, a través de convenciones y acuerdos internacionales, sumados a legislaciones internas de cada estado", expresó.
Concluyó que "los poderes y los particulares deben trabajar mancomunadamente para lograr una mayor eficiencia en el combate contra el blanqueo de capitales en la Argentina, para que la Argentina pueda verdaderamente ingresar en el mundo internacional desde una posición clara y transparente"