Unilever desechó el viernes sus planes para trasladar su sede a Holanda tras una revuelta de sus accionistas, lo que mantiene a una de las compañías más valiosas de Gran Bretaña en Londres antes del Brexit.

La empresa reconoció el viernes que la propuesta no había recibido el apoyo de un grupo significativo de accionistas y, por lo tanto, la retiró.La retractación ocurre tres semanas antes de la votación de la propuesta y es una victoria para los accionistas que se opusieron a la medida, lo que habría dejado al fabricante de Marmite, el jabón Dove y los helados Ben & Jerry’s fuera del índice de referencia FTSE 100.

"Nos complace que hayan abandonado el plan 'holandés"', dijo el gerente de cartera de GAM, Ali Miremadi, quien iba a votar contra la medida. "Ahora la compañía puede concentrarse en su trabajo principal: impulsar el valor de los accionistas a largo plazo", dijo en declaraciones relevadas por Reuters.

Accionistas que representan aproximadamente el 12% de Unilever PLC se habían opuesto públicamente a la medida, preocupados por tener que vender sus acciones obligadamente y sin una prima, por la incertidumbre sobre el futuro impositivo de los dividendos y la percepción de que se buscaba proteger a la empresa de una adquisición con la ley holandesa.El cambio ocurre en un momento delicado para el gobierno británico, que lucha por proteger los empleos y la inversión en medio de sus trámites de divorcio de la Unión Europea.

La decisión también podría tener consecuencias políticas para el primer ministro holandés, Mark Rutte, quien propuso eliminar un impuesto de retención de dividendos que se consideraba que ayudaría a atraer a Unilever.