Mejorar la participación femenina en el trabajo, en los 33 países que integran la OCDE, podría aumentar su PBI total en unos 6 billones de dólares, según un nuevo informe de PwC que analiza la representación y el bienestar de las mujeres en el mundo laboral.

En el reporte "Women in Work Index" también se llega a la conclusión que la OCDE podría obtener 2 billones de dólares si consiguiese cerrar la brecha salarial de género existente.

Los cinco indicadores que conforman el "Índice de Mujeres en el Trabajo" son: brecha salarial de género, participación de la fuerza laboral femenina, brecha entre la participación de la fuerza laboral masculina y femenina, desempleo y empleo de las mujeres a tiempo completo.

Islandia y Suecia siguen siendo los países con mejor desempeño de la OCDE, mientras que Nueva Zelanda se suma a los tres primeros por primera vez desde que el Índice se publicó de manera inicial en 2013. Noruega se desliza al quinto lugar, habiendo sido superado por Eslovenia.

El Reino Unido hace progresos graduales, con un desempeño superior al promedio, en el puesto 13 y en el segundo lugar, entre los países del G7, detrás de Canadá.

Mientras tanto, Irlanda (# 17) y los Países Bajos (# 19) mejoraron su clasificación desde el año pasado debido a mejoras positivas en la mayoría de los indicadores del Índice, y en particular, reduciendo la tasa de desempleo femenino en los Países Bajos.

"Esta situación marca un año más de pasos constantes para mejorar la representación y el bienestar de las mujeres en el mundo del trabajo, pero el progreso sigue siendo lento. Si bien las organizaciones están siendo más conscientes de lo que significa en el mundo de los negocios mejorar la diversidad y la inclusión, el cambio real y efectivo sigue siendo difícil de alcanzar, y requiere una combinación de claridad estratégica, responsabilidad, capacidad de medición y transparencia", comenta Karin Reise, socia de PwC Argentina, líder de Diversidad.

Este año, por primera vez, PwC destacó lo que, dos de los países más poblados del mundo, China y la India, pueden ganar al promover la igualdad de género y la participación femenina en la fuerza laboral. En combinación, ambos países representan actualmente más de un tercio de la fuerza laboral femenina global.

En China, cerrar la brecha salarial de género (actualmente es el 25%) tendría gran impacto, generando un aumento del 34% en los ingresos femeninos, equivalente a 2 billones de dólares. En la India, aumentar las tasas de empleo femenino al mismo nivel que Suecia, generaría un aumento de 7 billones de dólares a su PBI (79%).

"La transformación económica de China e India, dio lugar a oportunidades masivas de empleo para las mujeres, pero ambos países aún tienen mucho que hacer para enfrentar sus desafíos únicos de lograr igualdad de género y asegurar que las mujeres puedan alcanzar su máximo potencial", concluye Reise en un comunicado.

En la India, el gobierno y el sector privado, están implementando cada vez más iniciativas para atraer a un número mayor de mujeres a la fuerza laboral y apoyar las oportunidades económicas. Un ejemplo es STEP (Programa de apoyo a la capacitación y empleo) destinado a mejorar el entrenamiento de las mujeres con antecedentes socioeconómicos bajos y aumentar su empleabilidad en un abanico más amplio de industrias.