El presidente electo, Alberto Fernández, indicó durante su viaje a México que buscará replicar algunas de las medidas de Andrés Manuel López Obrador que tuvieron éxito en el país azteca. 

Una de las promesas de campaña de "AMLO", como lo apodan en su país, fue que iba a capacitar y emplear a miles de jóvenes marginados del sistema. Los llaman, como en Argentina, los "ni-ni": son los que no estudian ni trabajan.

Y puso en marcha el plan a los 40 días de asumir: publicó en el Diario Oficial que su administración iba a otorgar una beca mensual de 3.600 pesos mexicanos (183 dólares) a los seleccionados, durante 12 meses, mientras recibían capacitación en empresas suscritas a la iniciativa. Se inscribieron, hasta el momento, un millón de personas de entre 18 y 29 años. Wl Gobierno aspira a llegar a 2.300.00 beneficiados, recordó Clarín.

En la Argentina hay alrededor de 1,2 millones de jóvenes entre 18 y 25 años que no estudian ni trabajan. Por eso Fernández conversó sobre este tema con López Obrador, urante la reunión y el almuerzo que compartieron el lunes en el Palacio Nacional. Felipe Solá, Cecilia Todesca y Matías Kulfas fueron parte de la comitiva.

Es sabido que incluso antes de iniciar su período presidencial el 10 de diciembre, tanto Fernández como su entorno buscan impulsar un acuerdo entre empresarios, trabajadores y emprendedores. En ese marco, se prevé que los empleadores tomen a los jóvenes como si fueran pasantes y los capaciten en grandes y pequeños oficios para que luego puedan desempeñarse en una gran empresa, una Pyme o comercio. El Estado se haría cargo del sueldo durante el primer año.

Preocupa, en ese contexto, el aumento del gasto público. Fernández les ha dicho que la variable de ajuste no pueden ser los sectores más vulnerables y que quiere un gobierno austero que revise, en todo caso, ciertos privilegios. 

La proclamación de una administración austera a veces parece contradictoria con los intereses que auspician otros economistas y dirigentes sociales consultados por el elegido de Cristina Kirchner. "Hay que poner plata en el bolsillo de la gente", le dijo Roberto Lavagna en la reunión que mantuvieron en su casa de Saavedra, días atrás, según Clarín.

Por eso, consumo, inversiones y reactivación son las palabras mágicas que Fernández llevó al encuentro con el magnate Carlos Slim y más tarde a la cena que mantuvo con otros nueve empresarios mexicanos que tienen negocios en Buenos Aires. En ambos encuentros hizo un diagnóstico crudo sobre el estado de la economía actual y les propuso generar condiciones de competencias, sin que eso -les dijo- implique ninguna persecución.