• 17/11/2025

Llegan los ejecutivos que cultivan su marca

Steve Jobs (foto) y Bill Gates, entre otros, ya son una marca. Expertos de marketing y management europeos recuperan el concepto de desarrollo personal
12/11/2007 - 14:01hs
Llegan los ejecutivos que cultivan su marca

Tejanos sin cinturón, jersey oscuro de cuello alto, zapatillas deportivas, barba de tres dí­as... Esa es la imagen que los medios de comunicación sacaron de Steve Jobs, jefe de Apple, el dí­a que presentó en Berlí­n su iPhone, el primer teléfono móvil de la firma.


El texto que solí­a acompañar a esa imagen: "El éxito de Apple se resume en dos palabras: Steve Jobs, un hombre que es más marca que jefe".

Jobs pasó a ser una marca. Los expertos de marketing y management europeos recuperan el concepto de desarrollo personal (self improvement, en inglés) del estadounidense Tom Peters y reclaman estrategias de éxito profesional para hacerse imprescindible en la empresa. Para no pasar desapercibido, consigna un artí­culo del diario español Cinco Dí­as.

Madonna, David Beckham, David Bowie o Steve Jobs. ¿Quién es reconocido como marca? Las estrategias de éxito profesional pasan por comunicar a la empresa lo valioso que es uno, afirma la alemana Sabine Asgodom, autora del libro Del éxito del selbstmanagement y entrenadora de directivos y polí­ticos.

La empleabilidad, lo imprescindible que es uno para que no le despidan en la próxima reestructuración, es el nuevo concepto que se maneja en las consultoras europeas.

"Hay gente que hace su trabajo con tanta discreción que pasa completamente desapercibida", afirma el autor y el experto Jens-Uwe Meyer.

"Cree su marca, posiciónese con un perfil propio, y comunique su marca con aplomo", recomienda Meyer a jóvenes profesionales.

Se trata de hacer hincapié en el valor de uno como proveedor de trabajo. Y, si es necesario, "hacer ruido".

También el profesor de gestión de comunicación estratégica Dieter Herbst, de la Universidad de las Artes de Berlí­n y de la Universidad de St. Gallen, ha estudiado la aplicación del concepto marca a las personas, destaca Cinco Dí­as.

"La fama de las estrellas del espectáculo, el deporte o de la polí­tica no tiene que ver sólo con sus cualidades. Hoy en dí­a artistas polí­ticos, deportistas o gente que busca trabajo se mueven en mercados en los que deben vender sus cualidades. Pero, lo que ofrecen parece intercambiable. De ahí­ que sea cada vez más importante crearse una imagen personal fuerte".

Nueva filosofí­a de trabajo
La experta en gestión del talento, Pilar Jericó, confirma que es cierto que ahora se está hablando mucho de la marca personal. Uno de los primeros en referirse a la marca Yo, SA fue Tom Peters, fundador de la consultora que lleva su nombre en Boston.

Una de las razones es la moderna filosofí­a del trabajo. Mientras se reduce al mí­nimo necesario el núcleo de empleados, aumenta el volumen de colaboradores y trabajadores temporales. Son los nómadas del mundo laboral, contratados para proyectos delimitados. Para que cuenten con uno, hay que seguir siendo atractivo para el mercado laboral.

Según Sabine Asgodom, hay que preguntarse por los potenciales. Asgodom relata en el diario Sí¼ddeutsche Zeitung: "Hace poco asesoré a un joven que querí­a ser jefe. Resultó ser una verdadera estrella en su campo; pero presentaba dificultades en el trato con los demás. No escuchaba y estaba demasiado pendiente de sí­ mismo. Poco después decidió enfrentarse a sus problemas y mejorar su capacidad de comunicación".

Y concluye: "Para ser un buen relaciones públicas de sí­ mismo hay que conocerse y elaborar una estrategia propia. No se trata de desarrollar arrogancia sino de crearse un perfil personal; con autocrí­tica, pero positivo".

Tal como postula Cinco Dí­as, en su libro Estrategias para asegurar el empleo, el autor Jens-Uwe Meyer describe cómo debe ser el radar personal que permita reconocer situaciones de crisis.

Meyer se basa en el clásico modelo de las fuerzas de Michael Porter, profesor de Harvard Business School, que define cinco factores que marcan el éxito o el fracaso. Porter aplica este modelo de análisis a empresas y Meyer lo aplica a las personas.

"Si usted quiere saber qué es lo que le hace imprescindible en su empresa, póngase en el lugar de ella; es decir, en el de su jefe".

Jens-Uwe Meyer aconseja analizar su sistema de valores. Qué es lo que al jefe le gusta, qué es lo que no tolera y, sobre todo, qué es lo que él entiende por trabajo valioso.

El objetivo es descubrir qué cualidades se debe destacar. Lo ideal es que el sistema del empleado y el del jefe coincidan. Si no es el caso, habrá que valorar si se está en el lugar adecuado.

En cualquier caso, recomienda sensibilidad y empatí­a. Y comunicar lo que vale uno. Simona Schwab, asesora de la consultora de personal Plaut, en Fráncfort, apuesta por una "suave ofensiva": aprovechar las reuniones de trabajo para aportar ideas y destacar los resultados obtenidos.

Meyer recomienda aprovechar los encuentros con el jefe para transmitirle lo competente que es uno. "Es lamentable pero es cierto, hay personas que pasan desapercibidas", afirma Meyer, quien recomienda destacar con un par de cualidades. 

Según Meyer es un error común es pensar que los jefes lo saben todo de sus empleados, algo imposible cuando se tiene a más de 40 personas. Por eso los jefes necesitan un par de informaciones. El investigador de management Wolfgang Mayrhofer, de Viena, concluye: "Sólo cuenta la puesta en escena".

Envidias, estrategas y tácticas de publicidad
Ser competente no garantiza el empleo, insiste Jens-Uwe Meyer. También la experta en gestión del talento, Pilar Jericó, matiza que la estrategia de marca personal tenga más sentido en la cultura empresarial estadounidense. "En otros paí­ses no es tan fácil hacer publicidad de sí­ mismo sin ser criticado; especialmente, en España donde la envidia es el mal nacional".

Esto no quiere decir que Jericó no reconozca la importancia de "saber desarrollar el talento y aprender continuamente". Pues, "cuanto mayor sea el esfuerzo mayor el éxito en el mercado laboral. Hay que saber en qué se es bueno, qué te gusta hacer y dónde pones la pasión".

Por otro lado, Jericó recuerda también que "normalmente detrás de la cara pública, siempre hay alguien que hace el trabajo menos brillante pero absolutamente necesario". Es el caso de Steve Wozniak, a la sombra de Steve Jobs (Apple) y de Paul Allen, detrás de Bill Gates.