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El CEO de Apple, el empresario más poderoso del mundo

El titular de Apple lidera el ranking de popularidad divulgado por la revista estadounidense Fortune. El mexicano Carlos Slim aparece en el puesto 20
28/11/2007 - 14:58hs
El CEO de Apple, el empresario más poderoso del mundo

El presidente ejecutivo de Apple, Steve Jobs, el hombre detrás del popular reproductor digital iPod, es el empresario más poderoso del mundo, mientras que el méxicano Carlos Slim se ubicó vigésimo, según un ranking que publicó la revista Fortune.


Indra Nooyi, la presidenta ejecutiva de PepsiCo, firma productora de bebidas a la que reorganizó, es la mujer de negocios más poderosa del mundo, indicó la revista, que hizo su selección basándose, en parte, en el "brí­o internacional" de los ejecutivos.

Los lí­deres de los grupos empresariales como Procter & Gamble, General Electric; del banco Goldman Sachs; de la automotriz Toyota; del fabricante de aviones Boeing y de la minera BHP Billiton también aparecieron en la lista.

De la misma forma, los tres hombres detrás del exitoso buscador de internet Google -Larry Page, Eric Schmidt y Sergei Brin- compartieron la cuarta posición.

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El ejecutivo de Apple se calzó así­ la medalla de oro gracias a su soberana influencia en sectores tan dispares como la electrónica, la informática, la música o el cine.

Desde que regresó a la compañí­a  en 1997, tras una travesí­a en el desierto, repartió por todo el mundo más de 110 millones de iPods, consiguió reducir la piraterí­a abaratando las canciones a 99 centavos de dólar y revolucionar el mercado de la telefoní­a móvil con el iPhone.

Tiempo atrás, el gurú Jim Collins habí­a llamado a Jobs el "Beethoven de los negocios". Se maravillaba de la capacidad del fundador de Apple, una y otra vez, para conjurar objetos digitales de deseo desde mezclas esotéricas de chips, discos, plástico, y software, y luego promoverlos con su propia cautivadora marca de arte en ejecución.

Su creación renaciente, Apple Inc., está en el puesto 121 en Fortune 500, mucho detrás de competidores tales como Dell (el en puesto 34) y Hewlett-Packard (14).

Sin embargo, la fecundidad de Apple, nacido de la innovación continua e ingeniosa en cada aspecto de su negocio, impuso cambios profundos no sólo sobre infotecnologí­a, sino sobre muchas industrias adyacentes.

Durante las dos primeras décadas de su notable carrera de 30 años, Jobs cambió dos veces la dirección del sector informático.

En 1977 el Apple II empezó la era del PC, y la interfaz de usuario gráfico lanzado por Macintosh en 1984 ha sido imitada por todos los ordenadores desde entonces.

"El éxito de Apple se resume en dos palabras: Steve Jobs, un hombre que es más marca que jefe". Esta frase se repitió más de una vez durante la presentación del iPhone.

Jobs pasó a ser una marca. Los expertos de marketing y management europeos recuperan el concepto de desarrollo personal (self improvement, en inglés) del estadounidense Tom Peters y reclaman estrategias de éxito profesional para hacerse imprescindible en la empresa. Para no pasar desapercibido, consignaba dí­as atrás un artí­culo del diario español Cinco Dí­as.

Cuando Apple echó a Jobs
El iPhone fue una nueva demostración de cómo Jobs puede reinventarse a sí­ mismo. Una nueva trayectoria de lanzamientos basada en el iPhone significarí­a que Jobs habrá sido el pionero de la tercera revolución tecnológica luego de la interfaz gráfica de usuarios, con Macintosh en 1984, y la era de la música legal digital, con iTunes y el iPod en 2001.

La primera de estas revoluciones fue la Macintosh original. Siendo su nombre un error de deletreo intencional de la variedad McIntosh de Apple, esta Macintosh fue la primera computadora personal comercialmente exitosa que permitió a los usuarios apuntar y clickear con el mouse.

Con el comienzo de un patrón, Jobs ha localizado la tecnologí­a fuera de Apple, comprendido su potencial, y la ha desarrollado para hacerla fácil de usar. Microsoft diseñó software para Macintosh, pero luego lo copió por medio de Windows, determinando así­ la forma en la que personas en todas partes encontrarí­an las PC desde entonces.

El éxito de Jobs con Macintosh, de todos modos, pronto dio lugar a una especie de Némesis personal y profesional. Habí­a traí­do a John Sculley, un ejecutivo de PepsiCo, para que le ayudara a gerenciar Apple.

Pero en 1985, cuando Jobs solo tení­a 30 años, él y Sculley, de 46 años, cayeron en un conflicto y todos los directores votaron contra Jobs. "Lo que habí­a sido el foco de toda mi vida adulta habí­a desaparecido, y era devastador", recordarí­a luego.

"No me di cuenta entonces, pero resultó que ser despedido de Apple fue lo mejor que pudo haberme pasado nunca", dijo en 2005. Y agregó:"La pesadez de ser exitoso fue reemplazada por la liviandad de volver a empezar, menos seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de los mas creativos periodos de mi vida".

Jobs formó dos empresas. Una era NeXT, creada para fabricar un nuevo tipo de computadora. Su primer producto, revelado en 1988, era el NeXT Cube, una caja poderosa pero costosa que nadie querí­a comprar. Luego de este fracaso, Next se convirtió en un sistema operativo de última generación.

La otra compañí­a fue Pixar, un estudio de filmación que Jobs le compró a su fundador, George Lucas, en 1986, más que nada porque le encantaban sus sorprendentes gráficos. Pero Pixar la pasó mal hasta que Jobs cerró un trato con Walt Disney en la década del 90’. Usando la creatividad de Pixar y la influencia en comercialización y distribución de Disney, Jobs vio uno tras otro una fila ininterrumpida de éxitos de taquilla, comenzando con "Toy Story" en 1995.

Regreso con gloria
La carrera de Jobs, como así­ también su vida, tuvieron un dramático cambio en 1996. Su anterior compañí­a, Apple, era en ese momento muy marginal en la industria de las computadoras, y estaba perdiendo tanto dinero que los analista debatí­an si serí­a vendida o morirí­a.

El jefe de Apple, Gil Amelio, compró entonces el mayor sistema operativo del momento, que pertenecí­a a NeXT, y a Jobs. Entonces, el creador de las Macintosh se encontró de nuevo en la compañí­a en la que habí­a comenzado 20 años antes.

En 1997 se convirtió en CEO interino de Apple, pero en 2000, borró la palabra interino de su tí­tulo. Culturalmente, volvió a Apple para comenzar una dictadura benigna y establecer un culto de secretismo que los empleados comenzaron a llamar omerta, porque recordaba al código de silencio de la mafia.

Trabajó con Jonathan Ive, un diseñador Inglés, para lanzar iMac, una lí­nea de computadoras con provocadores colores caramelo, que fue la precursora de todas las Mac desde ese momento.

iMac marcó el comienzo de una tira de productos "i" (para "Internet"), desde software tal como iLife, iPhoto, iMovie, iDVD e iTunes, a hardware como el iBook, iPod, y ahora el iPhone.

Y llegaron los reproductores musicales. El primer iPod, en 2001, era hermoso, pero solo funcionaba en Macs. El año siguiente, sin embargo Jobs hizo iTunes, la hermana por el lado del software de iPod, disponible para usuarios de Windows, que era "como dar una clase de patinaje sobre hielo a alguien en el infierno", según bromeó recientemente.

Con cerca de 300 millones de copias de iTunes en uso, Jobs es un influyente fuerte en la industria de la música mientras busca un nuevo modelo de negocio.En parte por esta urgencia, el sello inglés EMI comenzó este año a vender canciones en iTunes sin protección de derechos de propiedad.

En video, Jobs utilizó su otra compañí­a, Pixar, para ganar acceso preferencial a Hollywood. Jobs tení­a desacuerdos con su socio en Pixar, Walt Disney, porque chocaba con su jefe, Michael Eisner, a quien le gustaba tener el control de todo a su alrededor, y era por lo tanto demasiado similar a Jobs para ser colaboradores.

En nombre de Apple, Jobs realizó una alianza para convertir a iTunes en vendedora de videos y música. Luego, el año pasado, vendió Pixar a Walt Disney y se unió a su directorio, asegurando de este modo un confiable socio para Apple para futuros negocios.

¿Y las Macintosh?
Durante este tiempo, Jobs no olvidó su pasión original, es decir, sus computadoras Mac. En su punto más bajo, las Macs cayeron hasta manejar solo un pequeño porcentaje del mercado mundial; ahora, con el beneficio de lo que Wall Street llama el "Efecto Halo" del iPod, muchas personas están cambiando de PC a Mac, y su mercado ha crecido hasta un 5 por ciento y sigue subiendo.
Una vez más, Jobs (en la foto con Paul Otellini, CEO de Intel) mostró su nuevo realismo estratégico cambiando de los procesadores hechos por Motorola e IBM a los de Intel, que fue alguna vez considerado parte del eje maldito de "Wintel".

Ahora que todas las Macs funcionan con chips Intel, los usuarios pueden, con lo que se da en llamar software de "virtualización", ejecutar tanto Windows como OS X en sus computadoras. Esto deshace, para los usuarios de Mac que necesitan usar Windows en el trabajo, por ejemplo, el obstáculo más grande para ganar conversos.

Para comercializar la vida digital, Jobs tomó otro paso fuerte, y convirtió a Apple en un minorista. Hoy, los más de 170 locales en el mundo, que se caracterizan por un diseño semejante a un templo, son más eficientes (en ventas por pie cuadrado) que negocios tales como Tiffany, BestBuy y Neiman Marcus.

Pero este regreso propio de un ave Fénix no estuvo exento de problemas personales. En 2004 debio superar un cáncer pancreático. Y en 2006 un escándalo financiero amenazó brevemente con engullirse al mismo Jobs.

Ninguno de estos asuntos ha interrumpido hasta el momento el sorprendente segundo acto de Jobs en música, o sus preparaciones para un tercero con el iPhone. Lejos de ser vencido por su viejo enemigo, Apple está construyendo alianzas contra Microsoft con amigos como Google, con quien Apple comparte dos directores.