Jóvenes, los más frágiles en el mercado del trabajo

El inicio de la relación entre los jóvenes y el mundo del trabajo no siempre es sencilla. Luego de mucho peregrinar por oficinas de empleo, quienes logran entrar al circuito laboral no suelen hacerlo en buenas condiciones por su falta de experiencia.Y por esta falta de experiencia, los jóvenes son más proclives a ocupar espacios con deficiente estabilidad laboral y pocos beneficios en materia de seguridad social. Esta situación tiene una doble consecuencia: por un lado, satura el mercado de mano de obra barata y subcalificada, y por otro impide que los jóvenes terminen sus estudios.Esto último es especialmente grave porque impide que haya un mayor nivel de especialización en el mercado y condena a los jóvenes a empleos de baja renta y marcada inestabilidad. Así­, hoy es común encontrar a muchos jóvenes en situaciones laborales que incluyen:

• Empleos mal pagos y con sobrecarga horaria no abonada.
• Frecuente inexistencia de beneficios sociales.
• Alta rotación en diferentes puestos.
• Pobre capacitación especí­fica.
• Amplios niveles de informalidad laboral.

Y a este panorama se suman las alarmantes estadí­sticas de desempleo: según el INDEC, la desocupación llega al 16,2% en los jóvenes de entre 14 y 29 años, un porcentaje que duplica al nivel general de inactividad (8,5%).A esto se agrega, además, los recientes datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quien aseguró que el desempleo juvenil triplica en Latinoamérica al segmento de la población adulta.Solucionar estos problemas debe ser una polí­tica de Estado porque una juventud plena es un elemento indispensable para el desarrollo sostenido del paí­s. Así­, los diferentes gobiernos deben ser el motor impulsor que guí­e y acompañe al sector privado para buscar soluciones que hagan eje en el componente educativo.Esto fue lo ocurrido, por ejemplo, en la localidad de General Deheza, donde la mayor industria tiene un colegio que instruye a los jóvenes en las carreras que tienen la mayor demanda laboral.Por Carlos GonzálezDirector de Consultores de Empresas SRL