Vertiginoso crecimiento de bebidas energizantes

Con una curva de crecimiento que muestran muy pocos productos, el consumo de bebidas energizantes aumentó durante el último año a un ritmo vertiginoso. Según datos de la consultora Nielsen, las ventas de este tipo de bebidas en supermercados, autoservicios, minimercados y kioscos de todo el paí­s crecieron un 86 por ciento en el último año.


Si se miden exclusivamente las ventas en las cadenas de supermercados, el aumento es todaví­a mayor. "Si se comparan los primeros meses de 2007 con el mismo perí­odo de 2006, las ventas en las cadenas crecieron un 109 por ciento", informó al diario Clarí­n Daniel Moreira, director de Calidad de la consultora CCR.

"No hay ningún otro producto, ni en alimentos ni en bebidas, que haya crecido tanto en el último año", agregó.

De todos modos, en relación al mercado de bebidas en general, la cantidad de dinero que mueve el mercado local de energizantes es todaví­a muy pequeña: este año facturará alrededor de 50 millones de pesos, mientras que las ventas de bebidas en general (gaseosas, aguas, vinos, jugos, espirituosas, etcétera) llegará a los 2.000 millones de pesos sólo en las cadenas de supermercados, según CCR.

En la mira
La creciente tendencia de los jóvenes a consumir este tipo de bebidas plantea algunos interrogantes. A principios de este mes, la Asociación del Corazón de los Estados Unidos difundió un estudio sobre energizantes llevado a cabo en el hospital Henry Ford de la ciudad de Detroit. Los investigadores establecieron que la presión arterial de jóvenes adultos saludables sube de 5 a 10 puntos y los niveles de ritmo cardí­aco aumentan de 5 a 7 latidos por minuto después de ingerir este tipo de bebidas.

"Las personas con enfermedades cardí­acas o quienes toman medicina para la presión alta probablemente deberí­an evitar estos productos. Podrí­a alterar los efectos de los medicamentos que usan", avisó James Kalus, investigador principal del estudio.

Kalus se negó a revelar cuál fue la marca del energizante que consumieron los participantes del estudio. Sólo informó que cada lata contení­a 80 miligramos de cafeí­na y 1.000 miligramos de taurina, un aminoácido presente en las carnes rojas.

De todos modos, expertos argentinos consultados por el diario Clarí­n relativizaron la investigación debido a que la muestra de gente que usaron para testear los efectos del producto no era representativa. "Un estudio hecho con una población de apenas 15 personas no es muy serio", sostuvo Mónica Napoli, médica toxicóloga y coordinadora del Centro de Dí­a Doctor Enrique Biedak. Napoli, sin embargo, resaltó la importancia de alertar "que los enfermos cardí­acos e hipertensos no deben beber bebidas energizantes".