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La asamblea de accionistas de la operadora de telefonía dio el visto bueno a la fusión. Todavía está pendiente la aprobación regulatoria
02/09/2017 - 01:05hs

La asamblea de accionistas de Telecom Argentina aprobó este viernes la fusión con la operadora de televisión por cable y servicios de Internet Cablevisión, dijo la telefónica en un comunicado.

La unión permitirá a la empresa resultante ofrecer conjuntamente telefonía fija y móvil, televisión de pago e Internet de banda ancha.

"Resultó aprobada la fusión por absorción de Cablevisión, por la cual Telecom Argentina como sociedad absorbente incorpora por fusión a Cablevisión", dijo Telecom en el informe.

La telefónica señaló que la operación queda condicionada a la obtención de aprobaciones regulatorias y cumplimiento de otras condiciones establecidas en el compromiso previo de fusión.

Esta semana las acciones de la nueva empresa de televisión por cable y servicios de Internet, Cablevisión Holding, comenzaron a negociarse en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

El inicio de actividad de Cablevisión Holding, que planea cotizar también en Londres, no implicó la emisión de nuevos títulos ni la entrada de nuevos accionistas, dado que es un proceso de reorganización societaria tras la escisión de la compañía del Grupo Clarín.Lo que sigue

A partir de este viernes, comenzó el tiempo de descuento: el que tendrán los organismos regulatorios para aprobar el proceso y si se impondrán condiciones o no. Mientras tanto, hay festejos y expectativas en el mercado financiero.

Una vez acordada la fusión entre las empresas corren los tiempos del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y de Defensa de la Competencia. Aunque se da por hecho que habrá bandera verde en ambos organismos, también se presume que habrá condiciones: devolución de espectro por superar el tope vigente en el caso del Enacom. Defensa de la Competencia mirará el proceso de concentración, en primer lugar.

Seguramente ahí tendrá mucho trabajo por realizar, especialmente en lo referido a mercado de banda ancha. La Secretaría de Tecnologías de la Información, se presume, también hará sus aportes.

El tiempo será el protagonista. Porque los dos organismos deberán intercambiar información de manera constante -de hecho, ya se presupone que así será-. Pero también porque los plazos que deben cumplir uno y otro son absolutamente diferentes. Y, como en los partidos de básquet, cualquier pedido que surja desde Defensa de la Competencia al Enacom, obligará a detener el reloj. Y esa pausa se extenderá hasta que haya respuesta de quien corresponda.

La aprobación de la fusión se descuenta. El ritmo lo impondrá el "reloj detenido". El tiempo se dosificará, en principio, de la siguiente manera:

-Una vez que ambas compañías aprueban, cada una por su parte, la fusión, deben presentar la documentación en el Enacom. No tienen plazos para ello. Pero, hasta tanto no cumplan con ese requisito, este organismo no podrá avanzar con esa tarea. Una vez que lo hagan comienzan a correr 90 días hábiles para que el ente se expida.

-La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) en tanto, tiene hasta una semana después del cierre de la operación para intervenir. Luego, contará con 45 días para expedirse, tal como surge del artículo 13 de la ley 25.156 de Defensa de la Competencia.

-Pero la cosa no es -ni será- tan lineal como se plantea. En primer lugar, porque lo que observe el Enacom podrá ser analizado y revisado también por la CNDC. Y como a la comisión le toca mirar en primer lugar el proceso de concentración podrá solicitar al regulador de las telecomunicaciones diversas requerimientos. Cada vez que eso suceda el plazo se detiene.

En otras palabras, el Enacom tiene 90 días para trabajar en el proceso de fusión más importante de la historia de las telecomunicaciones en la Argentina, sólo precedido por el concretado en 2004 entre Unifón y Movicom Bellsouth y cuya complejidad, en aquel entonces, fue por la característica regional de la operación. 

Pero el tiempo de inicio de su tarea de la CNDC es más corto. Y como tendrá que actuar en consecuencia, de acuerdo a lo establecido por la ley 25.156, cada vez que pida algo al Enacom, y siempre que las empresas involucradas hayan presentado sus papeles, habrá que apretar el botón de pausa. El "play" regresa cuando se haya respondido a esa consulta, explicó a iProfesional, una de las fuentes consultadas.

Igualmente, todo partido tiene su final. Y la aprobación de la fusión también. Las fuentes consultadas señalaron que hacia fin de año el trámite debería estar resuelto por todas las partes involucradas. No hay que olvidar que el 1° de enero de 2018 comienza la primera fase de la competencia de las telecomunicaciones en las principales ciudades del país: Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

Cada uno de los organismos regulatorios pondrá el ojo sobre lo que atañe a su área específica. Aunque está claro que habrán interconsultas constantes.

El Enacom, a cargo de Miguel de Godoy, supervisará, básicamente, las cuestiones vinculadas con topes de espectro y en qué segmentos del negocio se da una situación de posición dominante. Cinco áreas del Enacom se ocuparán de esta evaluación.

Respecto del espectro, está claro que la futura empresa fusionada superará el tope vigente, establecido en 140 mhz, de acuerdo a lo fijado en el decreto 1340/2016. Los cálculos actuales dan que, entre las dos, llegarán a 230 mhz.

Tal como lo hizo la Secretaría de Comunicaciones en 2005, en el marco del proceso de fusión entre Unifón y Movicom, se prevé que se le exija devolución de espectro. Se estima que será una de las condiciones. Si esto se cumple, deberá establecer porciones y bandas y un cronograma de cumplimiento efectivo.

La CNDC, comandada por Esteban Greco, mirará en primer lugar el proceso de concentración económica. Y deberá hacerlo con la normativa vigente pese a que se trata de una norma vieja.

El hecho de tener que vigilar el caso de acuerdo a una ley que, por ejemplo, en su artículo 8, señala que hay concentración económica cuando la suma del negocio de las empresas fusionadas supera los $200 millones, da cuenta de ello. Más cuando si se suma lo que facturan ambas compañías esa cifra superará los $100.000 millones, de acuerdo a los datos publicados en sus balances.

La fusión dará lugar a la mayor compañía de telecomunicaciones de la Argentina. Cablevisión, que hasta ahora se presentaba como un entrante en el negocio de la telefonía móvil, se convertirá en un incumbente. Telecom, que en principio tendrá el comando de la operación, debutará en el mercado de la televisión paga con un nivel de experiencia inédito.

Entre las dos capitalizarán:

-El 55% del mercado de banda ancha

-El 40% del segmento de televisión paga

-El 40% de la telefonía fija

-El 33% del sector de telefonía móvil

Con esta fusión, la ganancia es beneficiosa para ambas por cuanto Cablevisión logra ingresar de manera directa en la telefonía móvil -negocio por el que estuvo haciendo movimientos incesantes desde finales de 2015 con la compra de Nextel y otras empresas- y Telecom cae parado en el segmento de la televisión paga y las plataformas de video, sobre las que no venía ejecutando muchos esfuerzos.

No hay dudas de que la fusión entre Telecom y Cablevisión habla de un proceso de concentración económica. Las consecuencias que esto provoca son vistas por diferentes cristales, según el actor del mercado al que se consulte.

Así, hay quienes sostienen que la conformación de un jugador del tamaño de Telecom-Cablevisión obligará al resto de los actores a despabilarse y encarar inversiones que hasta ahora, por distintas razones, no realizaron.

Añaden que a nivel mundial los procesos de concentración económica fueron el movimiento necesario del sector para enfrentar las constantes inversiones en infraestructura que, a su vez, soporten la demanda de servicios de parte de los usuarios. Y que, lejos de generar perjuicios a los consumidores, terminan resultando beneficiados producto de esa competencia, aún cuando no sean más de tres.

Esta versión tiene algo de asidero en la realidad. Hay jugadores de peso que están negociando desembolsos en construcción de infraestructura como hasta ahora no se habían visto. Aunque aún no se anunciaron, y es lo que hace desconfiar sobre su veracidad.

Otros sostienen lo contrario. En principio, que un proceso de concentración de estas características limita la competencia y que eso no genera mejores condiciones para los usuarios de los servicios. Específicamente, prestaciones de calidad a precios razonables.

Agregan que, aún si no se da un monopolio, pero no hay más de dos jugadores en un lugar, esa situación también es aprovechada por el actor más pequeño que no se va a esforzar por mejorar en demasía su situación sino que seguirá el ritmo del dominante, y eso no habilitará mejores precios para los consumidores.

"Cuando se avala una posición dominante de concentración y de monopolio se favorecen circunstancias que permiten que las ofertas de los otros jugadores también estén más monopolizadas", dijo a iProfesional, otra fuente que vive el sector desde hace 25 años.

Las expectativas en el grueso del mercado de telecomunicaciones local por este proceso en el que se ingresa a partir del 31 de agosto son dispares. Desde los protagonistas de la fusión se asegura que en ocasiones anteriores las consolidaciones encaradas se tradujeron en más inversiones.

Por lo pronto, algunos datos parecen refrendar esta afirmación:

-Cablevisión Holding (CVH) cotiza en la Bolsa a partir de este mismo 31 de agosto. Y el ingreso como empresa independiente al mercado de capitales tiene como objetivo hacerse de dinero constante para encarar inversiones.

-La acción de Telecom, que desde el 30 de junio sólo camina para arriba, viene experimentando en las últimas semanas ascensos relevantes. Sin olvidar que las ganancias de esta compañía fueron de más del doble, según publicó en su balance de la primera mitad del año.

-La inversión de u$s 500 millones comprometida por Cablevisión para el despliegue de la red 2,5 Ghz se mantiene en pie. De lo contrario correría riesgo de perder espectro, pues está obligado a cumplir con un cronograma de despliegue.

Pero en un país tan particular como la Argentina, que haya incertidumbre y desconfianza frente a este proceso de fusión tiene reales razones de ser.

La tarea que deben encarar a partir de ahora Enacom y CNDC es enorme. Y será inevitable que cada movimiento que ejecuten, que cada decisión que tomen esté mirado con un cristal cuyo aumento dependerá de qué lado del sector se encuentre cada uno.

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