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La renuncia de Caputo causó sorpresa y preocupación entre los empresarios argentinos

Para los hombres de negocios, representa una mala señal para un gobierno que busca mostrar tranquilidad sobre el futuro de su política monetaria
25/09/2018 - 15:47hs
La renuncia de Caputo causó sorpresa y preocupación entre los empresarios argentinos

La salida de Luis Caputo del Banco Central (BCRA) en momentos en que el presidente Mauricio Macri se encuentra de viaje en Nueva York tratando de cerrar la ampliación del acuerdo con el FMI no fue vista como una buena señal en el mundo corporativo.

Más bien causó preocupación y desconcierto entre los hombres de negocios, en especial por la interpretación que la renuncia del ex funcionario puede tener entre los grandes inversores internacionales con los que el Jefe de Estado se reunió en Estados Unidos para intentar mostrar signos de estabilidad y tranquilidad en cuanto al futuro de la economía y de la política monetaria de la Argentina.

También se cuestionó el “timming” elegido por Caputo para alejarse de sus funciones, con su jefe en el exterior tratando de completar en Wall Street el tramo final del acuerdo con el organismo financiero internacional que comanda la francesa Christine Lagarde.

De hecho, el ahora ex titular del Central iba a ser parte de la comitiva que acompaña a Macri en sus actividades por Nueva York, pero en los últimos días prefirió quedarse en Buenos Aires

Si bien el comunicado difundido por Caputo habla de “motivos personales”, los empresarios creen que se trató de una decisión fundamentada en las diferencias que tenía con parte del acuerdo con el FMI, más que nada vinculada con la posibilidad de aplicarse una flotación cambiaria a la hora de controlar el dólar.

“La renuncia de Caputo estando en Presidente en Estados Unidos en medio de la negociación con el FMI es una pésima noticia que genera incertidumbre”, aseguró uno de los más importantes dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), quien además espera que el cambio signifique no volver al carry trade o bicicleta financiera.

Otros ejecutivos también le cuestionaron a Caputo el momento elegido para alejarse de sus funciones que coincide con el mensaje tranquilizador que el propio Macri llevó en su tour por Wall Street y durante las reuniones que mantuvo con inversores y banqueros de Estados Unidos.

De todos modos, coincidieron en que la renuncia de Caputo le permite al Gobierno allanar una de las últimas trabas para poder firmar y anunciar la ampliación del acuerdo con el FMI sin mostrar fisuras internas sobre los alcances de este convenio en la política monetaria.

Para los hombres de negocios, la decisión también evidencia las diferencias entre los propios hombres del Gobierno en el manejo de las negociaciones con el organismo financiero internacional. “El timing de la renuncia revela las desaveniencias que tenía con el equipo económico del Gobierno por el acuerdo con el FMI”, señaló otro hombre de la UIA.

La misma postura esgrimieron desde otros sectores industriales en los cuales se vivió con sorpresa y preocupación la renuncia de Caputo, alguna vez considerado como uno de los hombres de mayor valía entre los funcionarios con experiencia financiera del Gobierno.

“Haber mostrado las diferencias renunciando en momentos en los cuales el país se acerca a cerrar el acuerdo con el FMI no me parece una buena señal”, se sincera el CEO de una de las principales empresas agroindustriales de la Argentina.

Le reprochan además sus diferencias con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y le atribuyen haber sido quien convenció al Presidente Macri de haber dado una breve conferencia para anunciar un acuerdo con el FMI que estaba lejos de cerrarse.

Advierten que sus intervenciones para contener el dólar con masivas ventas o licitaciones no eran bien vistas por el board del FMI, como tampoco por el propio Dujovne quien, con la designación de Guido Sandleris como reemplazante de Caputo tendrá ahora la chance de intervenir de manera más directa en la política monetaria.

Para los empresarios también quedó enterrada cualquier posibilidad de aplicar desde el Central una flotación entre bandas o de ajustar el tipo de cambio a la inflación como argumentos para contener o administrar el precio de la moneda norteamericana.

De hecho, algunos hasta sostienen que se sobredimensionó la figura de Caputo como piloto de tormentas ya que no cumplió con las expectativas que había generado su designación al frente del Central.  En este sentido, hasta recuerdan que con Sturzzenegger el dólar se ubicó en torno a los $30 mientras que con Caputo se disparó hasta los actuales $40.