Más allá de las versiones y filtraciones que se produjeron durante estos días sobre el plan del Gobierno para fomentar el consumo, los anuncios sobre congelamiento de valores en una gran cantidad de artículos que componen la canasta de Precios Cuidados serán postergados por lo menos por las próximas dos semanas.

No sería durante la celebración de Pascuas el momento elegido a pesar de que en algunos despachos oficiales tenían la intención de que así fuera. Privó la opinión de quienes creen que se trata de una semana laboralmente corta y en la que aquellos que pueden se toman unos días de mini vacaciones. Y que, por consiguiente, pasaría inadvertido un anuncio en cabeza del propio presidente Mauricio Macri para contar a la sociedad que hasta fin de año habrá una canasta de precios congelados de productos de primera necesidad.

También jugaría en contra del apuro por mostrar este plan de fomento del consumo antes de las próximas elecciones de las PASO de agosto y las presidenciales de octubre, la falta de certezas sobre los productos que formarán parte de esta canasta de precios congelados.

Todavía no se ha terminado de definir el combo y solamente se sabe que tendría entre 50 y 70 artículos, todos de primera necesidad.  Pero las reuniones con las empresas proveedoras y con las cadenas de supermercados seguirán durante toda esta semana y los días laborales de la próxima para terminar de armar operativamente el anuncio que seguramente ocurrirá en los días previos a mayo próximo.

En este marco, las charlas con las empresas se orientan a generar una estrategia válida que asegure el abastecimiento de los productos con los precios congelados. El objetivo es evitar lo que en algunas oportunidades ocurre con la falta de artículos del programa Precios Cuidados que no se consiguen asiduamente en las góndolas. Un caso reciente es el de la leche, que desapareció de la oferta a pesar de que desde el mismo Gobierno aseguran que el problema se encuentra resuelto.

Pero además de las cuestiones operativas, en el Gobierno también hay quienes se sienten traicionados en sus ideales y convicciones libremercadistas y alejadas de cualquier estrategia de congelamiento similares a las que fueron comunes durante otras épocas, algunas más recientes como la del kirchnerismo. El abanderado del rechazo a esta medida es Marcos Peña. El jefe de Gabinete salió públicamente a calificar de "regresivo y distorsivo" al programa de congelamiento de precios. Lo hizo durante su visita a la Cámara de Diputados para exponer sobre la gestión de Cambiemos.

Aunque admiten dejar de lado sus ideales para "poner el hombro" a un gobierno que no encuentra la fórmula para encaminar la economía, que debe lidiar con una profunda recesión, con una inflación que crece, con los altibajos del dólar y con el humor social cada vez menos tolerante a las medidas oficiales.

Saben que es necesario mostrar iniciativa en mejorar la situación de la gente de cara a los comicios que pueden terminar con el proyecto reeleccionista de Macri, si se tiene en cuenta que las encuestas lo muestran cada vez con menor intención de voto.

El propio asesor presidencial, Jaime Durán Barba, recomendó tomar medidas que intenten mejorar el estado de ánimo social con medidas que ayuden a recomponer en parte el poder de compra de los argentinos.

En la estrategia también se cuela el contenido político por el que hoy atraviesa Cambiemos. Por un lado, con sus socios radicales reclamando la adopción de medidas que mejoren la calidad de vida de la sociedad o directamente buscando romper la alianza para sumarse a otros proyectos electoralistas como el de Roberto Lavagna. Y por otro, con la diputada Elisa Carrió impulsando un proyecto de ley para modificar la ubicación de los productos en las góndolas, similar a una iniciativa en el mismo sentido que partió de la oposición peronista.

Con este marco, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, y el secretario de Comercio, Ignacio Werner, tienen la ardua tarea de completar la estrategia de congelamiento de precios durante las próximas dos semanas.

El objetivo es que antes del 7 de mayo, cuando vence la actual etapa del programa de Precios Cuidados, el propio Macri encabece el anuncio del nuevo plan que debería extenderse hasta fin de año. También se mantendrá Precios Cuidados durante el mismo período. Pero la diferencia entre ambos programas está dada por la posibilidad que permite el Gobierno de aumentar hasta un 3% o 4% los artículos del plan heredado del kirchnerismo, mientras que en el nuevo plan no habrá chances de retocar los precios a partir de su puesta en marcha.

En algunos despachos se asegura que la estrategia llevará el nombre de Precios Esenciales y admiten que ya se reservó una importante partida de fondos para apuntalar el programa con una agresiva campaña en los principales medios de comunicación.

Mientras tanto, se seguirá armando el combo que será un desprendimiento de Precios Cuidados. Es decir, se desprenderá de este programa el listado de artículos que se venderán a valores congelados y bajo el paraguas de Precios Esenciales hasta diciembre próximo.

Además, se le está pidiendo a las empresas proveedoras que sumen nuevos productos a los dos programas para poder ofrecer una canasta más completa a los consumidores.

La estrategia oficial es reclamar a los grandes proveedores un mayor aporte a cambio de no impedir aumentos en los precios de los artículos que no queden encorsetados en las políticas oficiales de precios controlados o congelados.

De hecho, por estos días varias empresas empezaron a remarcar bebidas, yerbas, pastas y aceites, entre otros artículos, teniendo en cuenta la fuerte suba de costos que deben enfrentar en el marco de una inflación que no cede y que para marzo está prevista en un 4%.

En algunas de las compañías que mantuvieron ya reuniones con el ministro Sica y el secretario Werner aseguran estar dispuestas a ayudar al Gobierno, a pesar de advertir que los productos que aportan a Precios Cuidados y los que deberán sumar a Precios Esenciales generan rentabilidad nula o directamente pérdida.

Esto, mas allá de que se trata de los artículos que más demanda tienen entre los consumidores.

"No se cubren los costos a pesar de vender más, lo cual puede ayudar a mejorar costos fijos de una planta, pero no a rentabilizar", señalan a iProfesional en una de las grandes empresas que por estas horas negocia con el Gobierno su participación en la estrategia de congelamiento de precios.

"Accedemos al pedido porque queremos poner el hombro en esta etapa crítica, pero la verdad es que no queremos saber nada con políticas de épocas pasadas como la de los congelamientos", agregan en otra compañía.

Del mismo modo analizan la iniciativa oficial en las grandes cadenas de supermercados, donde sostienen que apuntalarán el programa. "Estamos para sumar", aseguran en uno de los principales jugadores de este segmento, aunque advierten que el éxito o fracaso del plan oficial estará dado por el abastecimiento.

"Somos la cara visible, el nexo entre el programa del Gobierno y los consumidores, pero si no se aceita una buena estrategia de abastecimiento con los proveedores, es probable que el objetivo no se cumpla", anticipan en otra empresa supermercadista.

Como parte adicional de la iniciativa del Gobierno, se está también terminando de definir la estrategia para que los beneficiarios de la Anses puedan, desde mayo próximo, acceder a descuentos en todos los productos que se ofrecen en los supermercados.

Las rebajas serían aplicadas con la compra en caja pero todavía resta aceitar el mecanismo para constatar de manera online la validez del certificado de supervivencia que los beneficiarios del organismo oficial deben presentar en las cadenas para poder acceder a las rebajas.