El sector del biodiesel está en un estado crítico. Incluso, para muchas empresas, se trata de una situación terminal.

Las cerca de 30 pequeñas y medianas plantas que elaboran este derivado de la soja de manera exclusiva para el mercado interno –bajo el amparo de la ley 26.093- sufrieron en los últimos meses un cambio de las reglas de juego que las puso contra las cuerdas.

Muchas de estas firmas –claves para las economías regionales- debieron cerrar sus puertas y dejar de operar porque, según argumentan, venían produciendo a pérdida.

Otras, al estar entre la espada y la pared, optaron por seguir elaborando "bio" para no incumplir contratos, aun cuando financieramente resulte inviable y estén al borde de la quiebra.

Más allá de las diferencias con las que enfrentan esta crisis sectorial, sí hubo un consenso unánime y contundente: todas las empresas, nucleadas en la a Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB), presentaron este jueves al mediodía un recurso de amparo.

Según pudo saber iProfesional, cada una de las Pymes planteó el recurso de manera individual pero a través de un único escrito, es decir, de manera colectiva.

"Desde que se instauró el régimen que regula la actividad, es la primera vez que todo el sector se une de esta manera para presentar un amparo. Esto denota la gravedad de la crisis que golpea al sector, a punto tal que si no se corrigen las medidas que se tomaron de manera urgente, puede llevar al colapso de todo unsector que demostró que es muy importante para la economía, tanto por el empleo que genera como por su impacto positivo para la matriz energética", explicó Francisco Jauregui, director ejecutivo de CEPREB.

La raíz del problema es que la Secretaría de Comercio, que conduce Gustavo Lopetegui, alteró las reglas de juego, poniendo a todas estas Pymes al borde del colapso.

El origen del problema

¿Qué sucedió en concreto? La Secretaría de Energía de la Nación es la que mensualmente debe determinar y publicar el precio del biodiesel para el mercado interno. Esta determinación se venía realizando a través de una fórmula polinómica que contemplaba los costos que tuvo el sector del mes inmediato anterior y que le daba certidumbre al sector.

Esto era clave: el aceite de soja, la materia prima del biodiésel, representa el 85% del costo de producción, y su precio está dolarizado. El metanol, luego del aceite de soja, es el insumo de mayor importancia en la estructura de costos, y también está dolarizado.

Sin embargo, la cartera comandada por Lopetegui avanzó con dos medidas que, según denunciaron desde la entidad, significó una vulneración absoluta a los principios de previsibilidad y seguridad jurídica:

- En primer lugar, el Gobierno incumplió con los plazos: tras la actualización en febrero del precio que debían pagar las grandes petroleras que se proveen de biodiesel para efectuar el corte, llegó marzo y no hubo novedades.

En ese lapso, el billete verde se disparó y las Pymes quedaron presas del esquema por el cual debían pagar insumos con el nuevo precio del billete verde y vender al precio viejo y desactualizado.

- Pero las cosas se agravaron cuando, en abril, Energía oficializó el nuevo precio. Y ahí se comprobó que la cartera había cambiado variables fundamentales del procedimiento para calcular el valor que deben pagar las petroleras, perjudicando a las Pymes.

Un directivo consultado por iProfesional detalló lo que sucedió: "Es un contrasentido. El mismísimo Lopetegui había firmado una resolución en enero, a través de la cual introdujo un factor de corrección ante la exposición a la volatilidad del tipo de cambio, argumentando en los propios considerandos la necesidad de otorgar una mayor previsibilidad para el sector Pyme".

Sin embargo, "justo cuando más necesitábamos que nos protejan del salto del dólar, decidieron cambiar la fórmula de manera inconsulta e intempestiva y empujaron al sector al abismo. Hoy, la industria está a un paso de fundirse", agregó.

Los números no les cierran a estos pequeños y medianos establecimientos porque:

-En febrero, la última actualización previa a abril, el precio que publicó el Gobierno era de $27.660 la tonelada (el mismo que rigió para marzo).

-En abril, Energía les habilitó un valor de $28.734. Es decir, una suba de apenas 3,8% desde febrero cuando, en el medio, hubo una disparada del dólar y, por ende, un salto del valor de los insumos y de los servicios, como la logística.

Cero diálogo

En esta línea, Jáuregui planteó que "siempre tratamos de dialogar, de explicar la gravedad de la problemática que enfrentan las Pymes. Pero no obtuvimos ninguna respuesta. Por el contrario: se tomaron medidas drásticas, lo que profundiza la inconstitucionalidad de la decisión".

"Es preocupante, porque es algo que nunca había pasado, ni con otro gobierno ni con otros funcionarios de esta misma cartera", agregó.

En paralelo, un empresario Pyme que fue consultado por este medio señaló que "lo llamativo es que todas las resoluciones anteriores estaban respaldados por informes que contaban con la firma de técnicos. Esta última resolución, que modificó la fórmula, en cambio no tenía ningún respaldo. Es decir, hay una grave falta de fundamentación técnica".

La otra cuestión, es que los empresarios del sector consideran que se trata de una medida "discriminatoria", ya que no está rigiendo para los proveedores de materia prima e insumos el mismo trato que reciben las empresas petroleras que adquieren biodiesel para mezclarlo con gasoil y comercializarlo en los surtidores.

Precios, en la mira

¿Por qué el Gobierno está asfixiando a las Pymes? Lo que se rumorea es que, como no pudo controlar el dólar, le está haciendo pagar los platos rotos a las plantas que producen bio, para evitar subas que impacten en el precio del gasoil.

Sin embargo, tal como publicó iProfesional, el biodiesel prácticamente no incide en el valor del combustible: de acuerdo a un relevamiento, en los últimos meses, la suba del precio del gasoil que venden las petroleras fue nada más y nada menos que casi ocho veces superior que el alza que experimentó en ese mismo período el biodiesel que estas mismas compañías le pagan a los productores Pymes.

Así, los empresarios aseguran que este derivado de la soja no sólo tiene una incidencia mínima en la composición del precio final del producto, sino que permite que el mismo sea más barato, funcionando como un "colchón" para el bolsillo del consumidor.

"Lo más grave de todo esto es que, por una medida sin sustento de ningún tipo, se está destruyendo a un sector que fomenta las economías regionales, que permite diversificar la matriz energética, que sustituye importaciones y que se comprobó es beneficiosa con el medioambiente", concluyó Jáuregui.