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Apoyo crítico de los empresarios al pacto político entre el Gobierno y el peronismo no kirchnerista

La mayoría de los principales ejecutivos y hombres de negocios del país respaldan la iniciativa pero advierten sobre eventuales riesgos electorales
04/05/2019 - 00:12hs
Apoyo crítico de los empresarios al pacto político entre el Gobierno y el peronismo no kirchnerista

La política del consenso que exploran el Gobierno y el peronismo no kirchnerista, es mirada con buenos ojos por gran parte del empresariado argentino que considera "fundamental" la construcción de acuerdos que le permitan a la Argentina estabilidad económica y garantizar gobernabilidad mas allá de los resultados de las elecciones de octubre próximo.

Con matices, los hombres de negocios respaldan la iniciativa, aunque algunos aseguran que "llega tarde" y otros que debería ampliarse a todos los sectores opositores y no solamente al que representan Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey, bajo el el espacio de "Alternativa Federal".

El compromiso, convertido en un borrador de 10 puntos de consenso destinados a evitar cambios bruscos en las reglas de juego políticas y dar una señal de tranquilidad a los mercados internacionales, es impulsado desde la Casa de Gobierno por los máximos referentes de Cambiemos, con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a la cabeza.

Pero también están al tanto de la propuesta, el jefe de Gabinete Marcos Peña; el titular del Ejecutivo porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la gobernadora boanerense, María Eugenia Vidal.

Y se basa en una decena de puntos vinculados con la necesidad de lograr y mantener el equilibrio fiscal; sostener un Banco Central independiente, que combata la inflación; alcanzar mayor integración al mundo; respetar la ley, los contratos y los derechos adquiridos con el fin de consolidar la seguridad jurídica. También generar empleo a través de una legislación laboral moderna; reducir la carga impositiva; consolidar un sistema previsional sostenible y equitativo, y un sistema federal, basado en reglas claras, que permitan el desarrollo de las provincias y que impidan que el gobierno nacional ejerza una discrecionalidad destinada al disciplinamiento político.

Los últimos dos puntos del acuerdo se refieren a asegurar un sistema de estadísticas transparente, confiable y elaborado en forma profesional e independiente y a cumplir con las obligaciones con nuestros acreedores. Es decir, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), disipando el fantasma del default que tanto preocupa a los inversores internacionales y que sobrevuela cada vez que una encuesta informa sobre ventajas electorales de Cristina Kirchner por sobre Mauricio Macri.

En este sentido, entre los hombres de negocios existe consenso sobre la necesidad de acordar políticas comunes que permitan quitarle a la Argentina el mote de país imprevisible, cambiante y volátil. Sin embargo, algunos ejecutivos aseguran que el acuerdo llega tarde, que se debería haber firmado hace cuatro años y que en el actual momento en el que se encuentra el Gobierno se parece más a un signo de debilidad más que a la búsqueda de fortalezas de largo plazo.

Si bien la mayoría de los hombres de negocios adhiere al espíritu de acordar un camino común para el largo plazo, desde algunos sectores se critica el momento elegido para difundir el consenso. Hasta algunos advierten que se trata de un manotazo de debilidad que podría permitirle al propio Marcos Peña dejar de lado su "soberbia" y chocarse con la realidad de los acontecimientos.

Uno de quienes abona esta postura es Miguel Arrigoni, titular de First Capital Market y para quien el documento "llega tarde. se redactó más que nada por necesidad electoral y muestra que el aparato político se mueve siempre que las urnas están cerca".

"Si no se baja la tasa de interés, que se encuentra en niveles imposibles de soportar, la caía del trabajo será todavía más estrepitosa de lo que ya es", advierte el financista.

Con una mirada diferente, Alejandro Macfarlane, presidente de la distribuidora Camuzzi, califica al documento como "una declaración de principios básicos del capitalismo moderno", aunque duda sobre si logrará llevar calma a la economía doméstica y al resto del mundo.

De todos modos agrega que el acuerdo planteado por el Gobierno contiene coincidencias naturales que considera "muy básicas" y que en Argentina es necesario remarcar, "pero que en el mundo son discusiones que están superadas".

Según la visión de este empresario, "tener equilibrio fiscal, independencia del Banco Central, integrarnos al mundo y respetar los contratos no son cuestiones que merezcan demasiada discusión". Igual, estima positivo que cada sector político exponga su visión "porque evidentemente el mercado está desconfiando que el país vaya a defaultear su deuda, en un escenario electoral incierto, con lo cual que se deje en claro que no pasará es una ventaja no para el Gobierno o para un sector sino para todos".

Por su parte, Javier Madanes Quintanilla es más crítico que su colega con respecto a las posibles consecuencias "optimistas" del acuerdo. Según su visión, los consensos "son difíciles de construir" en una etapa pre electoral tan cercana a las elecciones nacionales, debido a que existe la sensación de que se pierde o cede liderazgo.

Para el dueño del Grupo Aluar y de la fabricante de neumáticos Fate, "cuesta comprender cómo un llamado consenso deja afuera a una base política que hoy representa un tercio del electorado", en clara referencia al kirchnerismo que no fue convocado para debatir la agenda de 10 puntos del convenio de convivencia política.

También plantea dudas sobre el grado de representatividad del peronismo federal al entender que todavía no tiene un referente definido lo cual estima que sucederá entre el período que va entre las elecciones de Córdoba el domingo 12 de mayo y el 22 de junio cuando vence el plazo para presentar las candidaturas.

"Hasta ahora son opiniones personales, más que una propuesta integrada", recalca Madanes Quintanilla para quien además el Gobierno debería plantear acciones concretas en la actualidad "más que fomentar acuerdos de futuro".

Según su opinión, se deberían dar respuestas inmediatas en los temas de urgente resolución, con la convalidación del resto de las fuerzas políticas para estas estrategias de corto plazo, más que nada en los temas vinculados a la reactivación de la economía, la creación de empleo y a la necesidad de salir de lo que llama "la trampa" de los instrumentos financieros.

"Todos deseamos no llegar a una traumática renegociación de la deuda, pero hoy existe mucha necesidad de salir de la situación de parate lo antes posible y no esperar hasta diciembre", advierte el dueño de una de las fabricantes de tubos de acero más importante del país.

Más optimista es la visión de Gaston Remy, presidente de IDEA y CEO de la petrolera Vista Oil, quien considera fundamental que las fuerzas políticas argentinas "accedan a algún nivel de acuerdo sobre puntos básicos de convivencia".

El ejecutivo reclama que "cedan los egoísmos y tengamos una mirada generosa que la Argentina necesita luego de mucho tiempo sin poder encontrar un rumbo en un país que tiene enormes oportunidades que se desaprovechan por falta de este tipo de consenso".

"Hace tiempo que venimos pregonando sobre la necesidad de encontrar acuerdos básicos, consensos, puntos en común, miradas del mismo estilo, pero nuestra sociedad tiene algo de patológico en querer reafirmar quienes somos a partir de las diferencias, las grietas, el anti algo", agrega el ex CEO de Dow.

Para Remy, de concretarse la iniciativa encarada por el Gobierno y un sector de la oposición, se estaría ante la presencia de "un acuerdo inédito y revolucionario, al que apoyamos fuertemente porque algo hay que hacer para fomentar acuerdos básicos y que después la política defina cómo jugar el partido pero dentro de reglas que todos respetemos".

En cuanto a la presencia del kirchnerismo como otra pata importante del consenso, Remy estima importante que "todo el arco político se sume, que todos los sectores aporten ideas, los empresarios, los sindicatos, las organismos sociales, las provincias, los municipios ".

Del mismo modo, Javier Goñi, CEO de Ledesma y presidente del Coloquio de IDEA, hace referencia a la importancia de avanzar en consensos. "Es justamente el problema que tenemos desde hace años en Argentina, que nos faltan políticas de Estado de largo plazo. Esto es comenzar a recorrer un camino y ojalá se profundice y sería ideal que también se sume el kirchnerismo sin duda", añade.

Su colega, Ignacio Noel, coincide y explica que la necesidad de acordar se basa en poder dar certidumbre sobre el rumbo económico que debe elegir la Argentina, un país que ha sido cambiante e imprevisible en casi toda su historia.

En cuanto a qué sectores deben sumarse a la iniciativa, el CEO de Sociedad Comercial del Plata (SCP) y dueño de la alimenticia Morixe, advierte que el "kirchnerismo y otros partidos minoritarios de izquierda no comparten principios básicos que sí comparte Cambiemos con la mayor parte de las demás fuerzas políticas".

Por lo tanto, defiende un pacto "que incluya menos partidos pero sea más definido en sus lineamientos porque uno más amplio sería tan generoso e indefinido que no serviria para nada".

Desde las organizaciones empresarias en tanto, también salieron a opinar sobre el pacto Gobierno-Peronismo Federal. Por caso desde la Unión Industrial Argentina (UIA), optaron por difundir un documento junto a otros sectores industriales que conforman el llamado Grupo de los 8 (G8).

En su párrafo principal, el documento reclama que el consenso alcanzado sobre estos 10 puntos constituya "el hito" a partir del cual implementar definitivamente las medidas necesarias para contener la inflación, reducir la carga impositiva, promover la inversión, generar empleo y consolidar la seguridad jurídica, "requisitos ineludibles para avanzar hacia el desarrollo de un país inclusivo

y federal".

Los empresarios dicen compartir también la necesidad de avanzar en la construcción de consensos, "promoviendo el diálogo entre las distintas fuerzas políticas y actores sociales", a la vez que adhieren al carácter prioritario de lograr los acuerdos básicos para fomentar el crecimiento sostenido y sustentable de todos los sectores y regiones del país.

"Para ello resulta imprescindible contar con políticas de Estado que tengan el largo plazo como prioridad, que brinden certidumbre y estabilidad al sector productivo, impulsando la inversión y la creación de empleo de calidad", destacan los miembros del G8. "Sin acuerdos programáticos que convoquen y comprometan a todos los partidos políticos, Argentina profundizará los problemas que la llevaron a una década sin crecimiento", destacan.

Desde la Asociación Empresaria Argentina (AEA), también apoyan el documento político y consensos en relación a políticas públicas en temas clave como lograr el equilibrio fiscal; reducir la carga impositiva, apuntando especialmente a la eliminación de los impuestos distorsivos; trabajar para contar con una legislación laboral moderna y consolidar la seguridad jurídica mediante el respeto a la Ley y los contratos.

Con la firma de su presidente, Jaime Campos, AEA respalda además la necesidad de combatir la inflación pidiendo sostener la independencia del Banco Central y, profundizar una mayor integración inteligente con el mundo.

"Este tipo de acuerdos contribuye a brindar mayor previsibilidad al futuro económico y social de la Argentina, y por lo tanto hace posible generar un clima favorable para las inversiones y la generación de empleo", agrega el propio Campos.

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