La permanente expansión que evidencia la pandemia de coronavirus viene promoviendo acciones hasta hace un tiempo impensadas en el interior de la Argentina. Una muestra contundente de esto es la decisión de varios pueblos de bloquear sus accesos con barricadas de todo tipo con el fin de evitar el ingreso de personas ajenas a la comunidad.

El primer caso de esta auténtica película apocalíptica corresponde a la ciudad de Dolores, que a horas del fin de semana largo cerró todos sus ingresos conectados a las rutas 2 y 63.

 

Lo particular es que la decisión corrió por cuenta de Camilo Etchevarren, el mismo intendente que días antes se negó a suspender la Fiesta de la Guitarra aduciendo que "ni en Dolores ni en la zona hay un solo caso" de la enfermedad.

 

Ayer, el jefe comunal dispuso la instalación de montículos de tierra a modo de barricada para anular cualquier desembarco de visitantes. "Esta medida tiene como finalidad evitar el ingreso a la ciudad con fines turísticos", se indicó desde la comuna.

Pero Dolores no es el único punto donde se aplican acciones de ese tenor. Olavarría -foto, abajo-, también en la provincia de Buenos Aires, avanzó con la misma medida durante la tarde del jueves.

 

"Queremos avisarles a quienes entren o salgan de Olavarría que sólo podrán hacerlo por R51 y Autopista Luciano Fortabat y por RN226 y Av. Pringles. Hemos decidido cerrar los demás accesos a Olavarría", escribió en su espacio en la red social Twitter el intendente local, Ezequiel Galli.

 

En Villa Gesell, en tanto, la municipalidad acumuló montículos de tierra para cercenar los accesos a las playas. De hecho, en las últimas horas se viralizaron imágenes de un conductor atravesando esas montañas improvisada al volante de una camioneta 4x4.

 

Ya en el municipio también bonaerense de General Belgrano, se bloquearon algunos accesos con cintas plásticas además de acentuar el bloqueo policial siempre para los no residentes. Lo mismo tiene lugar en Chacabuco:

 

Por último, en la localidad de Maipú la comuna también levantó montículos en las principales vías de ingreso. Al mismo tiempo, intensificó los controles por parte de la policía rural.

 

Otra de Maipú:

 

 

Más allá de las particularidades de cada caso, el objetivo es el mismo: como en una cinta futurista que refiere al fin del mundo, las comunidades se aíslan y cargan la responsabilidad de la difusión del virus en el andar de los forasteros. Que esta vez, quizás como nunca antes en los pueblos de la provincia, bajo ningún punto de vista resultan bienvenidos.