En un comunicado difundido por los medios británicos, el grupo Arcadia, propiedad del empresario Philip Green, anunció su entrada en proceso de quiebra y señaló que la consultora Deloitte ha sido designada como administrador.

De acuerdo al comunicado, el grupo que posee las tiendas TopShop, Burton y Dorothy Perkins, entre otros negocios, anunció que las mismas seguirán con sus puertas abiertas (en Inglaterra podrán reabrir con el fin del confinamiento el próximo miércoles) y que por el momento no se realizarán despidos, por lo menos no fueron anunciados.

El consejero delegado de Arcadia, Ian Grabiner, calificó el día de "increíblemente triste" para el grupo, y destacó que el cierre obligado de sus tiendas por un periodo prolongado "ha impactado severamente" sobre todas sus marcas.

El impacto de la pandemia

Pese a que la prioridad de Arcadia, dijo en el comunicado, "ha sido conservar los empleos y preservar la estabilidad financiera del grupo", los obstáculos derivados del Covid-19 han sido "demasiado fuertes".

Matt Smit, administrador de Deloitte, se mostró dispuesto a trabajar con los actuales gestores del grupo para evaluar todas las opciones disponibles para sus marcas, que también incluyen otras como Miss Selfridge, Evans, Wallis o Outfit.

"Buscaremos rápidamente manifestaciones de interés y esperamos identificar uno o más compradores para asegurar el éxito futuro de los negocios", señaló Smith tal como informan los medios locales.

Según el diario "Financial Times", el grupo británico Frasers o la compañía de moda online Boohoo son algunos de los posibles interesados en la adquisición de las marcas de Arcadia.

Dorothy Perkins, otra de las marcas del grupo.

Hace solo tres días, en una declaración enviada a Efe, Arcadia reconocía que "el cierre forzoso de nuestras tiendas durante largos periodos como resultado de la pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto material en nuestras operaciones".

Reestructuración insuficiente

Arcadia se reestructuró el año pasado a través de un acuerdo voluntario de la empresa con sus acreedores en el que cerraron 50 tiendas y se aseguró un recorte de los alquileres de las propiedades que utiliza el grupo.

La competencia de Topshop y otras marcas de diferentes rubros ha avanzado en los últimos años especialmente en el terreno digital, donde otros grandes rivales como es el caso del grupo español Zara, del imperio de moda español Inditex, han hecho grandes inversiones.

En el caso de Arcadia, fue más lento en tomar las decisiones para desembarcar en el mundo online y lograr interactuar con los clientes por esos canales, al punto tal que hoy, tras la cuarentena que obligó a muchas empresas a contactarse con sus compradores únicamente por los canales de compra digitales, están viendo las serias consecuencias que ya no tienen vuelta atrás.

A juicio de los analistas, Arcadia ha invertido mucho menos y lo ha hecho mucho más tarde que sus competidores en su negocio digital, lo que, sumado a los cierres de las tiendas físicas por la pandemia, ha hecho que su crisis se agrave hasta la quiebra que fue declarada el lunes pasado. 

Por ahora, lo único que dejaron en claro, es que buscarán la forma de sostener los empleos a fin de no tener que realizar despidos y cuidar a su personal.