Tras sortear una cuarentena que resultó fatídica para el sector, los centros comerciales de la Ciudad siguen de cerca los pronunciamientos del Gobierno en términos sanitarios y, puertas hacia adentro, ya evalúan cuáles pueden ser las consecuencias del escenario de restricciones activado ahora.

Por lo pronto, entre los emprendimientos gobierna una certeza: los shoppings no van a volver a cerrar. Al menos, eso es lo que siguen transmitiendo las cabezas oficiales cada vez que se las consulta. Pero la decisión de limitar los movimientos de la población después de las 23 también "traerá cola" para centros comerciales.

Consultado por iProfesional, Mario Nirenberg, gerente general de la CASC, la cámara que integra a los actores del rubro, sostuvo que la decisión política de mantener los centros comerciales abiertos responde "a la rigurosidad de los protocolos implementados, los cuales han generado que los shoppings no se han catalogados como lugares de riesgo para la expansión de la pandemia".

"Tenemos medidas más estrictas que cualquier comercio a la calle y eso viene haciendo la diferencia. La afectación que vemos por las restricciones que se van a aplicar tienen que ver con el transporte público y la circulación en general. Vamos a perder clientes", afirmó.

"Si las medidas se mantienen sólo por las 3 semanas establecidas, entonces el problema será breve. El inconveniente será mayor si se prolongan por más tiempo. La gente estaba volviendo a los shoppings y este contexto juega en contra. Igualmente, vamos a activar promociones y campañas para atraer al público", anticipó.

Nirenberg sostuvo que acortar el horario de funcionamiento a las 23 "no complicará a los patios de comidas ni tampoco a las áreas de entretenimiento".

En ese sentido, remarcó que se seguirá aplicando el aforo existente. Hoy por hoy, para la zona gastronómica dentro de los complejos rige una capacidad disponible del 30 por ciento, un máximo de 4 personas por mesa, uso de barbijo y gel obligatorios, y distancia social para retirar los pedidos.

 

"Las áreas de entretenimiento continuarán funcionando como hasta ahora. Con el protocolo estricto de limpieza y desinfección permanente de los juegos. Seguirán abiertas hasta las 23, tal como lo establecen las indicaciones del Gobierno", comentó.

"El único impacto que vamos a sentir tendrá que ver con las ventas. Por efecto de la menor movilidad de la gente. Fuera de eso, el funcionamiento de los shoppings no sufrirá ningún cambio en esta etapa", señaló.

Los niveles de ventas que exhiben los shoppings de Capital Federal tras el retorno del año muestran que otro gran enemigo a vencer es la recesión económica. El directivo sostuvo que las ventas crecieron 11 por ciento durante febrero –versus igual mes pero del año pasado–, aunque volvieron a caer en el transcurso de marzo.

Baja la vacancia

Un dato alentador en cuanto al estado de situación que atraviesan los shoppings corresponde a la reducción de la vacancia en los locales. Nirenberg sostuvo que del promedio del 20 por ciento constatado a fines de la cuarentena se pasó a un porcentaje cercano al 8 por ciento.

La vacancia de locales comenzó a bajar tras la salida de la cuarentena.

"En un año normal el promedio se ubica en torno al 2 por ciento. No estamos tan lejos de ese porcentaje. Se está dando mucho recambio de marcas con vistas al segundo semestre del año. Confiamos en que en ese tramo del año vamos a tener un rebote positivo en cuanto a ventas", expresó.

Para luego concluir: "Esperamos tener una mejora, también, a partir de la aprobación del alivio impositivo que pedimos hace un tiempo. Hemos solicitado una moratoria para el pago de impuestos como el ABL, también Ingresos Brutos, y confiamos se nos otorgue esa posibilidad. Tener ese tipo de opciones nos aportaría mucho alivio".

El segmento de los centros comerciales sufrió, sólo durante el primer año de pandemia, pérdidas por 1.200 millones de pesos en concepto de expensas impagas, lucro cesante y alquileres no cubiertos.