La situación de Molino Cañuelas no mejora, y en pleno concurso de acreedores comenzaron a trascender los detalles del "rojo" del que viene haciendo gala el gigante alimenticio en los últimos años. La empresa, actor determinante en el mercado local de harinas, entró en convocatoria a principios de septiembre por presión judicial.

En esa dirección, sendas acciones judiciales impulsadas por quienes reclaman pagos adeudados redundaron en la decisión de la firma, extendida también a su controlada Compañía Argentina de Granos SA (CAGSA).

A través de un comunicado al que accedió iProfesional, Molino Cañuelas informó en ese momento que había llegado a esa instancia "pese a los esfuerzos realizados en estos últimos años de negociaciones, y no obstante al consenso alcanzado con una relevante cantidad de las instituciones financieras involucradas, incluida la banca nacional y organismos multilaterales".

"Con esta medida busca proteger sus activos, los puestos de trabajo directos e indirectos de la empresa y los intereses de los propios acreedores, manteniendo su estructura productiva y asegurando su continuidad operativa en todas sus plantas y establecimientos industriales y comerciales", aclaró la compañía.

El proceso sigue en marcha y en las últimas horas trascendieron nuevos detalles de los acreedores de la alimenticia. Molino Cañuelas reconoce un pasivo del orden de los 1.320 millones de dólares, aunque buena parte de esa deuda está en moneda nacional.

El Banco Nación, el Provincia, BICE, Ciudad y Banco de Córdoba, están a la cabeza entre las entidades públicas a las que más les debe la firma en cuestión. Según pudo constatar iProfesional en la base de datos del Banco Central (BCRA), Molino Cañuelas también debe millones a los bancos Galicia, Hipotecario, HSBC, BBVA y Santander. Y varios miles al Supervielle.

Suman más de 40.400 los millones de pesos de deuda con estas compañías y otras compañías del ámbito bancario. En la base del BCRA buena parte de la deuda aparece en la situación 5, esto es, "irrecuperable".

La alimenticia también tiene a Cargill como acreedor, por un monto de casi 7.300 millones de pesos. Asimismo, la empresa le adeuda 675 millones de pesos a Ferrostaal Equipment Solutions GmbH, firma que en octubre de 2013 aportó financiamiento para la adquisición de equipos para procesamiento, embalaje y máquinas de hornear.

Según reportes del sector agrícola, Molino Cañuelas tiene obligaciones incumplidas con la suiza Ameropa por 548 millones de pesos, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) por 328 millones en moneda nacional y también le adeuda 236 millones de pesos a Marolio.

Mientras se siguen "blanqueando" los números del rojo de la alimenticia, Molino Cañuelas viene de recibir un respiro en la Justicia.

La compañía sintió el impacto de las devaluaciones y el menor consumo que originó la pandemia.

Ocurre que, por aplicación del artículo 20 de la Ley de Concursos y Quiebras (LQC), el Juzgado en lo Civil y Comercial y de 6° Nominación de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba, resolvió que la empresa podrá continuar con la ejecución del contrato de apertura de líneas de crédito con el Supervielle.

El tribunal, encabezado por la jueza Mariana Martínez, recordó que el proceso concursal tiene la finalidad central de lograr la recomposición de la firma para que pueda hacer frente a sus obligaciones, sostener su producción, proteger a los trabajadores y, en la instancia oportuna, ofrecer un acuerdo.

De ahí la decisión, la cual señala que la continuidad del contrato "le garantizaría a la concursada un flujo de fondos que le permitiría hacer frente a sus necesidades ordinarias y corrientes acordes a una explotación y producción diversificada". El Juzgado mencionado estableció que "los fondos que lleguen de la entidad crediticia no pueden ser afectados al emprendimiento de nuevas actividades o acciones que impliquen un giro comercial extraordinario o en desmedro de los acreedores".

Un derrumbe que se veía venir

Ya a mediados del año pasado, iProfesional informó que Molino Cañuelas bordeaba la liquidación de activos a partir de una deuda del orden de los 1.400 millones de dólares.

Las sucesivas devaluaciones, sumadas a una baja en los números de comercialización, terminaron acentuando la crisis de una compañía que en 2018 debía más de 760 millones de dólares.

La firma es un auténtico gigante en la producción de harinas y otros alimentos.

Previo a la pandemia, Molino Cañuelas supo conformar un comité de acreedores y en marzo de 2019 había alcanzado una suerte de acuerdo con quienes mantenía las deudas más abultadas.

Hoy por hoy, la empresa en cuestión opera 15 plantas industriales en 6 provincias. Durante los últimos 2 años logró lanzar unos 150 nuevos productos al mercado. Es el principal productor de harina de la Argentina.

Cañuelas, Pureza, 9 de Oro, Paseo, Cukis, Mamá Cocina, Horno Casero, Pizza Pietro y Dulce mamá, son algunas de sus marcas controladas.