Una franquicia de reconocida cadena de comidas rápidas se declaró en quiebra
Una franquicia de la cadena internacional de comida rápida Subway, operada por la empresa CGA Corporation en la ciudad de Montebello, California, inició un proceso formal de reestructuración tras declararse en quiebra. La presentación judicial se realizó el pasado 25 de junio ante el Tribunal de Quiebras del Distrito Central de California, bajo el Subcapítulo V del Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos.
La compañía reportó tener activos valuados entre 50.000 y 100.000 dólares, mientras que sus pasivos podrían superar los 500.000 dólares. Esta diferencia patrimonial motivó la solicitud de protección judicial, en un intento de reorganizar sus operaciones y continuar con el negocio en funcionamiento. El proceso previsto en el Subcapítulo V está diseñado específicamente para pequeñas empresas, y permite una reestructuración más simplificada y menos costosa que la del Capítulo 11 tradicional.
Hasta el momento, CGA Corporation no brindó detalles específicos sobre las causas que la llevaron a iniciar el proceso de bancarrota. Sin embargo, fuentes del sector y analistas señalan varios factores que pueden haber contribuido al deterioro económico de la unidad de negocio. Entre ellos se mencionan el aumento de los costos operativos, la caída en el flujo de clientes, la inflación generalizada en los Estados Unidos y una creciente competencia en el mercado de alimentos.
La situación financiera de esta franquicia forma parte de una coyuntura más amplia que afecta a la cadena Subway en su conjunto. En lo que va de 2024, la marca cerró 631 locales en Estados Unidos, según datos del portal de estadísticas Statista. Se trata de la mayor reducción de unidades desde el año 2021, y se suma a una pérdida acumulada de más de 7.600 sucursales desde 2016.
Reestructuración bajo un nuevo propietario
Subway fue adquirida recientemente por el fondo de inversión Roark Capital, en una operación valuada en aproximadamente 9.600 millones de dólares. Este fondo también posee participaciones en otras marcas del sector alimenticio, como Arby’s, Dunkin’ y Buffalo Wild Wings. La adquisición fue parte de una estrategia de consolidación dentro del segmento de restaurantes de servicio rápido.
Pese a la compra, la compañía sigue enfrentando desafíos para mantener su presencia en el mercado estadounidense. El cierre de locales en 2024 refuerza una tendencia a la baja que comenzó varios años atrás. La pérdida sostenida de puntos de venta plantea interrogantes sobre la viabilidad de algunas franquicias y sobre el impacto de los cambios de hábitos de consumo en la industria.
Factores que impactan en el rubro
El caso de CGA Corporation no es el único dentro de este escenario. Las cadenas de comida rápida en Estados Unidos han experimentado en 2025 una disminución en la afluencia de clientes, atribuida a varios factores económicos y sociales. El incremento de precios en los productos ofrecidos es uno de ellos. De acuerdo con reportes del sector, el valor de productos emblemáticos como el Big Mac se duplicó desde 2014.
Ante esta situación, compañías como McDonald’s y Burger King implementaron políticas de descuentos y promociones, buscando evitar una mayor pérdida de clientela. Sin embargo, los consumidores han comenzado a optar por otras alternativas. Entre las principales tendencias actuales se destacan el aumento del consumo en el hogar y la preferencia por alimentos considerados más saludables o naturales.
Además de los aspectos financieros, Subway ha enfrentado dificultades relacionadas con la percepción de su marca. En los últimos años, la empresa se vio involucrada en controversias vinculadas con la calidad y autenticidad de sus ingredientes. Uno de los casos que generó mayor repercusión fue el de los cuestionamientos al contenido del atún utilizado en sus sándwiches. Otro episodio se centró en el pan, que según algunas denuncias no cumplía con los estándares para ser clasificado como tal bajo la legislación alimentaria de ciertos países.
Estas situaciones derivaron en una crisis de confianza en la marca, lo que habría contribuido a la reducción del número de clientes y, en consecuencia, al cierre de locales. Aunque la empresa respondió públicamente a estos cuestionamientos, el impacto en su reputación persistió y coincidió con una caída sostenida en su volumen de ventas en Estados Unidos.
Reconfiguración del sector
La situación de Subway refleja un cambio estructural dentro del segmento de comidas rápidas en Estados Unidos. Las nuevas generaciones de consumidores, junto con un contexto económico más exigente, han impulsado transformaciones en la forma de consumo, en las expectativas sobre los productos y en los canales de distribución.
En ese marco, muchas empresas del sector evalúan cambios en sus modelos de negocio, desde la implementación de menús con ingredientes orgánicos hasta el desarrollo de estrategias centradas en la venta digital y el retiro en tienda. La aparición de startups gastronómicas que operan exclusivamente con entregas a domicilio también representa un nuevo desafío para las cadenas tradicionales.