NEGOCIACIONES

Carrefour se va de Argentina: Cencosud se mete en la discusión y busca quedarse con las 700 sucursales

Entre los competidores hay nombres pesados del supermercadismo local y conglomerados internacionales con grandes ambiciones regionales
Por L.C.
NEGOCIOS - 22 de Septiembre, 2025

La operación de venta de Carrefour Argentina avanzó a una instancia clave con la presentación de ofertas formales. El proceso, coordinado por Deutsche Bank, involucra unas 700 sucursales en todo el país y representa una de las transacciones más relevantes del sector supermercadista en los últimos años.

El interés que despertó la operación refleja la importancia de la red de puntos de venta de Carrefour, que posee presencia en múltiples provincias y una capilaridad territorial sin equivalentes en el mercado local. Entre los interesados aparecen tanto grupos argentinos con trayectoria en el rubro como jugadores internacionales que buscan consolidar o expandir su posición en el país.

Entre los oferentes figuran empresarios con fuerte presencia en el sector. Francisco De Narváez, propietario de la cadena Ta-Ta en Uruguay y actual dueño de Walmart Argentina, busca ampliar su participación en el mercado con la adquisición de nuevas bocas. A su lado aparece Alfredo Coto, referente del sector supermercadista local, con una red de tiendas que compite directamente con Carrefour.

También participan Sophia Capital, la familia Braun —controladora de La Anónima—, el empresario Rubén Cherñajovsky, dueño del grupo Newsan, y el fondo Inverlat, actual propietario de Havanna. Estos actores se enfocan principalmente en la posibilidad de adquirir partes del negocio, con interés en segmentos o regiones específicas que complementen sus operaciones existentes.

Carrefour se va de Argentina: el avance de Cencosud

La novedad más significativa provino de Chile. El grupo Cencosud, propietario de Jumbo, Disco y Vea en Argentina, se posicionó como uno de los principales candidatos para quedarse con la totalidad del paquete. En mayo ya había cerrado la compra de Makro y Basualdo por 122,5 millones de dólares, consolidando su presencia en el formato mayorista.

Fuentes cercanas al conglomerado señalaron que la intención es ampliar la presencia territorial y generar sinergias con las marcas que ya opera.

Su estrategia no se limita a los hipermercados: el grupo busca fortalecer su red en ciudades intermedias y diversificar sus formatos, lo que le permitiría mejorar su competitividad en zonas donde la competencia directa es más reducida.

El proceso también atrajo a inversores de otros mercados. El fondo estadounidense Klaff Realty, propietario de Tienda Inglesa en Uruguay, presentó una oferta para ingresar en el negocio argentino. Con más de 100 sucursales bajo gestión y una facturación anual de 750 millones de dólares, el grupo cuenta con la experiencia para competir en el mercado regional y sumar escala en la Argentina.

El desembarco de Klaff sería un paso estratégico, ya que representaría su ingreso a un mercado de mayor tamaño, con posibilidades de crecimiento en consumo masivo pese al contexto de incertidumbre macroeconómica.

El atractivo de Carrefour

El interés que despierta Carrefour se explica en gran medida por su estructura operativa. La compañía cuenta con una extensa red de sucursales que incluye hipermercados, supermercados y tiendas de conveniencia bajo el formato Express. Esa capilaridad le permite llegar a consumidores de distintos segmentos y regiones, algo que otras cadenas no han logrado replicar en igual medida.

Paradójicamente, mientras se analizan alternativas de venta, Carrefour continúa expandiéndose en el país. Recientemente concretó la compra de la cadena Super A, con casi 20 autoservicios en Mendoza, y anunció la apertura de una nueva sucursal en Neuquén, apuntando a reforzar su presencia en la Patagonia. Estas decisiones alimentan la hipótesis de que el grupo francés podría conservar el formato Express y desprenderse de los hipermercados, cuya operación resulta más costosa en un escenario de consumo retraído y márgenes ajustados.

El contexto económico argentino incide directamente en las negociaciones. La inflación, la volatilidad cambiaria y la presión impositiva afectan las decisiones de inversión de las compañías. A su vez, la caída del consumo masivo y la competencia en precios complican la rentabilidad de las grandes superficies, lo que explica la reestructuración de estrategias.

Al mismo tiempo, analistas destacan que el proceso no está desligado de factores políticos. Las medidas que adopte el Gobierno nacional en materia de estabilidad macroeconómica, incentivos fiscales o regulaciones comerciales pueden influir en la decisión final de los oferentes.

Impacto en el sector

La definición de la operación tendrá consecuencias directas sobre la estructura del mercado minorista argentino. Una eventual adquisición por parte de Cencosud implicaría una concentración significativa en el sector, mientras que una compra fragmentada por jugadores locales permitiría una distribución más equilibrada entre competidores.

Los efectos se extenderán al empleo, a la red de proveedores y a los consumidores. Carrefour emplea a miles de trabajadores en el país y mantiene vínculos comerciales con productores de alimentos, bienes de consumo masivo y servicios logísticos. Cualquier cambio de control repercutirá en la dinámica de esas relaciones.

El desenlace aún no está definido, aunque las miradas del mercado se concentran en la puja entre Cencosud y los grupos locales con mayor capacidad de financiamiento. De concretarse, la operación se ubicaría entre las más importantes del retail argentino de la última década y marcaría un punto de inflexión en la configuración del sector supermercadista.

La expectativa se centra en cómo se resolverá la pulseada y qué modelo de negocio prevalecerá: una concentración en un solo actor regional con gran escala, o una redistribución entre diferentes grupos locales y fondos de inversión.

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