Cómo invertir en el mercado inmobiliario de EE.UU. desde u$s30.000
Acceder a inversiones inmobiliarias en Estados Unidos ya no es exclusivo de grandes fondos internacionales ni de individuos con capitales millonarios. Hoy, gracias a Dividenz, los inversores argentinos pueden participar en activos de renta que ya están construidos, alquilados y en funcionamiento, lo que les permite obtener ingresos en dólares de manera pasiva y respaldados por uno de los mercados más estables y seguros del mundo.
La compañía, con sede en Nueva York y oficinas en varios países de la región, administra una cartera cercana a los u$s1.000 millones, con más de 3.500 unidades entre residenciales, locales comerciales y parques industriales distribuidas en distintas ciudades como Miami, Nueva York, Houston o Denver. Su modelo replica lo que hacen grandes fondos globales como BlackRock o Blackstone: comprar edificios de renta y distribuir los beneficios entre los inversores. La diferencia está en que, en lugar de exigir tickets de decenas de millones, Dividenz permite comenzar a invertir desde 30.000 dólares.
"Lo que hacemos es dar acceso a activos que generan flujo inmediato, en los que ya hay contratos firmados con inquilinos de primer nivel, de modo que el inversor no asume riesgos de construcción ni de vacancia", explicó Iván Chomer, CEO de Dividenz, durante una rueda de prensa en la que participó iProfesional. Esa estrategia, agregó, apunta a cubrir una necesidad muy presente en la región: la de diversificar parte del patrimonio en un mercado más estable y con moneda dura.
Cómo funciona y qué rentabilidad ofrece
El proceso de inversión es completamente digital. El cliente se registra en la plataforma, selecciona un proyecto, firma los contratos de manera electrónica y transfiere sus fondos a Estados Unidos. Treinta días después de la operación, ya comienza a recibir las primeras rentas mensuales.
La rentabilidad que ofrecen estos negocios inmobiliarios promedia entre el 12 y el 15% anual. Según Chomer, "los activos multifamiliares, comerciales e industriales en EE.UU. ofrecen hoy una rentabilidad anual promedio del 12 al 15%, compuesta por un 4 a 6% proveniente de rentas mensuales y el resto de la capitalización al momento de la venta del activo".
El atractivo es que los edificios ya están en marcha y con contratos garantizados, lo que asegura un flujo previsible y sostenido. "Ofrecemos acceso a edificios terminados, alquilados y en operación, con contratos firmados por inquilinos de primera línea como Starbucks, Panera Bread Lease o empresas en parques industriales como Home Depot. Eso le garantiza al inversor un flujo seguro y previsible", detalló el ejecutivo.
El monto mínimo de inversión es de u$s30.000, aunque el ticket promedio de los clientes se ubica entre u$s75.000 y u$s80.000. "Muchos prueban con u$s50.000, ven que los retornos llegan al mes siguiente y luego amplían su participación", comentó Chomer.
Según Chomer, más del 60% del capital administrado hoy corresponde a argentinos, mientras que México se posiciona como el segundo mercado en importancia y con mayor proyección de crecimiento, seguido por Colombia, Chile y Perú.
La principal ventaja de invertir en activos con flujo es que, incluso en un escenario de caída de precios, el inversor puede esperar a que el mercado se recupere sin dejar de percibir sus rentas en dólares. Esa combinación de ingresos inmediatos y posibilidad de capitalización futura convierte al modelo en una opción atractiva para quienes buscan estabilidad y preservación de valor.
Más alternativas: fondos diversificados y una cuenta en dólares
Además de los fondos cerrados que apuntan a edificios de renta específicos, Dividenz amplió su propuesta con el lanzamiento de Mixed Fund, un fondo de tasa variable que integra distintos activos y permite diversificar aún más el riesgo.
Como complemento, la compañía desarrolló Dividenz Account, una cuenta remunerada en dólares en Estados Unidos que permite que los fondos líquidos de los clientes —aquellos que aún no se destinaron a inmuebles— también generen rendimiento diario. Esa cuenta, respaldada por JPMorgan Chase Bank N.A., se asocia a una tarjeta Mastercard internacional que devuelve un porcentaje de cada compra en concepto de cashback. De este modo, los inversores no solo obtienen ingresos pasivos a partir de propiedades en Estados Unidos, sino que también pueden rentabilizar su dinero mientras esperan nuevas oportunidades y utilizarlo de manera cotidiana.
"Lo que buscamos es que cualquier inversor pueda diversificar una parte de su patrimonio, con la tranquilidad de que está en uno de los mejores mercados del mundo y generando rentas pasivas en dólares", concluyó Chomer. En definitiva, las inversiones inmobiliarias en Estados Unidos a través de Dividenz se consolidan como una alternativa concreta para quienes buscan ingresos en dólares respaldados por activos de renta, con la ventaja adicional de hacerlo en un mercado sólido y con reglas claras.