Microfranquicias: cuánto hay que invertir y cuáles son los rubros son más rentables
Las microfranquicias se consolidan como alternativa para ingresar al mundo del franchising con capital limitado. En la Argentina, representan el 20% del total de franquicias y crecen impulsadas por modelos compactos, procesos estandarizados y la búsqueda de ingresos en dólares o ajustados a la inflación.
La Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF) estima que el país superará los 60.000 puntos de venta en 2025, con un aumento del 10% interanual. El 70% de las marcas activas ofrece opciones con inversiones entre u$s10.000 y u$s50.000, según un relevamiento reciente de la entidad.
"Las microfranquicias permiten acceder a un negocio probado, con bajo riesgo y soporte de marca. Es una puerta de entrada para emprendedores que buscan autoempleo o diversificar ingresos", explicó Susana Perrotta, de la AAMF.
Qué son y cómo operan
Una microfranquicia es una versión simplificada de una franquicia tradicional. Conserva los manuales operativos, la capacitación y la supervisión del franquiciante, pero reduce costos y superficie. El franquiciado administra el local con uno o dos empleados y en ocasiones directamente desde su casa o un punto de venta móvil.
Estos modelos resultan atractivos por su bajo costo inicial, estructura flexible y rápida puesta en marcha. También porque muchos rubros pueden operarse en espacios pequeños —desde 20 a 45 m2— o incluso mediante contenedores, islas o locales móviles.
Cuánto invertir y qué esperar
La inversión inicial varía según el rubro, la ubicación y los requerimientos de cada marca, pero los ejemplos más accesibles parten desde u$s10.000. En el caso de franquicias gastronómicas, el costo promedio ronda los u$s30.000, mientras que los formatos de servicios o venta minorista pueden arrancar con menos de 20.000 dólares.
Los principales gastos incluyen canon de ingreso, adecuación del local, mobiliario y stock inicial. Además, debe contemplarse el capital de trabajo para operar durante los primeros tres a seis meses.
Según la AAMF, el plazo de recuperación de inversión oscila entre 18 y 30 meses, según del flujo de ventas y los costos fijos. En contextos inflacionarios, el repago tiende a acelerarse, ya que los ingresos se actualizan más rápido que los gastos de instalación.
Rubros con mejores perspectivas
Los sectores que más se adaptan a la lógica de microfranquicia son los que combinan alto volumen y baja complejidad operativa.
- Gastronomía rápida y café al paso: heladerías pequeñas, locales de empanadas, panaderías exprés o cafeterías compactas. Requieren mínima infraestructura y garantizan consumo recurrente.
- Retail y servicios cotidianos: kioscos, locales de celulares, productos para mascotas y tiendas de limpieza ecológica. Son rubros de margen medio y rotación alta.
- Bienestar y estética: salones de uñas, depilación y barberías. Se expanden en barrios con tráfico peatonal y bajo costo de alquiler.
- Educación y capacitación: talleres, academias y centros de apoyo escolar. Permiten operar en locales chicos o dentro de espacios compartidos.
En la actualidad, marcas como Grido, Café Martínez, Open 25, Cebra y Bubble Tea Factory ofrecen versiones "compactas" de sus franquicias. Algunas, incluso, permiten operar con formatos modulares o kioscos móviles en shoppings y avenidas de alto tránsito.
Qué tipo de locales requieren
Los locales de microfranquicias suelen tener entre 30 y 50 m2, ubicarse en zonas comerciales de cercanía y priorizar el contacto directo con el público. En el caso de gastronomía, se exige ventilación adecuada, habilitación municipal y acceso a servicios básicos. Los contratos de alquiler suelen firmarse por 24 o 36 meses, con ajustes semestrales o anuales según el índice pactado.
También crece el modelo "llave en mano", donde el franquiciante entrega el local totalmente armado, listo para operar. Este formato simplifica la puesta en marcha y reduce errores de adecuación.
Consejos para el inversor
Antes de ingresar en una microfranquicia, especialistas del sector recomiendan:
- Verificar antecedentes del franquiciante: revisar contratos, soporte y cantidad de unidades activas.
- Comparar márgenes y rentabilidad neta: no sólo el nivel de facturación.
- Analizar la ubicación: el 60% del éxito depende del punto de venta.
- Revisar plazos de contrato y regalías: suelen oscilar entre 3% y 8% de la facturación.
- Solicitar el manual operativo y acompañamiento inicial.
- Proyectar capital de trabajo mínimo para seis meses.
Para Marcelo Salas Martínez, de Café Martinez y experto en el tema, "la microfranquicia democratizó el acceso al modelo. No se necesita ser empresario ni disponer de grandes sumas: basta con disciplina, gestión y una buena ubicación. Es ideal para jóvenes profesionales, parejas o personas que buscan complementar ingresos".
El especialista advirtió, sin embargo, que el bajo costo no garantiza éxito. "Hay que entender que la franquicia da el método, no las ventas. Un local mal ubicado o mal administrado puede fracasar igual. La clave está en la gestión diaria y en respetar los procedimientos del franquiciante".
Patricio Folatelli, creador de Smart Drink, una empresa argentina que desarrolló cápsulas para cocteles similares a las de café, explicó que el modelo de microfranquicia busca "acercar el negocio a quienes quieren emprender sin asumir un riesgo elevado". Según detalló, una franquicia de la marca requiere una inversión de u$s3.000, muy por debajo de los montos necesarios para una franquicia tradicional, que suelen superar los u$s10.000 o u$s20.000 solo en alquiler y equipamiento.
Folatelli sostuvo que "el riesgo es mucho menor, porque no se necesita un local ni un stock inicial elevado, y se puede emprender sin dejar el trabajo actual". El formato incluye capacitación, uso de la marca, asistencia en redes sociales y un esquema flexible para quienes no tienen experiencia previa en el rubro. "Ofrecemos una solución completa que permite iniciar con poco capital y aprovechar el posicionamiento de una marca que ya está consolidada", afirmó.
Qüem S.A., empresa especializada en alimentos congelados, presentó "Qüem Circle", un formato pensado para dietéticas, vinotecas, autoservicios o pequeños locales gastronómicos. La propuesta requiere una inversión inicial estimada entre u$s5.700 y u$s8.000, con la posibilidad de operar dentro de un comercio existente y sin necesidad de abrir un punto de venta nuevo.
Panorama del mercado
En los últimos cinco años, el sistema de franquicias creció un 20% y generó más de 200.000 empleos directos en el país, según la AAMF. La mayoría de los nuevos franquiciados pertenece a la franja de 30 a 45 años y busca independencia económica más que expansión corporativa.
Con un consumo todavía moderado, las microfranquicias aparecen como un formato intermedio entre el autoempleo y la inversión tradicional. Combinan bajo riesgo, escalabilidad y la posibilidad de replicar modelos exitosos.
"En 2025 el sistema alcanzará una madurez inédita: más emprendedores, más marcas y más formatos pequeños adaptados al contexto argentino", concluyó Perrotta.