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ALERTA

Las megafusiones abarcan cada vez más sectores estratégicos

Ya alcanza a la banca, minas, informática, energí­a y medios. El escenario cambia el rostro de los mercados, donde el fin es unirse para ser más fuertes
12/05/2007 - 14:01hs
Las megafusiones abarcan cada vez más sectores estratégicos

La imparable ola de megafusiones y alianzas llega a todos los sectores -telecomunicaciones, banca, minas, informática, energí­a, medios de prensa- modificando el rostro de los mercados mundiales, donde prima una divisa: unirse para ser mas fuertes.

El último ejemplo de esa ola fue, esta semana, el sector minero, donde proliferan rumores de compra del número tres mundial Rí­o Tinto por parte del lí­der BHP Billiton, lo que podrí­a convertirse en la tercera mayor adquisición de una empresa en toda la historia, publica el diario mexicano El Economista.

Si se realiza, serí­a la mayor operación jamás realizada, después de la compra de AOL por Time Warner en 2000 y de Mannesman por Vodafone en 1999.

Expansión en el mercado minero
Pero es en las últimas fechas cuando el proceso de consolidaciones se ha disparado
. A principios de semana, el gigante norteamericano del aluminio Alcoa anunció su intención de comprar a su rival canadiense Alcan por 33.000 millones, una oferta hostil que generó inquietud en Canadá.

El precio récord de los metales estimula esas operaciones. "Los grupos están confiados, piensan que los precios van a mantenerse altos, que los beneficios serán muy importantes y que podrán devolver rápidamente las deudas contraí­das para comprar", explica a El Economista Stephen Briggs, analista del banco francés Société Générale.

En ese contexto, el brasileño CVRD se hizo a fines de 2006 con el canadiense Inco por u$s13.300 millones, convirtiéndose en el segundo grupo minero mundial.

El último martes, esta vez en el sector de la información financiera, el canadiense Thomson Corporation y el británico Reuters anunciaron un acuerdo para que el primero compre al segundo por 13,000 millones de euros (USD 17,500 millones).

De esa operación saldrí­a un nuevo gigante de la información financiera, mientras en el mismo sector News Corp trata de comprar Dow Jones en Estados Unidos.

Tecnológicas y bancos
Otro sector en plena ebullición es el de la informática e Internet, en plena expansión de la publicidad en lí­nea. Según la prensa estadounidense, el grupo informático Microsoft intentarí­a comprar o aliarse con el portal de internet Yahoo! para competir contra su rival común Google.

En el ramo bancario, la batalla por el banco holandés ABN Amro, por el que pujan el británico Barclays y un consorcio de bancos (el escocés Royal Bank of Scotland, el español Santander Central Hispano y el belga-holandés Fortis) podrí­a dar lugar a la mayor fusión bancaria de la historia.

Con la Unión Europea presionando para un mercado único en banca y finanzas, la batalla por el banco holandés se anuncia despiadada.

La mayor operación transfronteriza en Europa databa de 2005, cuando el alemán HypoVereinsbank (HVB) fue comprado por el italiano UniCredit por un monto bastante inferior, 15.000 millones de euros. ABN-Amro es hoy valorado en torno a los 70,000 millones de euros.

Espí­ritu nacional
Pero la ola de fusiones en todos los sectores ha despertado también el sentimiento nacionalista en paí­ses como España e Italia, ambos con gobiernos de izquierda.

El ejecutivo español de José Luis Rodrí­guez Zapatero (socialista) se opuso ferozmente a la OPA del grupo alemán de energí­a EON para engullir a la energética Endesa.

Para seguir izando la bandera española, Endesa debe pagar el precio de verse seccionada y repartida entre su compatriota Acciona, la italiana Enel y EON.

Por su lado, el gobierno italiano de Romano Prodi (centro-izquierda) recibió con inquietud la decisión del presidente de Pirelli, Marco Tronchetti, de vender la mayorí­a de su holding que controla Telecom Italia a ATT, el mayor grupo de telecomunicaciones de Estados Unidos, y a América Móvil, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim.

Pero finalmente ATT desistió de la operación, cediendo el lugar a un consorcio de bancos italianos -apoyados por el gobierno de Prodi- interesados en quedarse con la joya de la industria nacional, privatizada en 1997.