Si hay un lugar en el mundo en que la mayoría de las personas coinciden en llamar santo, ese es Jerusalén.

Sucede que las tres principales religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam) consideran la consideran una tierra sagrada. De hecho, su mismo nombre significa "Ciudad de Paz" en hebreo o "La Santa" en árabe.

Por eso no es de extrañarse que la capital de Israel -que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981- reviva cada año en la Semana Santa.

Miles de turistas -principalmente cristianos que recuerdan la Pasión de Cristo- llegan a la ciudad para celebrar los días que transcurren entre el Domingo de Ramos (que recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén) y Pascua (la resurrección del Señor, luego de su muerte en la cruz).

Así, toda la semana se convierte en una celebración litúrgica, donde religión y turismo se entrecruzan de una manera excepcional.

Domingo de RamosComo no podía ser de otro modo, el Monte de los Olivos -ubicado en el valle de Kidrón, al este de Jerusalén- reúne a peregrinos de los cinco continentes durante el Domingo de Ramos.

Según describe el sitio LocuraViajes.com, estas personas ponen todo su fervor y oraciones en un camino que los lleva desde la iglesia de Betfagé (donde supuestamente se encuentra la roca en la que se apoyó Jesús para subirse a su asno), hasta la misma entrada en Jerusalén, en lo que es la representación del camino que hizo siglos atrás el propio Cristo hasta entrar triunfalmente a la ciudad.

Luego se dirigen a la Iglesia de Santa Ana en Getsemaní, o ingresan a la ciudad a través de las murallas por la Puerta de San Esteban.

Jueves y Viernes Santos

Los momentos más emotivos y llamativos se dan el Jueves Santo, día en que los cristianos recuerdan la Última Cena de Cristo, en la que instauró el sacramento de la Eucaristía y tras la cual fue traicionado por Judas.

Ese día se celebra una misa en el Santo Sepulcro, una iglesia que comparten los católicos, ortodoxos y armenios. Allí se realiza el lavatorio de pies, tal y como hizo Jesús con sus apóstoles.

"Más abajo, en el Cenáculo, está el sitio donde Jesús celebró su Última Cena, un lugar santo que está siendo motivo de disputa entre el Vaticano, que lo reclama, y el Estado de Israel, y que sólo se abre dos veces en el año para los católicos: en Jueves Santo y en Pentecostés", explicó Javier Gómez, para LocuraViajes.com.

Desde allí se emprende la marcha hacia la Basílica de la Agonía, donde en la tarde del Jueves Santo se vuelve a celebrar otra misa, pues junto a ella está el Huerto de Getsemaní donde Jesús hizo sus últimas oraciones antes de ser apresado acusado por el beso de Judas.

De hecho, es en ese momento cuando comienza la verdadera Pasión de Cristo y, por lo tanto, los momentos culminantes de la Semana Santa en Jerusalén.

El Viernes Santo por la mañana todos los grupos que se han dado cita en Israel hacen una peregrinación en Vía Crucis por las callejas empedradas de la capital, siguiendo el camino que lleva hasta el monte Gólgota (Calavera), y haciendo las estaciones penitenciales que recuerdan los distintos momentos del camino a la cruz, incluyendo las caídas.

"Las sensaciones a estas alturas de la peregrinación se han vuelto contradictorias, pues esas mismas calles poco antes se han visto repletas de tiendas de recuerdos y souvenirs religiosos, de turistas expectantes, de calor humano. Pero esas sensaciones que en cualquier otro momento podrían considerarse ‘ociosas', ahora son algo más profundo", opinó Gómez.

Y añadió que "parece que el misticismo, o que la energía que fluye de las paredes y de las piedras de aquellas laberínticas calles te envuelven, desplazándote a otra época".

"Tus pasos avanzan, pensando en lo ocurrido sobre aquellas mismas piedras hace cientos de años, hasta que llegas a ese destino deseado", resumió.

PascuasTal como su nombre lo indica, el Sábado de Vigila es un momento de espera antes de lo que es el corazón de las creencias cristianas: la resurrección del Señor.

La Pascua es un momento de celebración, y en Jerusalén ese domingo se vive con gran alegría y fe. En esa fecha se realiza una nueva peregrinación hasta el Santo Sepulcro, donde se vuelve a celebrar una misa pontifical y otra procesión.

La última celebración litúrgica se realiza a 11 kilómetros de Jerusalén, en Al Qaibe donde se supone que Jesús Resucitado se apareció por primera vez a sus discípulos.

Otras actividadesMás allá de las celebraciones propiamente cristianas, Jerusalén cuenta también con otras opciones como conocer la histórica Ciudad Vieja, el Museo del Holocausto Yad Vashem o el Museo de las Tierras Bíblicas, entre otras actividades.

"Cualquiera que ponga un pie en estas tierras, no puede dejar de conocer uno de sus sitios más icónicos: el Muro de los Lamentos, último vestigio del Templo de Jerusalén, que supo ser un santuario de Israel, donde ahora se ubican la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa", recomendó el sitio web especializado TurismoOnline.com.

Construido por Herodes, se trata de uno de los sitios más sagrados de todo Jerusalén y considerado especialmente santo por los judíos debido a que es el último trozo del muro que rodeaba el Templo por el sur y por el este.

Siempre está repleto de personas que se acercan y realizan alabanzas y pedidos, tanto de forma escrita como oral.

Los judíos han alabado y orado frente a este muro durante los últimos dos mil años, creyendo que este es el lugar accesible más sagrado de la Tierra. Sucede que ellos no pueden ingresar al interior de la Explanada de las Mezquitas, que sería el más sagrado de todos en su creencia.

En Argentina, una réplica del Muro de los Lamentos se alza en el parque temático Tierra Santa. Gracias a un acuerdo con la embajada de Israel, los papeles que se depositen en este sitio son enviados al verdadero sitio santo.

¿Cuánto cuesta viajar?

El sitio web Mi Agencia de Viajes ofrece un circuito clásico por Israel desde poco menos de u$s1.000 (sin aéreo).

Se trata de un combo de 8 días, que permite visitar Tel Aviv, Galilea y Jerusalén junto a un guía de habla hispana y alojamiento diario con desayuno.

Otra opción es aprovechar el viaje para conocer otros destinos dentro de la zona. Por ejemplo, la misma agencia ofrece un tour de 20 días por Israel, Jordania, Sinaí y Egipto (con crucero de cuatro días por el Nilo) desde poco menos de 3.300 dólares.

Para más información sobre la ciudad, puede visitar el sitio de la municipalidad de Jerusalén (en inglés) o GoIsrael.com (en español).