La pérdida de reservas que afecta al Banco Central (BCRA) acelera las expectativas de devaluación de los inversores y ahorristas en la Argentina y en el exterior. A tal punto que, en estos días, los futuros de Nueva York ya convalidan un dólar oficial de $9,60 para el año próximo.

El precio supone una suba del 66% en el tipo de cambio (o una devaluación del peso del 40%) que parece exagerada para los analistas y los banqueros locales. En los contratos que se negocian dentro del país, el ritmo esperado para el dólar es menor. Y se sugiere, para ese plazo, un nivel más cercano a los $7,30. En este segmento, en donde el plazo más largo es abril del año que viene, la tasa implícita es del 28%, relata Ambito Financiero.

"La variación en los precios de los NDF señala la desconfianza que tienen los analistas extranjeros en la evolución del tipo de cambio de la Argentina. Es un mercado que opera con muy poca liquidez, pero que marca la pauta de cómo ven la cosa desde afuera. Es lógico que a esta altura, con déficit fiscal, emisión, caída de reservas y menor cosecha se incrementen las expectativas de devaluación", comentó al matutino un operador de cambios que pidió no ser nombrado.

Como sea, las presunciones de los contratos de ambas plazas ya superan ampliamente los $6 que pronosticó para fin de año el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El billete cerró el viernes en los $5,76 para la venta en las casas de cambio y en los bancos de la City, y quedaría en diciembre por encima de los 6,15 pesos.

En el sector vinculan estas expectativas a la sensible caída de reservas que está sufriendo el Banco Central. El cociente entre su stock de divisas y la base monetaria, un indicador de la capacidad de respaldo que tiene el organismo sobre los pesos en circulación, refleja ahora un tipo de cambio de $9,45. Éste era, hace un mes, de $8,80; y hace un año, de 5,80 pesos.

El Banco Central no logra revertir la pendiente. Debió vender en el mercado cambiario u$s1.000 millones durante los últimos 60 días y cerró de esta manera el bimestre con mayor pérdida de divisas en el año por esta vía. Su stock de reservas, que antes se reducía por el pago de deudas a organismos internacionales, la salida de depósitos en moneda extranjera y la caída de los activos en los que están posicionadas las reservas, se ve ahora afectado por la creciente demanda de billetes del sector privado.

Todo parece haber confluido para convencer a los inversores de que, hacia adelante, la devaluación del tipo de cambio oficial deberá ser mucho más fuerte que la que llegaron a prever en los últimos meses. En esta sintonía, el billete que prevén en Nueva York para fin de año se ubica en 6,75 pesos.

En el mercado descartan, además, que haya motivos para suponer que la brecha entre el dólar "blue" y el oficial pueda acortarse en los próximos meses. Esto significa que, si llegaran a convalidar las expectativas de devaluación que están mostrando los inversores en nueva York, la Argentina tendría a fin de año un tipo de cambio informal de $11, que llegaría a escalar hacia los $15,66 dentro de un año, concluye el matutino.