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Pese a las crí­ticas, el Gobierno justificó la represión de las protestas laborales

Capitanich defendió el accionar de Gendarmería y Policía Federal que el lunes y el martes desalojaron a trabajadores con balas de goma, gases y palazos
10/07/2014 - 19:42hs
Pese a las crí­ticas, el Gobierno justificó la represión de las protestas laborales

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, justificó este jueves el accionar de las fuerzas de seguridad en el desalojo de los últimos cortes que concretaron manifestantes en autopistas y accesos a esta Capital, al remarcar que "no es posible que existan grupos minúsculos que obstaculicen la actividad del país, impidiendo el tránsito".

Capitanich, quien aseguró que la Gendarmería y Policía Federal actúan de manera "prudente y razonable" cuando tienen que intervenir ante protestas callejeras, rehusó opinar sobre los cuestionamientos de CELS y del diputado kirchnerista Leonardo Grosso, quienes denunciaron metodologías represivas.

En su habitual rueda de prensa en la Casa Rosada, el funcionario se refirió de esta manera a los últimos cortes que se realizaron en protesta por los despidos de trabajadores de la autopartista Lear y remarcó que el Gobierno busca "generar las condiciones para exista un diálogo entre las partes en conflicto para la búsqueda de soluciones de manera racional".

"No es posible que existan estos grupos minúsculos que obstaculicen la actividad del país, impidiendo el tránsito en las rutas o autopistas, que son estratégicas para la circulación", manifestó Capitanich.

El ministro coordinador añadió: "No debemos soslayar la vigencia de estrategias deliberadas de grupo opositores radicalizados desde el punto de vista ideológico, con el objetivo de generar alteración de las condiciones del funcionamiento normal de la sociedad".

"Las fuerzas de seguridad tienen un protocolo de intervención con el objeto de no afectar derechos de terceros, pero se hace de una manera prudente y razonable", indicó Capitanich en declaraciones reproducidas por DyN.

El martes pasado, la Gendarmería Nacional desalojó con balas de goma, gases lacrimógenos y palazos a un grupo de manifestantes que cortaba la autopista Panamericana, en la localidad bonaerense de General Pacheco, en el marco de una jornada de lucha en adhesión a los trabajadores despedidos de Lear, que también incluyó manifestaciones en el centro porteño y el puente Pueyrredón.

Apenas se enteró de los hechos en la autopista, el premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel declaró un "enérgico repudio a la represión llevada adelante hoy durante la jornada nacional de lucha contra los 200 despidos de los trabajadores de Lear, contra los trabajadores y su abogado, organismos de Derechos Humanos, estudiantes y otras organizaciones que los estaban acompañando".

"No se puede tolerar que cuando los trabajadores salen a reclamar por sus fuentes de trabajo y sus legítimos derechos sean brutalmente reprimidos como ocurrió hoy. Fueron decenas los heridos y cinco los detenidos, para los cuales exigimos su inmediata liberación", sostuvo el referente de los derechos humanos.

Además, el lunes se registró una situación similar con trabajadores ferroviarios de Tatsa y Emfer, quienes estaban cortando la avenida General Paz.

Tras estos episodios, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), organismo de derechos humanos cuyo referente es Horacio Verbitsky, emitió un comunicado titulado "Preocupante desplazamiento en la política de no represión de la protesta social".

Por su parte, Grosso, quien es diputado nacional del Frente para la Victoria, criticó ayer al secretario de Seguridad, Sergio Berni, por la represión a trabajadores despedidos de empresas autopartistas, al acusar al funcionario de ser "funcional a la oposición".

"Acá, en esta Argentina, no se reprime. Nosotros defendemos a los laburantes", aseveró el legislador, quien apuntó: "Berni es funcional a la oposición. Dos días de represión a obreros y los medios -progres- no dicen nada".