iProfesional

El Gobierno en un laberinto: para no ceder Ganancias, arriesga a que se generalice "cláusula gatillo" en salarios

El Ejecutivo ensaya una arriesgada estrategia en el conflicto petrolero. Para compensar el impacto del impuesto, avala la reapertura de paritarias
06/11/2014 - 10:12hs
El Gobierno en un laberinto: para no ceder Ganancias, arriesga a que se generalice "cláusula gatillo" en salarios

El conflicto petrolero en el sur del país tomó un curso inesperado y a esta altura dejó de ser una negociación meramente sectorial para transformarse en un banco de pruebas donde el Gobierno se juega la definición de la política salarial para los próximos meses.

A pocas horas de que los sindicatos patagónicos paralizaran la industria de los hidrocarburos, el Ejecutivo logró suspender la medida de fuerza prevista para este jueves y mantuvo firme su rechazo a cualquier modificación en el Impuesto a las Ganancias.

Pero a cambio tuvo que hacer una oferta arriesgada, que le traerá un alto costo político y económico, en momentos que cada vez son más los gremios en busca de un alivio al impuesto y a la creciente inflación.

Para evitar ceder en uno de los puntos donde tiene menos margen de maniobra -como es Ganancias, uno de los pilares de su ingreso tributario-, el Gobierno intenta "privatizar" la solución, con el riesgo de que se genere un "efecto dominó" de reclamos por bonos y reapertura de negociaciones salariales.

Ocurre que en las tratativas con los petroleros, los representantes de la Casa Rosada dieron su visto bueno al adelantamiento de las paritarias del sector, de modo de compensar el impacto del gravamen sobre los sueldos con un aumento antes de fin de año.

La viceministra de Trabajo, Noemí Rial, admitió que en el actual contexto de la discusión, con gremios que poseen las remuneraciones más altas del país, "un bono de tres mil o cuatro mil pesos no tiene sentido".

"Vamos a hacer las paritarias como corresponde y por ahí podemos llegar a un acuerdo puente", especuló.

De esta manera, la administración de Cristina Kirchner avanzó en la estrategia de "tercerizar" hacia las empresas privadas el costo de una mejora en los ingresos sin afectar las cuentas fiscales.

En su preocupación por descomprimir el clima de conflictividad ya cerca de fin de año, la Rosada se vio forzada a implementar una salida que hasta ahora no tenía contemplada y que pone en cuestión varios de sus propios argumentos para rechazar un aumento antes de que concluya el 2014.

Por un lado, contradice la advertencia que había hecho la propia Presidenta la semana pasada en un congreso de industriales, dónde les dio a entender que si otorgaban un plus no tenían después motivos para reclamar por la pérdida de productividad.

"Si pueden pagar un bono, no les debe ir tan mal", les dijo con elocuencia.

En otras palabras, el mismo Gobierno que les pide a las compañías moderación es ahora quien les exige "absorber" la pérdida que ocasiona Ganancias en los asalariados.

Y, por otra parte, la propuesta arrimada a la mesa de negociación abre una brecha en el discurso de los principales funcionarios para negarle una mejora a los empleados públicos.

Tanto el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, como el secretario de Comercio, Augusto Costa, aseguraban que los salarios no habían perdido poder adquisitivo frente a la inflación y que, por lo tanto, no se justificaban los reclamos de un adicional de fin de año y la reapertura de negociaciones.

Ahora, habrá que ver cómo justifican que una eventual "suma puente" para petroleros, no sea válida para los estatales y maestros, con sueldos más cercanos al mínimo y paritarias cerradas por decreto con porcentajes de los más bajos.

Frente fiscal

La defensa a rajatabla del actual esquema de Ganancias muestra la preocupación oficial por la situación fiscal y el costo que está dispuesto a pagar por resguardar la recaudación de uno de los tributos que más ingresos asegura.

Según los datos de Economía, el déficit fiscal real fue de $118.000 millones en agosto y ascendería a $300.000 millones para fin de año, incluyendo las ayudas del BCRA y ANSES.

Por ello, el Ejecutivo rechazó de plano todas las propuestas elevadas por los petroleros que contemplaban algún cambio en el gravamen. Desde el pedido de exceptuar el medio aguinaldo hasta modificar las escalas, la respuesta fue un "no" rotundo.

"Este Gobierno logró lo que ninguna dictadura pudo: quitarle el aguinaldo a los trabajadores", dijo a iProfesional un vocero de los petroleros.

La contracara de mantener intacta la "caja" es la aceptación implícita de mecanismos indexatorios que les permitan a los sindicatos defender su poder adquisitivo frente al incesante incremento del costo de vida.

"Estamos encarando por otro camino, el Gobierno ya dijo que el tema de Ganancias no está en su agenda", señaló el senador Guillermo Pereyra, secretario general del Sindicato de Trabajadores Privados de Petróleo y Gas de Río Negro, La Pampa y Neuquén.

Así, las paritarias del sector hidrocarburífero, originalmente previstas para marzo de 2015, comenzarán el próximo lunes en la sede de la cartera laboral.

En el acta firmada al término de la reunión se acordó "constituir una mesa de diálogo tripartita con el fin de iniciar negociaciones salariales en el marco de la paritaria que vence el 31 de diciembre del 2014", pero también se deja abierta la posibilidad de otros aspectos al establecer que "en dichas negociaciones" se puedan analizar "cuestiones convencionales que cada entidad gremial y cámara empresarial evalúen como relevantes a resolver".

El hecho de que los petroleros sean el rubro mejor pago del país - dentro del personal regido por convenio - hace que sea el más afectado por el virtual congelamiento en el nivel a partir del cual empieza a tributarse Ganancias.

Según los dirigentes de este gremio, el efecto combinado de la inflación y el impuesto hacen que más de un tercio de los ingresos nominales de los trabajadores petroleros terminen yendo a la AFIP.

"Tenemos un sueldo bruto de $35.000; de bolsillo nos queda $21.000 o $22.000, pero un alquiler en Comodoro Rivadavia cuesta $11.000", bramó el secretario general del gremio petrolero en Chubut, Jorge Ávila.

Efecto dominó

Lejos de haber cerrado el conflicto, la "solución" allanada por los funcionarios de la Rosada dejó en evidencia que los pedidos por Ganancias repercuten cada vez más sobre la política salarial del Ejecutivo y amenazan con generalizar los reclamos de recomposición salarial.

En este sentido, el gobernador de Chubut, Marín Buzzi, admitió que se trabaja en "una salida no solamente en lo que hace a los petroleros sino al conjunto de los trabajadores que pagan el impuesto".

No obstante, afirmó que "la cantidad de gente que tributa Ganancias en el país es mínima, con lo cual es un tema nuestro y bien patagónico".

Así, ensayó una respuesta que podría ser la vía de escape argumentativa de Nación para intentar esquivar el efecto contagio que podría tener una "suma puente" a los petroleros.

Uno de los gremios que se encuentra en la misma situación es el de los bancarios, que también responsabiliza al Gobierno por mantener intacto el gravamen que "degrada" los salarios y prevé lanzar un paro nacional la semana próxima.

En medio del guiño oficial a las empresas petroleras para otorgar una compensación, los bancos por ahora rechazaron al planteo gremial de una suma extraordinaria no remunerativa para fin de año que compense la pérdida de poder adquisitivo del salario debido al avance de la inflación.

"Hasta ahora no tenemos una solución concreta y creemos que una medida de fuerza para el 12 y 13 de noviembre es el único camino para defender nuestros derechos y nuestros ingresos", dijo el vocero de la Bancaria, Eduardo Berrozpe.

En tanto, los docentes privados de Sadop reclamaron este miércoles la "urgente" reapertura de la paritaria nacional "para debatir cómo recuperar el poder adquisitivo del salario de los educadores" antes de fin de año, mientras los maestros de Catamarca iniciarán mañana una huelga de 48 horas por un bono salarial y en Tucumán también reclamaron subas.

La dirigencia expresó que "apoya todas las acciones legítimas, como paros y movilizaciones, de las seccionales en defensa de los docentes privados".

En tanto, el jefe de Suteba, Roberto Baradel, advirtió que si la provincia de Buenos Aires "abre la negociación anticipada y no se escuda en que Nación la defina, sirve de mucho y genera condiciones para que no haya conflictos" y ratificó que si no son convocados mañana a las negociaciones "pondremos fecha al paro".

"No se puede aceptar que el presupuesto educativo sea menor al del año pasado", sostuvo. Y concluyó: "Estamos planteando que se recupere el poder adquisitivo ahora, no hubo respuesta, estábamos planteando que se revea el Presupuesto en relación al del año pasado, y tampoco".