China siempre estuvo cerca: Cristina busca oxÃÂgeno polÃÂtico y financiero para la etapa final de su gobierno
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Escalerilla de avión, alfombra roja, guardia de honor, hotel cinco estrellas, brindis, apretones de manos, sonrisas para la foto, cenas de gala...
Los viajes internacionales están entre las mejores cosas que les ocurre a los presidentes, sobre todo si el clima doméstico no es tan amable y entonces el paÃs anfitrión ofrece, además, la posibilidad de una pausa refrescante en medio del estrés polÃtico.
Pero para Cristina Kirchner nunca un viaje se habÃa parecido tanto a una gran bocanada de oxÃgeno como el que inicia en China. Primero, porque la potencia asiática es, a esta altura, el último soporte financiero en el último año de un gobierno al que el mundo considera en default.
Pero además, inesperadamente, porque la reunión con su colega Xi Jinping le brinda a Cristina la posibilidad de tomar distancia de la crisis polÃtica creada tras la denuncia y la muerte del fiscal Alberto Nisman.
En los últimos dÃas circularon versiones en sentidos opuestos: algunas decÃan que la Presidenta querÃa adelantar su partida, como forma de salir del centro de la escena. Otras, en tanto, apuntaban que se habÃa intentado, sin éxito, posponer la cumbre presidencial, justamente por el clima polÃtico.
Lo cierto es que la fecha originalmente prevista no se modificó, de manera que Cristina, con bota ortopédica y en el epicentro de su más grave crisis polÃtica, continuará su agenda en las antÃpodas de la Argentina, acompaÃ