El liderazgo no es una cuestión de estilo, aunque influye.

El estilo, como la cosmética, puede mejorar al rostro de una persona, optimizar su apariencia... pero no le cambia lo más profundo de su ser.

En el centro del fenómeno del liderazgo se encuentran ciertos factores que lo constituyen. Son los atributos que hacen que alguien influya positivamente en un grupo humano, es decir, le permita hacer el trabajo de liderar. 

Existe coincidencia en que estas competencias se encuentran presentes en las personas que lideran, independientemente del contexto y la organización que se trate; son condición necesaria, capacidades centrales.

Como representan los cimientos del liderazgo, son intrínsecos a las dinámicas que se producen entre las personas, y resultan básicos para la construcción de un vínculo positivo. Facilitan la construcción de autoridad real, imprescindible para sustentar el poder de posición.

Piense ahora en los candidatos presidenciales. Para usted, ¿Quién cuenta en mayor grado con las aptitudes y actitudes que le permitirán liderar con más autoridad cuando asuma el poder? Le propongo cinco atributos a considerar, para que haga su propia evaluación y pueda pronosticar acerca de quién será más efectivo en el rol de liderazgo.

1. Tener un propósito que provea de sentidoa una comunidad. Identificar un Sueño o Visión para las personas. Incluyente. Desafiante. Alcanzable. Que oriente e ilusione. 
2. Comunicar en distintos niveles el propósito para generar el compromiso necesario y la movilización consiguiente. Crear y transmitir mensajes que atiendan a lo conceptual - racional y lo emocional, sin descuidar ninguno de los dos aspectos.
3. Organizar el talento requerido para la tarea. Construir equipos, delegar funciones, capacitar y desarrollar gente, son algunos de los trabajos relevantes de este punto.
4. Poseer fortaleza y equilibrio de carácter, que le permita hacer frente tanto a los éxitos como a los desafíos, frustraciones y pérdidas inevitables.
5. Ser Ejemplo. Integridad que se expresa en la coherencia de vida. Autenticidad, que lo hace creíble y confiable. 

No en vano coloco a este factor en último lugar, tiene una razón: la integridad es la base sobre la que se asientan las demás características. Y es por dónde, si ésta falla o está ausente, se resquebraja la relación entre la persona que lidera y los liderados.

En vista de lo anterior, y con la información que usted dispone, ¿Cuál de los candidatos cuenta en su haber con mayor cantidad y calidad de recursos personales para enfrentar el desafío del liderazgo? ¿Quién parece poseer mejores cimientos sobre los que construirse y poder dar mejor servicio a su pueblo?

De cara al próximo domingo, y con vistas a los desafíos que como país nos esperan, puede ser conveniente que no dejemos de evaluarlo...