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Diez claves para entender el futuro de Dilma, acosada por el juicio polí­tico
03/12/2015 - 10:08hs

En el punto más bajo de su popularidad, con un nivel de rechazo a su gestión por encima del 70% y en medio de una economía que muestra algunos de los peores indicadores en varias décadas, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se juega su futuro político.

También, está en el banquillo el destino del Partido de los Trabajadores, ese mismo que catapultó a Luiz Inácio Lula da Silva al centro de la escena, responsable de poner en marcha el llamado "milagro brasileño". 

Sin embargo, los tiempos cambiaron. Y mucho. Hoy en día, las estadísticas muestran valores paupérrimos. Y, lo que es peor, toda la dirigencia política está bajo un manto de sospechas por la gran trama de corrupción que se tejió alrededor de Petrobras.

Cuentas secretas en Suiza, tráfico de influencias y aumentos injustificados de patrimonio fueron algunos de los ingredientes de un menú que terminó por generar un fuerte hartazgo en la sociedad del país vecino. 

Pero los problemas no se detienen allí: la posibilidad de que Rousseff pueda enfrentar un juicio político que le ponga fin a su mandato hoy tiene en vilo a todo Brasil, pero también a la región y al mundo. 

A continuación, un decálogo para entender el trasfondo de esta crisis política e institucional y los distintos escenarios que se abren en un país muy relevante para la Argentina, dado que es su principal socio comercial.

1. ¿De qué se la acusa a Dilma Rousseff?  

El eje central de la acusación se basa en los retrasos que tuvo el gobierno de Dilma a la hora de transferir dinero a los tres bancos federales (Banco do Brasil, Caixa Económica y Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social) para que se cancelen las cuotas de múltiples programas sociales que implementó el PT. 

Frente a esto, los bancos debieron utilizar sus propios recursos para esos desembolsos. Esto, en la práctica, constituyó un préstamo al Gobierno pero, por ley, debería haber pasado por el Congreso.

En definitiva, la oposición considera que esta maniobra permitió maquillar el déficit fiscal que acumula la administración de Rousseff, a la vez que le posibilitó obtener un rédito político. 

El fiscal que impulsa la causa aseguró que "hay una multiplicidad de conductas irregulares”, dado que "el Gobierno generó gastos sin tener el dinero suficiente, sin sustentación financiera” y se valió de la banca pública para financiarlos.

En diálogo con iProfesional, Gustavo Segré, analista internacional y CEO de la consultora Center Group aseguró que "este tipo de movimientos están prohibidos por la Ley de Responsabilidad Fiscal. Dilma, al apelar a esta jugada escondió el déficit y esto lo utilizó con fines electorales". 

2. ¿Quién dio luz verde a la apertura del proceso de juicio político?

Este punto es uno de los más llamativos, dado que revela la gran guerra interna que se desató en el seno mismo de la base aliada del gobierno de Rousseff. 

Quien aceptó abrir el proceso fue el mismo Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados y miembro del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que integra la base aliada junto al PT y que hoy sostiene a Dilma en el poder. 

Cunha anunció su decisión en una rueda de prensa, en la que aclaró que no encontró ninguna objeción para rechazar la acusación y en la que dijo lamentar haber autorizado un proceso que, en su opinión, el país necesitaba enfrentar.

3. ¿Por qué la propia base aliada boicotea a la jefa de Estado? 

Para Segré, este pase de facturas es consecuencia directa de la compleja trama de corrupción que hoy hunde al gobierno de Rousseff y, además, deja en evidencia la frágil alianza que hoy mantiene unidas a las diferentes facciones. 

Según el experto -que fue uno de los pocos analistas que hace meses advirtió sobre el riesgo de que Dilma podría no culminar su mandato-, en el marco de las investigaciones por el caso Petrobras, se descubrió que Cunha había recibido un soborno de u$s5 millones que tenía en una cuenta en Suiza, algo que el legislador había negado insistentemente. 

Cuando esto salió a la luz, una comisión del Congreso brasileño impulsó un pedido de desafuero en contra de Cunha, que corre el riesgo de perder su cargo como presidente de la Cámara y como diputado. Entre los diputados que votaban y debían resolver el futuro del legislador, tres eran del PT. Y fallaron a favor de iniciarle un proceso. 

"Para Cunha esto fue una traición y lo que hizo fue una suerte de devolución de gentilezas al aceptar abrir el proceso de juicio político en contra de Rousseff", afirmó Segré, para quien "esto marca una fractura irremediable entre el PMDB y el PT. No estamos hablando de que son opositores, el fuego cruzado se está dando en la propia base aliada". 

4. ¿Cómo continúa el proceso en contra de Dilma?

Antes de que se de inicio a un juicio político, previamente la Cámara de Diputados deberá crear en estas próximas 48 horas una comisión con miembros de todas las bancadas, en número proporcional al que tienen en el cuerpo. La misma tendrá que pronunciarse sobre el mérito de la acusación.
Si se avanza, se deberá notificar a Rousseff quien luego tendrá un plazo de diez sesiones para pronunciarse y plantear una estrategia de defensa.  
Tras dicho pronunciamiento, la comisión contará con un lapso de cinco sesiones para votar el informe final. Este es un punto clave ya que se decidirá a favor o en contra de la apertura del proceso. 
5. ¿Qué deberá suceder para que se avance con un juicio político? 
Según la Constitución brasileña, un pedido de impeachment contra la jefa de Estado del país vecino debe ser admitida por los dos tercios de la Cámara de Diputados, es decir 342 votos positivos de un total de 513 miembros del cuerpo.
Es decir que Dilma necesitará de 171 sufragios para archivar el proceso.
Si bien las matemáticas podrían favorecerla, el clima político tan volátil no hace suponer que sea un trámite tan sencillo para Dilma. 
6. ¿Qué sucederá en caso de que se abra el proceso de destitución?
De aprobarse en Diputados, el Senado inicia un juicio político y contará con un plazo de 180 días para desarrollar el proceso, que será liderado por el presidente de la Corte Suprema. Durante ese período, la jefa de Estado quedará suspendida.
En caso, Michel Temer, vicepresidente de Brasil y que también pertenece al PMDB se hará cargo del puesto. 
Para que se concrete una eventual destitución de Rousseff se necesitará contar con dos tercios de los votos de la cámara alta (54).
7. ¿Qué ocurrirá si se decide remover del cargo a Dilma? 
Si la la jefa de Estado llega a ser removida, "no podrá presentarse en ninguna elección para un cargo público durante ocho años", sostuvo Segré. 
Además, el vicepresidente Temer pasará a hacerse cargo por lo que resta del período. 
8. ¿Qué sucederá en caso de que se rechace su destitución? 
Si a lo largo de los 180 días no hay ningún dictamen en Senadores, Dilma será absuelta y podrá reasumir de inmediato como jefa de Estado. 
Para Segré, "aun sin que prospere el pedido de juicio político, ya nada será igual a partir de ahora para Dilma y para el PT. Rousseff no tiene más poder, ya no manda en Brasil. Quien realmente manda hoy es el PMDB". 
9. ¿Cómo están las "apuestas" para el impeachment? 
Bajo la óptica de Segré, "hay un final abierto, el desenlace es impredecible. Hoy el PT tiene apenas 60 diputados y el PMDB que es quien dio luz verde a que se inicie un proceso, posee 65". 
En tanto, Marcos Troyjo, profesor de Relaciones Internacionales ex diplomático brasileño, coincidió al asegurar que "hoy la probabilidad de que el juicio político se inicie es de un 50-50".
 
Para el experto, el "elemento más importante que puede determinar si el juicio político avanza" es lo que suceda con Cunha. El legislador tendrá dos semanas para presentar sus descargos por la acusación que hay en su contra por le pago de sobornos. 
Si permanece como líder de la mayoría de la Cámara de Representantes pero enfrenta un juicio, entonces u capital político quedaría tan disminuido que, para Troyjo, sería poco probable que pueda conseguir los votos para que inicie el juicio político de destitución de Rousseff. 
10. ¿Cuál es el futuro de Lula y del PT?
Segré se mostró categórico al afirmar que la crisis política que afecta al Gobierno de Brasil "podría acabar con el Partido de los Trabajadores y con la carrera de Lula, que incluso puede ir preso". 
"De hecho, hay funcionarios importantísimos del círculo íntimo del ex presidente que hoy están siendo investigados o que directamente ya están tras las rejas", disparó el experto. 
Cabe destacar que Lula prestó declaración de manera voluntaria ante la Fiscalía, que lo investiga por supuesto tráfico de influencias para hacer que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) favoreciera a la constructora Odebrecht.
En este contexto, para Segré "hoy no es descabellado suponer a una Dilma fuera del Gobierno".
"Si el PMDB le suelta la mano, se caerá. Hoy, ese partido que forma parte de la base aliada tiene el poder para echarla o mantenerla. Y también tiene una oportunidad histórica, restando tres años de mandato, de hacerse cargo del Ejecutivo y aspirar a la presidencia de cara al 2018, borrando al PT tras muchos años en el poder".

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