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Un arranque peor al previsto: las ventas de autos no responden y se viene el enero más negro de la última década
29/01/2016 - 14:00hs

La teoría económica que se fue escribiendo a lo largo de la historia argentina indica que cada vez que se estuvo en la antesala de una devaluación, en distintas ramas de actividad se registró un salto en las operaciones de venta.

Esto, como consecuencia de consumidores deseosos de anticiparse al impacto que el salto del dólar tiene sobre los precios.

Este comportamiento especulativo fue el que pudo observarse claramente, por ejemplo, a fines de 2013: los rumores de que el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, iba a propiciar un fuerte deslizamiento del billete verde, alentó a miles de argentinos a apurar la compra de un 0Km

Sucede que el mercado automotor es muy sensible a las variaciones del tipo de cambio.

Básicamente porque el 50% de los vehículos que se comercializan en el país provienen del exterior y, además, porque los nacionales tienen un contenido de piezas importadas que promedia el 70%. 

Así, el encarecimiento del dólar siempre termina repercutiendo en las listas de venta al público. 

La avidez por anticiparse a la devaluación llevó en ese entonces a que los patentamientos registrados en enero de 2014 -producto de operaciones comerciales iniciadas mayormente el mes previo- se metiera en el podio como el tercer registro más elevado de toda la historia, de la mano de 108.000 unidades vendidas. 

El "efecto cobertura" quedó en evidencia dado que en ese arranque de año se concentraron casi el 16% de todos los patentamientos de 2014, una cifra que se ubicó muy por encima del 10% registrado para el mismo mes de 2013. 

Hoy en día, tras el recambio de Gobierno, que avanzó con un paquete de medidas para normalizar el mercado -incluyendo devaluación y fin del impuestazo-, no sólo no se está gestando un buen arranque de año, sino que la caída está siendo mayor a la prevista. 

Faltando contabilizar pocos días para el cierre del primer mes del 2016, los números previos que manejan las terminales están lejos de ser alentadores

Si bien en el mercado daban por descontado que era inviable esperar un boom de operaciones, tampoco preveían un inicio tan flojo. 

Se estima que los patentamientos culiminarán este enero por debajo de las 60.000 unidades. 

Para ponerlo en perspectiva, esto no sólo implicará una caída respecto al mismo período de 2015 (que de por sí había sido muy flojo), sino que también significa que el mercado se encamina a cerrar el peor arranque de año desde el 2005, cuando se habían patentado 53.000 vehículos (ver cuadro). 

Por qué se profundizó la caída del mercadoEn el sector marcan un cambio fundamental respecto del escenario que se diera en otros momentos en los que también se palpitaba una devaluación

A fines de 2013, por ejemplo, los precios de los vehículos venían muy retrasados con respecto a la inflación.

Y aún cuando se veía venir un salto del billete verde, al haber un mercado muy bien abastecido -que no estaba afectado por el impuestazo- las maniobras especulativas por parte de las agencias estuvieron bastante contenidas

En diciembre último, en cambio, como consecuencia de lo que los economistas denominaron como una de las devaluaciones más anunciadas de la historia argentina, los concesionarios ya se habían anticipado y los 0Km tendieron a subir más de la cuenta. 

Así, los precios que se pasaron a manejar en el mercado quedaron muy inflados respecto de los valores oficiales sugeridos por las propias marcas, lo que hizo que se anulara la sensación de "oportunidad" entre los compradores

Además, enero en sí mismo tampoco fue un mes propicio para alentar operaciones. 

En los últimos días, tras las subas registradas a fines de 2015, todas las marcas masivas volvieron a ajustar las listas, con incrementos que fueron del 15% al 35%. 

De modo que los autos con precios "nuevos" hoy contrastan con los salarios desactualizados, que no han parado de perder poder de compra en términos reales. 

Además, si bien se eliminó el impuesto interno, el reacomodamiento de los valores llegó únicamente a los modelos premium, que bajaron, en promedio, un 35% en dólares.

Sin embargo, de la mano del efecto devaluatorio, el descenso fue mucho menor en pesos, del orden del 10 por ciento. 

Cabe destacar también que el gravamen sólo alcanza a modelos de gama media-alta y a unidades de lujo, que explican menos del 5% del share.

Es decir, los cambios en el tributo por sí solos no son suficientes para traccionar todo un mercado, cuya dinámica depende de los entry level. 

Otro dato importante es que las medidas "market friendly" con las que avanzó el equipo de Alfonso Prat Gay (desarme del cepo, flexibilización del régimen de importaciones) todavía no se han plasmado en una recomposición de los stocks por parte de terminales e importadoras

Fuentes vinculadas con los concesionarios advirtieron a iProfesional que hay numerosas marcas que no están pudiendo cumplir con el cronograma de entregas, en muchos casos, afectando el normal abastecimiento de los modelos más populares. 

En el caso de la producción, las fábricas recién están reorganizándose tras varias semanas de paradas técnicas programadas y de vacaciones generalizadas. 

"Las terminales están entregando pocos autos porque se están acomodando al nuevo contexto. Recién desde que liberaron el cepo al dólar y empezaron a ponerse a tono con los proveedores pueden proyectar la producción. A esto se suma que enero es un mes de vacaciones y que muchas paran o reducen las jornadas laborales”, explicó Rubén Beato, secretario de ACARA.

Cabe destacar que el sector cerró 2015 con una producción de 543.000 unidades, lo que implicó una baja del 12% respecto a los niveles del año previo, al tiempo que se constituyó como la marca más floja desde el 2009.

A esto se sumó que, en los últimos meses de la gestión kirchnerista -condicionada por un Banco Central prácticamente vaciado de reservas- se habían paralizado las operaciones de importación, lo que achicó aun más los stocks.

"Aunque mejoró notablemente el clima y todo parece indicar que este año no faltarán autos, todavía no se están notando los cambios en el oferta. Hay entregas pendientes por parte de las terminales y cuando lo hacen es de a cuentagotas”, se quejaron desde un concesionario líder.

A partir de febrero o marzo, se espera que, con más dólares y un mercado que irá normalizándose, las terminales empiecen a producir a mejor ritmo e ingresen sin demoras más unidades desde Brasil.

Un 2016 marcado por la cautelaPor otro lado, y más allá de los problemas de la oferta, un factor central que se viene sintiendo desde hace meses es la cautela por parte de la demanda

"Nuestro trabajo es volver a poner a tono el nivel de stock. Pero los compradores tardarán en aparecer. Recién hacia la segunda mitad del año habrá señales claras de una reactivación en el mercado”, explicó el presidente de una automotriz europea, que optó por dialogar bajo estricto off the record. 

"Con las diferentes medidas que tomó el Gobierno, este año creemos que no van a faltar autos. El problema es ver si los interesados van a estar dispuestos a convalidar los nuevos valores de los 0km”, agregó. 

El principal escollo con el que se enfrentará esta industria en el primer semestre serán los salarios desactualizados, con un poder de compra que, además, se verá golpeado por los incrementos en las tarifas y la propia inercia inflacionaria de la economía. 

"Hasta que no se generalicen las mejoras en las remuneraciones, entonces no se podrá hablar de una gran reactivación", completó el directivo. 

El flamante presidente de General Motors, Carlos Zarlenga, reconoció días atrás que "ahora somos una industria de demanda y no de oferta. El cambio va a redundar, a partir de ahora, en muchas más opciones al consumidor y más competencia. Será importante todo el esfuerzo comercial que hagamos para ganar mercado”.

La expectativa de todas las compañías está puesta en el segundo semestre, una vez que se hayan negociado paritarias y que -si prospera el plan de macrismo- se desacelere la presión inflacionaria

Es por eso que en este 2016 los empresarios ven un mercado partido al medio, con un arranque complejo y una etapa posterior de recuperación, lo que hace difícil estimar un gran crecimiento de los patentamientos. 

Diego Vignati, managing director de Nissan Argentina, señaló que actualmente la industria maneja una proyección de ventas más bien cauta, con un nivel que podría ir de las 600.000 a las 650.000 unidades.

Considerando que el año pasado se comercializaron 643.000 vehículos está claro que la normalización del mercado no alcanzará para volver a propiciar una fuerte recuperación en esta rama de actividad clave para la industria argentina. 

“Queremos ser prudentes. En 2015 el mercado absorbió más que la oferta. Ahora resta esperar y ver qué pasa con los compradores  y si habrá buena financiación, una variable fundamental”, concluyó Beato.

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