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Lejos de obedecer sólo a las acusaciones de corrupción, la caída de la presidente brasileña obedece a un complejo deterioro de las variables económicas
13/05/2016 - 08:38hs

La caída en los precios de las materias primas, un escenario financiero inestable, la perspectiva de la suba de tasas en Estados Unidos y el deterioro de las cuentas públicas fueron sólo una parte del problema.

Dilma Rousseff fue suspendida al ser acusada de haber tapado los déficits presupuestarios registrados en años previos con préstamos de bancos estatales sin autorización del Congreso. ¿El objetivo? Evidenciar resultados y un panorama más benévolo sobre las cuentas públicas que "empujara" votos en la última campaña.

Se presume que el flamante titular del ejecutivo brasileño, Michel Temer, lanzará un paquete de medidas. De todas formas, de acuerdo con los especialistas, aún quedará un largo camino para reactivar la economía. El dato es que en apenas 24 meses Brasil pasó de ser un actor de peso a nivel mundial en función de su fuerte crecimiento a convertirse en un país con riesgos económicos y políticos.

1. Caía de la actividad económica

El panorama es complejo. Las principales variables cerraron con una caída importante en 2015 y la tendencia se replica en 2016. Según números del Banco Central de ese país, el Producto Interno Bruto cerró el año pasado con una caída de 3,8% mientras que para este año se prevé otra caída del 3,6%.

El escenario dista de ser generoso en expectativa toda vez que el desempleo alcanzó 9,5%, cifra que no se veía hacía varios años y los salarios experimentaron una caída real de 2,4%.

2. Déficit y endeudamiento más alto

El endeudamiento parece haberse convertido también en materia de debate, ya que representa 70% del PBI y según las proyecciones este guarismo ascendería al 80% de mantenerse el ritmo actual.

Para tomar una referencia, si se toma la deuda en moneda extranjera, ese nivel de endeudamiento en la Argentina hoy apenas supera el 25%.

Por otro lado, el fuerte déficit fiscal (falta de recursos en función de los ingresos) hoy se ubica en el orden del 10%, por lo que el mecanismo actual para compensar precisamente ese bache es endeudarse. Eso sí: sorprende en gran medida que ese panorama conviva con reservas en el Banco Central que han alcanzado una cifra de u$s374.000 millones.

Además, buena parte de la deuda del propio gobierno está denominada en reales, lo que podría "beneficiar" al próximo gobierno en caso que ceda a los pedidos de algunos sectores para devaluar la moneda.

3. Imagen en caída

Otro de los factores que ha ‘empujado' a diversos sectores políticos a quitarle apoyo a Rousseff es que su popularidad cayó a sólo 8%, en medio de cambios en el gabinete y el distanciamiento del PMDB -Partido Movimiento Democrático- de la coalición de gobierno.

Dilma, quien a partir de ahora enfrentará un juicio político por presuntas maniobras para disfrazar el desequilibrio fiscal, será reemplazada por su vicepresidente y hoy principal opositor, Michel Temer, quien tendría mandato hasta 2018.

4. Corrupción en alza

Si bien la mandataria DilmaRousseff no está siendo investigada por corrupción, sí se vio afectada por las investigaciones que afectaron a una parte de los funcionarios del partido oficialista.

A mediados de 2013 se dio inicio a uno de los mayores escándalos de corrupción de Brasil, que arrancó con el hallazgo de una red de lavado de dinero que, tras investigarlo, derivó en una gigantesca operación para el desvío de fondos poru$s2.000 millones de la principal petrolera brasilera, Petrobras.

Según sostiene la justicia, allí están implicados políticos del Partido de los Trabajadores, cuatro exministros, y el coordinador de la campaña de Rousseff en 2010. Sobornos, lavado de activos y pagos indebidos también tuvieron lugar alrededor de toda esta operación.

A ello se sumó otra investigación que arrojó que 21 empresas constructoras fuesen acusadas de repartirse contratos con Petrobras. El dato era que elevaban artificialmente el valor, y luego repartir los excedentes -de obra y valor pagado- entre políticos y funcionarios de la petrolera.

5. Inflación que no cede

En mayo la economía brasileña registró la menor inflación en 10 años. Para los analistas, esto se debe principalmente al enfriamiento de la economía, que este año podría descender hasta 4 puntos del PBI.

Pese a que la suba de los precios se aceleró 0,61% en el mes y acumuló 9,28% en los últimos 12 meses, fue la menor variación desde junio de 2005. Eso sí: en 2015, Brasil había cerrado el año con una inflación de 10,67%, la mayor en 13 años, que se conjugó con la mayor caída del PBI en 25 años (3,8%).

Los funcionarios del Banco Central ya han señalado en diversas oportunidades que sigue siendo "demasiado alta" como para que la entidad considere recortar las tasas de interés a pesar de la profunda recesión. El dato que puso en alerta a un "ala" de la administración es que por primera vez en varios años, la estrategia fiscal del gobierno se había vuelto "expansiva", lo que volvía más complicados los esfuerzos por combatir la inflación.

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