Según surge de las comunicaciones que emite el Banco Central, en las que justifica las decisiones en cuanto a las tasas de interés de las Letras que emite semanalmente, el seguimiento de los precios es un dato clave.

Es por ello que gana importancia un dato que se conoció en la previa de una nueva licitación.  

La inflación minorista de la semana pasada fue de sólo el 0,1%, el segundo registro más bajo en tres años, lo que se convierte en un dato importante de cara a la licitación de Lebacs que, como cada martes, realizará hoy el Banco Central.

Según el relevamiento permanente de precios que realiza la consultora Elypsis, desde que comenzó el congelamiento de precios que había impuesto el por entonces secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno a principios de 2013, sólo hubo una semana con menos inflación que en la semana pasada hacia fines de 2014.

"Si esto persiste, hay esperanzas de volver al rango cercano al 2% (mensual) en junio", escribió en Twitter Luciano Cohan, economista jefe de la consultora fundada por Eduardo Levy Yeyati.

Si bien reconoció que "es una obviedad que parte de la desaceleración de la inflación se explica por la recesión", Cohan destacó que "no deja de ser una buena noticia".

El dato cobra relevancia no sólo porque confirma la desaceleración de los precios sino porque además la inflación es el indicador principal que mira el Banco Central para fijar las tasas de las Lebac.

De hecho, en la encuesta sui generis que realiza habitualmente en Twitter sobre qué se espera para esas tasas el economista Amilcar Collante, hasta esta noche "ganaba" con un 70% la opción "baja", contra un 27% de "mantiene" y un 3% de "sube".

La semana pasada, el Central recortó las tasas de las Lebac a 35 días en 150 puntos básicos para dejarla en un 35,25% nominal anual, el nivel más bajo desde que a principios de año la subió hasta el 38% como una herramienta para combatir la inflación, según consigna El Cronista.

También la semana pasada el Central subió -con vigencia a partir de junio- los encajes bancarios, como una forma de repartir el esfuerzo antiinflacionario en el resto del sistema financiero.