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Plan Macri se revisa en clave Trump: será más caro tomar deuda y habrá presión para bajar las tasas en pesos

Plan Macri se revisa en clave Trump: será más caro tomar deuda y habrá presión para bajar la tasa en pesos
10/11/2016 - 12:15hs
Plan Macri se revisa en clave Trump: será más caro tomar deuda y habrá presión para bajar las tasas en pesos

Mantener la cabeza fría y la cautela en el análisis parece una misión imposible en estas horas.

No es para menos, ya que se escuchan reacciones de las más diversas tras la consagración de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

Para algunos, se trata del inicio de un ciclo de nacionalismos populistas, que sólo puede traer una contracción del comercio mundial y consecuencias imprevisibles en la política internacional.

Para otros, significa apenas un cambio de estilo de la política republicana, que vuelve a buscar en las raíces de la iniciativa privada, en los impuestos bajos y en el Estado prescindente, aquello que le permitiera a Ronald Reagan lograr la recuperación económica en los '80.

En el medio, aparecen todas las variantes posibles. 

Para el Gobierno argentino, la primera jornada transcurrió con una mezcla de emociones

Primero, por la constatación del paso en falso a nivel diplomático tras la manera en que Mauricio Macri y Susana Malcorra se habían alineado con Hillary Clinton.

Este traspié convivió con una primera sensación de alivio, al comprobarse que no hubo catástrofe en los mercados financieros, tal como habían amagado las bolsas asiáticas en la madrugada del miércoles.

Nuevo escenarioPara el equipo económico que dirige Alfonso Prat Gay, la gran cuestión a desentrañar es cuánto subirá el costo financiero para tomar deuda. 

Por cierto, no podía haber un momento en el que este tema fuera más relevante.

-En primer lugar, porque el Gobierno ha emitido deuda por la friolera de u$s20.000 millones y 5.600 millones de euros durante este año, tras haber regresado al mercado de crédito.

-En segundo, porque el año próximo vencen u$s6.250 millones (Bonar 2017) y u$s2.000 millones (Global 2017). A raíz de ello, los funcionarios venían analizando un canje por bonos de más largo plazo como forma de alivianar la situación de la caja fiscal. 

Pero claro, esto se pensaba bajo el supuesto de un triunfo de Hillary, que hubiese permitido que la política económica estadounidense se mantenga relativamente estable y que las tasas de interés sigan siendo bajas

Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, se abren grandes interrogantes. Al menos por ahora, nadie se anima a afirmar que el escenario vaya a ser el mismo.

Al Gobierno de Macri se le presentan entonces dos problemas. Uno, claro, es la impensada llegada de Trump al poder. El otro son los tiempos

Como no puede esperar demasiado para tomar decisiones económicas, entonces tiene que tratar de interpretar correctamente las señales del nuevo presidente, para así adelantar sus lineamientos de gestión.

¿Será, como algunos interpretaron tras su discurso "moderado", que se terminará imponiendo el Teorema de Baglini, que afirma que todas las propuestas extravagantes hechas en campaña van en relación inversa a la cercanía al poder?

Este interrogante seguirá abierto al menos por un tiempo. De modo tal que los funcionarios argentinos ahora, al hacer sus números, tratan de medir el impacto en costos de un Trump "fuera de control". 

La lupa en la tasaUn tema central en el análisis del Gobierno es el futuro de la tasa internacional. Es decir, del costo del dinero, que tiene a los bonos del Tesoro de los Estados Unidos como su punto de partida.

En otras palabras, son los que marcan la referencia a partir de la cual -por cada 100 puntos de riesgo país- se incrementa en un 1% el tipo de interés que debe abonar un título soberano.

Este miércoles, el rendimiento de los emitidos a 10 años subió del 1,5% al 2,1% anual. Un avance que refleja la percepción de Wall Street sobre los tiempos económicos que se avecinan para los Estados Unidos.

La visión del equipo de Prat Gay, compartida por  los economistas independientes, es que Trump implementará un plan económico que privilegiará el crecimiento por sobre otras variables, como por ejemplo la inflación.

Anticipan que el país del norte tendrá una mayor inflación, producto de una política fiscal más expansiva y de la búsqueda de un fuerte crecimiento del PIB

La suba de la tasa de interés del bono del Tesoro de EE.UU. es un fiel indicador de cómo el mercado se adaptó a esa percepción.

Para la Argentina, la consolidación de ese escenario es un problema que no tenía hace unos días.

Precisamente, este fue el tema abordado durante la mañana por varios bancos de inversión que los funcionarios suelen contratar a la hora de emitir títulos públicos.

Uno de los financistas recordó que el gobierno de Macri tendría que salir a endeudarse por unos u$s14.000 millones durante 2017 para cubrir el bache en las cuentas públicas (ese número ya contempla un blanqueo de mediano éxito, de unos u$s30.000 millones).

El riesgo a la guerra de devaluacionesLa elección del nuevo presidente inyecta una presión adicional en otro tema que preocupa en la interna gubernamental: el atraso cambiario, consecuencia de las altas tasas que paga el Banco Central.

Hubo un dato que no pasó desapercibido en el equipo económico: este miércoles el peso argentino fue el único signo monetario de la región que no se devaluó.

Aún no queda claro si es un hecho digno de festejo o de preocupación. 

En primera instancia, hubo alivio por constatar su estabilidad tras el pánico mundial que invadió a los mercados, pero ese sentimiento podría mutar rápidamente. 

Si la tónica es la de una depreciación continua en la región y la Argentina no logra acompañar ese movimiento, se instalará cada vez con mayor fuerza la idea de que se está perdiendo competitividad.

De ser así, se acrecentarán las presiones para que el Gobierno baje las tasas y aumente el precio del dólar.

El día después de la victoria de Trump, la jornada cambiaria transcurrió sin sobresaltos y la cotización cerró cuatro centavos por debajo de la del martes.

De todas maneras, la decisión del directorio del Banco Central era la de no intervenir incluso en caso de turbulencias

"Lo mejor que nos puede pasar es dejar una libre flotación del tipo de cambio. Es nuestro amortiguador contra la incertidumbre", aseguró a iProfesional un miembro del Directorio de la autoridad monetaria.

Dos temas a tener en cuenta:

-Al contrario de lo observado en varios países socios de la Argentina, el peso se revaluó

-México, en cambio, se llevó la peor parte: la moneda se devaluó 8,5% y derrapó hasta uno de los valores históricos más bajos frente al dólar ($19,88). 

¿Por qué es importante lo que sucede en el país azteca? Porque es el segundo principal destino para la industria automotriz argentina (por detrás de Brasil) y el cuarto para autopartes.

Está claro que los inversores suponen que la administración Trump traerá consigo malas novedades, si es que cumple con algunas de las promesas de campaña.

No fue la única moneda latinoamericana que perdió posiciones. En menor medida también se devaluó el real, (3,16 a 3,21), el peso chileno (647 a 651) y el peso uruguayo (28,40 a 28,60).

¿Es positivo que, a contramano del resto, la moneda local se haya fortalecido frente a la estadounidense? Para un integrante del equipo económico se trata de una pésima noticia. 

Considera que es una prueba bien elocuente de que el Banco Central sostiene una tasa de interés muy elevada

"Es muy negativo. El peso se aprecia por la mochila de la tasa alta y así perdemos competitividad contra otros emergentes. Lo peor es que vamos a contramano de nuestros pares", afirma a iProfesional un estrecho colaborador de Prat Gay.

Lo que parece comprobarse en estas primeras horas es que irán intensificándose las desavenencias entre el titular de Hacienda y Federico Sturzenegger, ya que no coinciden en el diagnóstico sobre cuál es el nivel adecuado de tasas de interés.

El primero cree que están unos cinco puntos más arriba, lo que encarece el costo del dinero, retrae los créditos y mantiene fría la economía. El segundo considera que una baja podría propiciar una mayor inflación.

Más allá de estas posiciones encontradas, lo cierto es que esta puja irá en alza en la medida en que los problemas de atraso cambiario queden más expuestos.

Más aun, ante el nuevo contexto regional, que mostrará a los distintos signos monetarios con tendencia a debilitarse, lo que dificultará la colocación de productos argentinos en otros mercados.

La inquietud de los operadores reside en la marcada volatilidad que podrían mostrar las plazas financieras en las próximas jornadas. 

Para el economista jefe de un banco internacional, todo dependerá de dos cosas: "Por un lado, de las próximas declaraciones públicas de Trump. Por otro, de la nómina de colaboradores que se vayan conociendo".

En medio de estas inquietudes, la versión de que un hombre referente de Wall Street, posiblemente del Goldman Sachs, se haga cargo de la estratégica Secretaría del Tesoro llevó tranquilidad a los financistas

Funcionarios del Gobierno y del Banco Central consultados por iProfesional consideran que el escenario de las próximas semanas adquirirá un dinamismo inusitado. 

El miedo al enojo de un giganteHay coincidencia en que otra gran preocupación pasa por si Trump cumple con su promesa de romper lanzas con China, algo que perjudicaría mucho a los países emergentes, incluida la Argentina.

Es muy probable que ante un incremento impositivo en el ingreso de productos asiáticos a los Estados Unidos, "el gigante" se defienda propiciando una devaluación que abarate sus costos. 

La reacción, ante un escenario de este tipo no es difícil de prever: una carrera devaluatoria entre los emergentes con final incierto.

Hay un tema en el que funcionarios y analistas coinciden. El mundo político y económico ha ingresado en un nuevo paradigma. 

Más que nunca, se va a requerir de un gobierno que no se ate a dogmas para enfrentarlo.

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