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La caja de seguridad o el colchón dejaron de ser atractivos. Hay distintas alternativas para ganar según el riesgo que se desee asumir  
12/03/2017 - 12:21hs

La mayoría de los argentinos con alguna capacidad de ahorro sufre este problema: tiene dólares y no sabe qué hacer con ellos. Y ve como mes a mes esos billetes pierden poder adquisitivo ante la caída del tipo de cambio, pero sobre todo una inflación que le cuesta aflojar.

Más allá de que los analistas recomienden pasarse a pesos aprovechando la estabilidad cambiaria, también hay voces cada vez más numerosas que recomiendan lo contrario.

Es decir, aprovechar que el dólar está relativamente barato, en comparación con los demás precios de la economía, incluyendo otros activos como acciones o bonos en pesos, por lo que resulta difícil equivocarse.

¿Qué hacer con esos dólares?

El error más grave es justamente hacer nada, que es lo que la mayoría de los argentinos ha decidido en las últimas décadas. Esto es, mantener los billetes debajo del colchón.En los últimos años también creció la venta de cajas de seguridad hogareña para guardar los billetes en un lugar más seguro.

Esta decisión de mantener los dólares escondidos en el hogar tiene dos problemas. En primer lugar se trata de una no inversión, es decir tiene rendimiento cero. Y, además, se expone a la familia a un problema de seguridad, teniendo en cuenta los numerosos casos de robos que se han registrado, no importa si es un edificio, una casa o adentro de un country o un barrio cerrado.

La otra opción es dejar el dinero en una caja de seguridad bancaria o extrabancaria. En este caso quedaría resuelto el problema de la inseguridad, pero a costa de realizar una inversión negativa.

Se trata de un alquiler trimestral que puede tener un costo de hasta $1.000 por el período, es decir más de $4.000 más IVA anual, dependiendo el tamaño. Por lo tanto, no sólo se pierde por la depreciación de la moneda con el paso del tiempo, sino por el costo del alquiler.

Ante este panorama, no quedan demasiadas dudas que hay que buscar algún otro tipo de alternativa. En los últimos meses, ya sin cepo ni restricciones cambiarias, los ahorristas se fueron animando a opciones más sofisticadas para sacar algo de rentabilidad a sus dólares.

Cabe recoardar cuáles son las distintas opciones hoy disponibles para un inversor pequeño o mediano, ya que a partir de los 1.000 dólares cualquier de estas alternativas es viable:

Plazo fijo en moneda extranjeraLuego del blanqueo la cifra es récord en el sistema bancario local, ya que hay más de 20.000 millones. El problema es que la tasa de interés es demasiado baja y se ubica en menos del 1% anual.

Mejor que dejarlo debajo del colchón o en una caja de seguridad, pero todavía insuficiente. Lo notable es que a pesar de estas contras la mayor parte del dinero que está invertido se encuentra en esta opción extremadamente poco atractiva.

Letes emitidas por el Tesoro nacionalSon títulos de corto plazo emitidos por el Gobierno, que rinden una tasa mucho más atractiva que el plazo fijo.

La novedad de la licitación de esta semana es que por primera vez se ofrecen a un plazo de nueve meses (270 días), con un interés de 3,35% anual en dólares.

De por sí esto las vuelve mucho más atractivas que el rendimiento de un plazo fijo tradicional. También hay a tres y seis meses, aunque en estos casos la tasa no supera el 3 por ciento.

Se transformaron en la gran novedad del último año. El stock acumulado por el gobierno a través de estos títulos ya supera los u$s7.500 millones.

Otro aspecto que las volvió muy atractivas es que para quienes tienen pesos las pueden comprar al tipo de cambio mayorista, mucho más barato que el minorista que ofrecen los bancos o las casas de cambio. En cualquier caso, el ahorrista recibirá dólares al finalizar la duración del título.

Títulos públicos de corto plazoHay una importante cantidad de opciones de bonos emitidos por el Gobierno nacional que van de uno a cinco años para ahorrar en moneda dura.

Una de las ventajas principales es la liquidez, ya que el inversor puede comprar y vender en cualquier momento. Uno de los títulos más recomendados por los administradores de cartera locales ahora es el Bonar 2021, a cuatro años de plazo y que tiene un rendimiento de 5% anual.

Se trata de un papel que obviamente vence después de las elecciones del 2019, por lo que la incertidumbre es algo mayor. Pero al mismo tiempo el aumento en la cantidad de reservas del Banco Central permite ser optimista respecto al bajo riesgo de esta inversión.

Además, considerando el plazo, se trata de una de las opciones más atractivas que se pueden conseguir en el mercado. Por supuesto que a medida que se avanza en el plazo de la colocación, comprando títulos más largos, el rendimiento aumenta.

Pero muchos inversores prefieren opciones más conservadoras y que además presenten menos vaivenes de precios. En todos los casos se trata de títulos que pueden ser adquiridos a partir de los 1.000 dólares, siempre abriendo una cuenta comitente en una sociedad de Bolsa (la mayoría de los bancos también lo permite ya que operan en el mercado bursátil).

Además, estos títulos pagan intereses en forma semestral por lo que el inversor tendrá el dinero acreditado y disponible en su cuenta para reinvertir o para poder gastarlo.

Bonos provinciales y corporativosSon similares a los emitidos por el Gobierno nacional pero en este caso son las provincias o las empresas las que colocan sus títulos.

El menú es muy amplio, ya que figuran desde la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, hasta Córdoba, Santa Fe o Entre Ríos.

Ofrecen una tasa que va de 1% a 2% anual por encima de los bonos soberanos.

Y los que más se recomiendan hoy son aquellos que están en el "tramo medio" de la curva de rendimientos, es decir que vencen entre el 2023 y 2024.

Los rendimientos en estos casos van de 6,5% al 8% anual, dependiendo de la provincia emisora. Por supuesto que frases como la de la gobernadora María Eugenia Vidal, que reconoció que la provincia "está fundida" para justificar que no se le puede aumentar más a los maestros, no son tranquilizadoras ni mucho menos.

Pero lo cierto es que las provincias en general tienen niveles manejables de déficit fiscal y hoy cuentan con acceso bastante fluído a los mercados para salir a buscar recursos.

En el caso de los bonos colocados por empresas, en muchos casos el monto mínimo para ingresar es de 10.000 dólares, pero muchos permiten hacerlo por valores menores.

En este caso es importante asesorarse sobre opciones y niveles de riesgo, pero la mayoría de las emisoras son compañías de primera línea, como los bancos Galicia o Macro, YPF, Arcor o Pan American Energy. Los rendimientos no bajan del 5% pero depende mucho del nivel de riesgo crediticio de cada emisor.

Préstamos entre privadosEn los últimos tiempos volvió una opción muy utilizada en la década de 1990, que son los créditos directamente entre personas.

En algún momento se los llamó erróneamente préstamos "de escribanía" porque en general hay una garantía hipotecaria asociada y el mutuo se firma en una escribanía o porque las firmas de los intervinientes deben quedar certificadas.

En estos casos la tasa de interés es mucho mayor y puede oscilar entre el 12% y el 18% anual en dólares, con intereses que se pagan en forma mensual o trimestral.

Claro que en estas operaciones el riesgo es mucho mayor y depende en buena medida de la confianza que exista entre las partes, como también la garantía que respalda el crédito. Quien otorga un crédito de estas características debe estar consciente que asume un riesgo mayor que en las restantes opciones descriptas, consigna Infobae.

Al estallar la Convertibilidad en el 2001, estos préstamos en dólares quedaron en un limbo hasta que la Corte Suprema falló varios años después, dictaminando el "esfuerzo compartido", es decir que los contratos se pesificaban con un dólar intermedio entre el 1 a 1 y el tipo de cambio vigente al momento.

Pero en concreto, tal como sucedió en aquella época con todos los que prestaban en dólares, nunca se recuperarn las divisas invertidas originalmente.