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Los países se reunieron para avanzar en la actualización de un pacto firmado hace tres décadas. Suena la alarma en los sectores automotor y de línea blanca
21/04/2017 - 22:11hs

La Argentina y México lograron esta semana en Buenos Aires dar varios pasos hacia adelante en la ampliación y profundización de un acuerdo comercial firmado hace tres décadas y acordaron continuar con las negociaciones en julio próximo.

Según destacó Cancillería en un comunicado, durante la segunda ronda de negociación para la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica (ACE) 6 entre Argentina y México, "las delegaciones avanzaron en la negociación de los textos" de base para renovar el pacto.

"Asimismo, las partes acordaron un cronograma de trabajo, el cual prevé el intercambio de listados de interés para la negociación de acceso a mercado con anterioridad a la celebración de la próxima reunión, la cual tendrá lugar en la ciudad de México a fines del mes de julio", precisa el comunicado.

La ampliación y profundización del ACE 6, firmado en 1986, fue acordada a mediados del año pasado por los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de Argentina, Mauricio Macri, y la primera ronda de negociación se realizó en noviembre pasado en la capital mexicana.

Esta semana, los negociadores volvieron a encontrarse en Buenos Aires, adonde llegó una delegación mexicana encabezada por el subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Juan Carlos Baker.

Las conversaciones no sólo pretenden ampliar las preferencias arancelarias para los bienes ya cubiertos por el acuerdo vigente, sino también incluir nuevos productos al universo alcanzado por el pacto comercial.

Asimismo, las partes buscan modernizar el marco jurídico existente a través de la incorporación de reglas comerciales que brinden mayor certidumbre y nuevas oportunidades a los empresarios de ambos países con el fin de facilitar e incrementar el comercio.

"De esta manera, se procura conferir un nuevo dinamismo a la relación comercial bilateral que, en 2016, alcanzó los u$s2.500 millones, muy por debajo del potencial que corresponde dos de las principales economías de América Latina", dijo la Cancillería argentina.

El ACE 6 solo cubre el 35% del universo de los bienes intercambiados entre ambos países y representa un 43% del volumen del comercio bilateral. Ambos países tienen otro acuerdo, el ACE 55, para el comercio de autos.

El martes pasado, Baker dijo que México aspira a profundizar "de manera significativa" su relación comercial con Argentina.

"Queremos que el ACE 6 sea tan ambicioso como sea posible, un acuerdo que esté a la altura de lo que México y la Argentina se merecen en el siglo XXI", destacó el jefe de la delegación negociadora mexicana.

Baker dijo que ve "factible" concluir con las negociaciones técnicas "hacia finales de este año o principios del próximo", para luego dar espacio a consultas con actores como el sector privado o los poderes legislativos.

Según datos oficiales, en 2016 Argentina exportó a México por u$s778,8 millones, un 5,1% menos que en 2015, e importó desde ese país por u$s1.784,8 millones, con un descenso interanual del 2%.

Oportunidades y riesgos México fue utilizado por Donald Trump como explicación de todos los males de la economía estadounidense.

En particular, por el enorme déficit que registra el comercio bilateral, del orden de los u$s60.000 millones anuales.

Antes de la llegada de Trump al poder, el 80% de las exportaciones mexicanas tenían como destino a los EE.UU.

Esto representa unos u$s310.000 millones anuales, o el equivalente a la sumatoria de lo que la Argentina le exportó a todo el mundo entre 2012 y 2015.

Dante Sica, director de la consultora Abeceb, reconoció a iProfesional que "México es una plaza importante, que compra mucho de lo que consume. En especial, productos alimenticios", y el Mercosur "tiene una buena plataforma para abrir un acuerdo marco".

En tanto, el consultor Marcelo Elizondo señaló que "ese país tiene una gran propensión a importar.

Alimentos, como leche en polvo, bebidas y pastas figuran entre los principales productos que podrían verse beneficiados por una mayor demanda.

Sin embargo, Sica advirtió a este medio que la contracara es que "ellos van a querer vendernos productos y tienen un plataforma industrial muy competitiva", con una estructura de costos "más eficiente" respecto de la productividad doméstica.

Al analizar el intercambio comercial se observa que la Argentina mantiene una relación deficitaria desde hace una década.

Si bien el rojo de la balanza ha ido en descenso, el año pasado alcanzó una cifra igualmente importante: u$s700 millones.

La incertidumbre que tienen cámaras empresarias es qué sucederá si el Gobierno avanza en un acuerdo para flexibilizar la entrada de productos mexicanos a cambio de poder exportarles más alimentos

Sectores sensibles La industria automotriz argentina es la que podría verse más afectada ante una apertura con México, luego de que Trump lo postulara como el sector que más empleo le quita a la industria estadounidense.

Además, México es el tercer exportador de vehículos a nivel mundial.

A esto, según Sica, hay que sumarle que "los costos laborales de la industria automotriz argentina son tres veces más elevados que los de la de México. Y si le sumamos el factor productividad, entonces la diferencia es mucho más desfavorable".

La Argentina está parcialmente "protegida" hasta 2019 frente a México por el Acuerdo de Complementación Económica, que fija que ambos mercados pueden comerciar vehículos libres de aranceles por hasta u$s592 millones anuales.

Por encima de ese cupo, cada unidad paga un impuesto del 35%. El cupo, hacia 2019 será de u$s637 millones. A partir de allí caerán los aranceles.

El problemático antecedente que registra la relación bilateral es que ya hubo una experiencia de libre comercio para el sector automotriz: tuvo lugar entre 2006 y 2012.

Pero el déficit en contra de la Argentina se disparó a tal punto que obligó al gobierno kirchnerista a solicitar la vuelta de las restricciones. 

Desde AFAC, la principal cámara de autopartistas del país, habían reflejado su alarma a iProfesional: "Hoy México es una amenaza", afirmó Juan Cantarella, gerente de la entidad.

"En esta rama de actividad, México tiene un diferencial de costos abrumador, de menos de la mitad que en la Argentina", agregó.

Además, hay una fuerte preocupación entre los empresarios del sector de línea blanca, que cerraron 2016 padeciendo la entrada de 130.000 heladeras importadas, el triple que en 2015. Y gran parte de los equipos tenían el sello "Hecho en México".

Pero esta importación fue una pequeña muestra del verdadero potencial de México, que cada año despacha heladeras por más de u$s4.500 millones (principalmente a los EE.UU.), unas 30 veces lo que compra la Argentina en el exterior en condiciones normales.

"Estamos notando un flujo creciente y nos preocupa. Si se desata una guerra comercial y no hay control oficial, vamos a estar en problemas", aseguró un alto directivo de la cámara que nuclea a los fabricantes y que sintetiza el dilema que hoy representa México: tierra de oportunidades para algunos, socio riesgoso para otros.