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José Moreno, presidente de la dueña de La Serenísima, habló de la difícil situación que vive el sector, pero aseguró que "la industria lechera es viable"
25/07/2017 - 12:44hs

El sector lechero atraviesa en la Argentina una de las peores crisis en su historia y amenaza con dejar fuera de juego a la emblemática empresa SanCor.

La cooperativa, que tuvo una pérdida neta de $95 millones en el último ejercicio, negocia por estos días una alianza con la neozelandesa Fonterra, el principal exportador de leche en el mundo.

Mientras tanto, espera la llegada de la "ayuda" oficial de $250 millones prometida por el gobierno de Mauricio Macri para mantenerse a flote.

No es el primer año que la empresa registra números rojos en su balance.

La profunda crisis que atraviesa SanCor -el segundo player en el sector- provocó faltantes en las góndolas e hizo que parte del volumen bajara a marcas más económicas porque la competencia no pudo sostener los precios de la cooperativa para capturar más mercado.

"Nosotros hemos tomado una parte de lo que dejó", señaló José Moreno, presidente de Mastellone, la empresa dueña de la marca La Serenísima, que compite con SanCor en el país.

"Pero el precio ahora se separó: del primero al segundo hay un 40% de diferencia", calculó el ejecutivo.

Sin embargo, más allá de la cadena de precios, La Serenísima perdió 9% de ventas: seis puntos por caída de consumo y otros 3 a manos de la competencia.

"Las crisis muy largas cambian hábitos", remarcó y admitió: "Tenemos que prepararnos para ver cómo trabajamos para cuando la cosa empiece a cambiar: hacer que la gente vuelva a consumir lo dejó".

La situación está complicada hace varios años por los reclamos de los tamberos que venden con un bajo precio el litro de leche y por la carga impositiva que impacta en la rentabilidad del sector.

Sin embargo, Moreno aseguró que "la industria lechera es viable" en el país.

"Nosotros estamos jugados desde hace tres años en un plan de inversiones que dio cabida a la transacción que hicimos con Arcor por u$s85 millones y consistía en remodelar el proceso productivo", explicó en la revista Forbes.

"Tuvimos algunas decisiones difíciles porque chocaban con la historia de la compañía", añadió.

De acuerdo a un informe que elaboró el Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de la provincia de Córdoba los argentinos pagan el segundo precio más alto para adquirir un litro de leche (unos u$s1,55), detrás de Canadá (u$s1,86).