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El "lado B" de las Fintech: crecen los préstamos pero registran hasta 20% de morosidad
04/09/2017 - 11:19hs

El concepto de Fintech es nuevo para el mercado local, pero ya hace ruido con varios players que están mirando con atractivo un rubro que promete ser el formato del futuro que tendrán los bancos, y al que accederán también muchas más prestadoras.

Aunque no todo lo que reluce es oro, existe un "lado B" también en este segmento de negocio.

Algunos jugadores le dijeron a iProfesional que, por el momento, no son rentables estos emprendimientos y que, incluso, el grado de morosidad llega al 20%, mientras que en el sistema financiero tradicional este indicador es de alrededor del 2%.

Además, el costo crediticio para el cliente final es mucho más oneroso: ronda 1% por día (o sea, 30% mensual), mientras que en una sucursal bancaria líder (pública o privada) un préstamo personal tiene un costo total que puede oscilar entre 40% a 80% anual. Y en las financieras "físicas" puede alcanzar un promedio de 180% al año.

Y se suman otros inconvenientes, como desconfianza y el desconocimiento a su uso de parte de un gran público potencial.

En resumen, el atractivo que otorga la practicidad tecnológica de esta herramienta, con el ahorro de tiempo incluido, choca con el mayor costo que posee y la falta de experiencia del concepto para sus consumidores en un mercado muy virgen.

¿Qué son las

firmas Fintech? Son empresas digitales que brindan servicios financieros online, y a diferencia de los bancos, no reciben depósitos, por lo que no se deben regir bajo las estrictas normas del Banco Central para poder funcionar.

Es decir, todo el capital que ponen a disposición de los clientes que buscan préstamos es propio, y no de otros usuarios.

Su punto fuerte se sustenta en un sistema tecnológico en el que se puede obtener dinero casi de forma instantánea y realizando prácticamente todo el proceso de forma virtual, en el que los requisitos necesarios son muy fáciles y rápidos de completar.

Todo un concepto revolucionario que movió el "avispero" de un calmo mercado manejado por pocos jugadores. Léase, inquietó al sistema financiero tradicional, que levantó de inmediato la mirada hacia el BCRA, acusándolo de ser "permisivo" ante este nuevo segmento de compañías.

De hecho, las principales entidades que agrupan a los bancos (ABA y ADEBA) mostraron su enojo, y solicitaron al organismo conducido por Sturzenegger establecer una hoja de ruta sobre las regulaciones que van a ir lanzando en cuanto a nuevos medios de pago.

Desde el Banco Central se defienden, y afirman que mientras se maneje dinero propio de las empresas involucradas, y no haya depósitos de particulares en juego, puede participar cualquier empresa en el segmento Fintech.

Incluso, los propios bancos tradicionales, tienen la posibilidad de armar otro tipo de sociedad independiente para insertarse en este nuevo negocio online.

"Tenían una posición muy cómoda y dominante del mercado, y esto los va a impulsar a ser más competitivos, proactivos y adecuarse a los nuevos tiempos más competitivos", dice un funcionario que prefiere el off the record.

Hoy por hoy, este mercado tiene gran potencial para crecer debido, justamente, a los menores requisitos para ingresar. Según datos del sector relevados por iProfesional, ya existen en Argentina alrededor de 80 firmas del rubro Fintech.

¿Cómo funcionan?

Según diversos actores del sector, dependiendo de la plataforma, prácticamente todos los trámites para acceder a estos créditos se realizan de forma sencilla y a través de ingresar unos pocos datos personales de manera online, para poder verificar la identidad del interesado.

Los principales requisitos son:

-Nombre y apellido.

-Número de CBU bancario, para acreditar y debitar los pagos.

-Domicilio.

-Documento de identidad.

Con esta información, el sistema web de las Fintech automáticamente valida los datos de los clientes con la del Veraz, para poder otorgar el préstamo.

Lado "B"

Si bien para las prestadoras el acceso a brindar este tipo de servicios es más fácil y menos oneroso, por la falta de regulación del BCRA y el abaratamiento de costos gracias a que casi todos los procesos sean manejados por la tecnología de forma virtual, hay determinados obstáculos e interrogantes en torno al sector que generan más dudas que certezas.

Entre estos puntos que encierran un "Lado B" para las Fintech, se encuentran:

-Baja penetración por desconocimiento y desconfianza de brindar datos personales a marcas que son bastante desconocidas localmente, y con poco reconocimiento de marca de forma masiva.

Para aminorar este efecto, algunos de estos emprendimientos brindan atención telefónica desde su call center y/o desde su página web, para que el cliente se sienta respaldado "físicamente".

-Los créditos son a muy corto plazo, el promedio es de menos de 6 meses de plazo, y suelen ser por montos pequeños: inferiores a los $10.000, salvo excepciones muy puntuales.

-El costo es mucho más alto: puede ser 10 veces más que el del sistema tradicional. Por ejemplo, por un plazo de sólo un mes, la tasa de interés que habrá que devolver será de un promedio del 30% por esos 30 días.

-Negocio poco rentable porque aun no tiene el volumen necesario de capital y de préstamos solicitados.

-Esto lleva a que ofrezcan pocos productos y se adecuen a las necesidades personales de los clientes. De hecho, el bajo monto otorgado por estas plataformas limita el interés de una parte de la población que requiere obtener un mayor caudal para realizar compras por precios más voluminosos.

-También la baja rentabilidad se debe a una vulnerabilidad que preocupa, y mucho, a algunos actores del sector.

Una de las plataformas líderes en este segmento le dice a iProfesional que registran alrededor de 20% de morosidad mensual, algo que su departamento de riesgos está intentando de "solucionar", pero por el momento "no le estamos encontrando la vuelta".

"Pensamos incluir la captación de fotos selfies' para controlar más a los usuarios y tratar de evitar tantos morosos, pero no dio resultado, porque las imágenes eran tomadas desde distintos ángulos y el sistema no podía reconocer a las personas", indica una fuente.

Potencia de mercado

Más allá de las 80 firmas del rubro Fintech existentes en el país, en las últimas semanas varios actores importantes comenzaron a hacer pie en este nuevo mercado, que promete disputarle un segmento importante a los bancos tradicionales.

El principal jugador que movió la estantería es Mercado Libre, la compañía más importante de Argentina, cuyo valor en el mercado bursátil supera los u$s12.000 millones. Superando, incluso, los u$s10.000 millones que vale YPF, que es considerada la empresa más grande del país.

A fines de mayo lanzó "Mercado Crédito", destinado a prestar un monto de hasta $800.000 a Pymes en 12 cuotas, para capital de trabajo.

Hasta el momento ha otorgado 4.000 créditos por $365 millones, un monto promedio de $92.000 por operación, de acuerdo a datos facilitados por la empresa.

Y agrega que siete de cada diez usuarios que toman un préstamo, deciden adquirir otro cuando finalizan el pago.

También hizo ruido en los primeros días de junio Wanap de la mano de Eduardo Eurnekian (Corporación América) y Guillermo Francos, ex presidente del Banco Provincia, que será la primera entidad totalmente digital de la Argentina, ya que obtuvo la licencia por parte del directorio del BCRA.

Su capital inicial será de u$s10 millones y comenzará a operar en diciembre próximo, sin cajeros físicos, ni sucursales. Operará a través de Internet y utilizará los cajeros electrónicos de la Red Link, por lo que aseguran que sus costos serán muy inferiores a los de la banca tradicional

"Por ende, podrá ofrecer tasas de interés, tarjetas de crédito, cuentas de ahorro y corrientes y créditos a precios y condiciones significativamente más bajos que el resto de entidades", resumió Francos.Otro anuncio reciente fue el del Grupo Transatlántica, que lanzó TSA Banking, banca 100% digital que comenzará a operar en el primer trimestre de 2018 y por el que destinará u$s15 millones de inversión.

"Los usuarios de todo el país pueden abrir online una cuenta bancaria sin costo de apertura ni de mantenimiento, realizar transferencias y pagos de servicios, pedir créditos, constituir plazos fijos, comprar dólares, acceder a una tarjeta de crédito y débito, entre otros servicios. Se va a operar a través de la red Link y otorgará tarjeta Mastercard", afirma un comunicado de prensa de la empresa.

"Apostamos a contribuir a la reinvención de la industria, junto con los otros jugadores del mercado", resumió Stefano Angeli, director de Multifinanzas, del Grupo Transatlántida, cuya meta es que TSA Banking tenga un millón de clientes en los próximos cinco años.

Asimismo, incluso varios bancos quieren sumarse al negocio de las Fintech, con una plataforma de préstamos online. Algunos de los accionistas de este proyecto serían Macro, Patagonia e Industrial.

Entre los actores más chicos, se encuentra por ejemplo 4Finance, que nació en Europa en 2008 y ya está presente en 17 países.

A nivel local, está disponible desde el 2015 con su producto Vivus, el cual ofrece microcréditos de menos de $6.000 a corto plazo (de 7 días a un máximo de un mes), con una tasa del 0% en su primer préstamo, como forma de difundir su servicio, y al que se puede acceder a través de Internet desde cualquier lugar.

Su tasa de interés para el que desee obtener un nuevo préstamo es de 1% diarios (30% mensual), aunque aclaran que a medida que el cliente se fideliza se le renuevan los créditos a más bajo costo: puede llegar a ser de 10% a 15% mensual para habitúes.

Por lo general, el público objetivo es clase media/media baja que usan estos préstamos para cubrir gastos mensuales no contemplados en el presupuesto, como imprevistos al estilo de arreglos en el hogar o compras no programadas, como el recambio por rotura de un lavarropa o TV.

Estima que otorgará 100.000 préstamos en 2017, y en la actualidad suma 600 clientes nuevos por mes. La cartera mensual, afirman en 4Finance, es de 50% de debutantes que aprovecha el costo cero promocional y los restantes sí son habitúes que abonan el interés correspondientes.

La suma que prestó durante el 2016 fue $100 millones, pero este año trepará a 340 millones de pesos.

En conclusión, las Fintech son un rubro muy incipiente y novedoso con muchos jugadores de todo tamaño que hacen pié a nivel local y que abren un mayor acceso al crédito otorgado por privados. Y, sobre todo, tienen mucho mercado para crecer.

Su gran interrogante es que están insertos en una "selva" en la que existen muchos participantes y distintas dimensiones de "especies" que tienen intenciones de acaparar cada vez más mercado.-