iProfesionaliProfesional

La "guerra del agua": ¿por qué los intendentes se acusan unos a otros por las inundaciones?
12/09/2017 - 11:09hs

La angustiante situación hídrica que golpea a varios distritos bonaerenses dejó al descubierto una situación de la que se habla poco pero que se vive con particular intensidad en las zonas afectadas.

La problemática tiene que ver con las peleas entre distintos municipios, que se acusan mutuamente de perjudicar al vecino desviando el agua desde el territorio propio.

La multiplicación de las lluvias, principalmente en la primera mitad del año, sumado al ingreso de aguas escurridas desde otras provincias -como Córdoba y mayormente La Pampa-, derivó en un escenario impensado: la carencia de obras, algunas imposibles de ejecutar por "falta de piso". 

En simultáneo, el incremento en los anegamientos desterró por completo la posibilidad de avanzar con maquinaria pesada sobre los territorios más afectados.

Un aspecto que enciende las alarmas en el entorno de la gobernadora María Eugenia Vidal es que el conflicto –agravado en las últimas semanas- ha originado cruces incluso dentro de la "propia tropa" de mandatarios comunales. 

Esto, además, le ha sumado argumento críticos a intendentes alineados en la oposición. 

Uno de ellos es Pablo Zurro, del partido de Pehuajó, quien afirma que el Gobierno nacional sólo brinda asistencia financiera a las municipalidades que se mantienen alineadas con Cambiemos.

Sus denuncias encuentran sustento en lo expuesto recientemente por el Ministerio del Interior. 

Días atrás, los propios funcionarios reconocieron que, en lo que va del año, casi el 85% de los fondos discrecionales para paliar la situación hídrica en territorio bonaerense fue direccionado a los intendentes macristas

Desde el Gobierno rápidamente salieron a contrarrestar los dichos del intendente de Pehuajó, quien comulga con el kirchnerismo, brindando mayor detalle sobre el destino asignado a poco más de $320 millones. 

"Su posición, que es de un egoísmo desmedido, es por todos conocida. Ahora hace un planteo de esas características mientras que durante la gestión anterior recibió fondos sin ningún tipo de análisis previo y sin que se considere qué ocurría en los distritos que están a su alrededor". 

Con estas palabras, Sergio Buil, diputado nacional por Cambiemos, salió al cruce del intendente y aseguró: "Se queja aun sin haber quedado afectado esta vez por las inundaciones".

Diferencias entre igualesMás allá de lo expuesto por la máxima autoridad política de Pehuajó y las críticas enarboladas por otros intendentes opositores, lo que altera los nervios en la gobernación son las diferencias entre mandatarios del mismo signo, tal como ocurrió, por ejemplo, entre Pellegrini y Trenque Lauquen.

Miguel Fernández, intendente de este último partido disparó sus quejas a raíz de un canal aliviador que fue realizado, aun sin el permiso de Hidráulica provincial, por la gestión que encabeza Guillermo Pacheco. 

"Estuve discutiendo por una obra que fue ejecutada pese a que se había pactado que no se iba a hacer en un distrito vecino. Fuimos a exponer nuestras quejas y el reclamo", detalló el jefe comunal.

"También planteé los problemas de infraestructura que enfrentamos y los perjuicios económicos que generará para los municipios de la región", precisó, luego de haber analizado los informes de técnicos de Hidráulica bonaerense en la ciudad de La Plata.

Fernández encabeza uno de los distritos al que se dirige el caudal de agua que se ha ido acumulado durante varios meses en el vecino partido de Rivadavia. 

- Precisamente, ese municipio (Rivadavia) tiene unas 100.000 hectáreas anegadas, sobre un total de 399.000 (25% de afectación). 

- En Trenque Lauquen, en tanto, ese mismo problema afecta a 130.000 hectáreas, sobre 546.700 (24% de la superficie)

Para peor, en este último caso, el ingreso de agua se intensificó en estos últimos meses en comparación con lo ocurrido en zonas aledañas. 

El intendente de Trenque Lauquen evitó referirse al accionar de sus colegas. Sin embargo, se multiplican las voces que advierten sobre el agravamiento de la situación a raíz de las decisiones tomadas por el municipio aledaño. 

Hace poco, un incidente ocurrido incrementó el caudal de problemas: la rotura ilegal de una de las compuertas que regulan la salida de agua y el ingreso de un enorme caudal hacia la localidad de Beruti (Trenque Lauquen) que hasta complicó la seguridad.   

Fernández, del partido de Rivadavia, llegó a tildar la acción como un "acto de terrorismo". Es que esas compuertas representan un límite entre, precisamente, Trenque Lauquen y Rivadavia.

Ese desborde lo obligó a improvisar diques de contención arrojando nada menos que dos ómnibus, dos combis y hasta una antigua pala mecánica sobre el hueco abierto.

Ante semejante desborde de agua, las quejas del arco político de Trenque Lauquen no tardaron en llegar, al entender que en Rivadavia no activaron un solo equipo vial para auxiliar a su vecino en problemas.

El siguiente video es elocuente en cuanto al hundimiento de micros de larga distancia a modo de contención, tras la rotura de la compuerta:

"La posición del intendente de Trenque Lauquen es que la compuerta se rompió intencionalmente, pero no se puede decir que Rivadavia haya tenido responsabilidad", argumentó Buil en un intento por apaciguar los ánimos.

No es la primera vez que Trenque Lauquen y Rivadavia protagonizan un duro incidente. También en 2001 hubo un fuerte cruce por el (mal) manejo de los excedentes hídricos. 

En aquel entonces, los vecinos de este último partido hasta se armaron con picos, palas y motosierras y, en caravana, se dirigieron a un canal con el fin de romper la estructura y liberar el fluido hacia el otro distrito. 

La presencia de periodistas de Trenque Lauquen, que procuraban filmar la actividad, derivó en serios incidentes.

Guaminí versus Coronel SuárezGuaminí y Coronel Suárez tienen su propia pelea. En este caso, el enfrentamiento tiene como condimento extra una aparente diferencia política que, en realidad, no es tal. 

Ocurre que el jefe comunal de la primera mencionada se mostró durante años como un kirchnerista acérrimo. Hoy, con otro signo político en la Provincia, su diálogo con La Plata es por demás de fluido. 

Claro que eso no lo priva de elevar sus quejas siempre que encuentra la ocasión para hacerlo. 

Hace poco embistió contra los representantes de la Sociedad Rural de Coronel Suárez por la oposición a una obra que aliviaría los anegamientos en Guaminí y Puán.

Para la Sociedad Rural sede Coronel Suárez, la obra que Álvarez plantea carece de "eficacia técnica".

En medio del fuego cruzado entre los mandatarios comunales, no faltan las confesiones respecto de lo que cada distrito hace, o intenta hacer, cuando el agua amenaza. 

Jorge Cortés, intendente del partido de Hipólito Yrigoyen, es un ejemplo de esto. 

"Acá todos nos vamos pasando el agua. Nosotros la estamos recibiendo de Diareux y Guaminí pero, a su vez, le enviamos mucha agua a los partidos adyacentes. Especialmente, a Bolívar", se sinceró.

Buenos Aires versus La PampaA la par de los choques entre las intendencias, las inundaciones también vienen propiciando un conflicto de envergadura directamente entre las provincias, como es el caso de Buenos Aires y La Pampa

A diferencia de lo que ocurre hacia adentro en tierra bonaerense, en esta instancia los jefes comunales de la Provincia se mantienen en un frente común de oposición a la jurisdicción limítrofe.

Con La Pampa persiste un conflicto de años por el dominio de un tramo del límite interprovincial (Meridiano V). 

Ahora, el escenario de anegamientos acaba de reavivar la confrontación y las diferencias llegaron a límites impensados.

Días atrás, cuando la Intendencia de Rivadavia se aprestaba a ejecutar una obra para bajar la presión hídrica, la policía pampeana irrumpió en la zona para frenar los trabajos.

En la acción, que derivó en empujones e insultos, terminó tomando parte hasta el intendente de Rivadavia, Javier Reynoso. 

Para el distrito bonaerense, La Pampa está llevando a cabo obras encubiertas para desviar el agua del norte de ese territorio hacia suelo bonaerense. 

"La Pampa no tiene ninguna voluntad de solucionar el conflicto. Lo único que les interesa es generar una nueva cuenca para derivar los excedentes de agua de su territorio", afirmó el jefe comunal.

Este es el video que muestra los incidentes ocurridos recientemente:

La guerra por el (no) aguaMás allá de las disputas entre intendentes y la tensión entre Buenos Aires y La Pampa, lo que queda fuera de discusión es cómo los anegamientos dejan en "terapia intensiva" a infinidad de pueblos, sobre todo en suelo bonaerense.

Asimismo, de acuerdo con la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), las inundaciones vienen generando pérdidas de varios cientos de millones. 

¿Cuánto? el titular de la entidad, Matías De Velazco, hizo referencia a más de u$s1.500 millones en ambas provincias.

Más allá de lo meramente productivo, la infraestructura colapsada  (sobre todo por la parte vial) está poniendo en juego también la vida rural. 

Por lo pronto, el presente escenario signado por anegamientos muestra los siguientes impactos:

- Más de 5,5 millones de hectáreas inundadas/anegadas en forma directa

- Al menos 2,5 millones de hectáreas afectadas indirectamente, ya sea por problemas de acceso o napas altas y falta de piso

- El 25% de la producción agrícola nacional ubicada en zonas alcanzadas por las aguas 

- El maíz (30% de la superficie potencial) es el que podría resultar más perjudicado

- Más del 60% del rodeo vacuno de Buenos Aires se encuentra en zonas complicadas por el agua (34% del stock nacional)

- El 67% de las vacas en ordeñe de Buenos Aires sufren también esta problemática, que incluso ha llevado en varios casos al cierre de tambos 

Según coinciden en destacar los técnicos, se viene una primavera que va a rankear entre las más lluviosas de los últimos años.

Las urgencias en el entorno de María Eugenia Vidal no sólo se vinculan al apuro por avanzar con más obras. Ahora también se hacen extensivas al diseño de soluciones que "relajen" las tensiones entre los intendentes. Todo esto, en medio de un año electoral.