Mientras se espera la definición del Gobierno para regular la instalar cargadores eléctricos en las zonas de las mayores distribuidoras del país, el grupo italiano Enel se prepara para vender en el país surtidores domésticos y listos para usar.

Se trata de equipos que se instalan en los hogares directamente a la red energética de la vivienda y que permiten cargar el auto sin la necesidad de encontrar una estación de servicio que posea este tipo de tecnología.

Si bien en la Argentina el desembarco masivo de los autos eléctricos parece un objetivo lejano, ya varias automotrices están anticipando sus planes para empezar a comercializar este tipo de modelos a partir del 2018.

Un caso es el de Renault, que entre enero y febrero próximos, anunciará la venta de su primer vehículo impulsado a energía en el país. Se trata de la Kangoo ZE (Zero Emission). Inicialmente, estará disponible en versión furgón ya que hasta ahora ha sido la única homologada por el Gobierno en el marco de las normas y reglamentaciones ya decretadas para ordenar el mercado de autos eléctricos en Argentina.

De hecho, las terminales que demuestren interés en ingresar del extranjero vehículos híbridos, eléctricos y a hidrógeno deberán respetar un cupo de 6.000 unidades por año, ya que se buscará incentivar el desarrollo de una industria local que permita sumar estas nuevas motorizaciones.

Como parte de las medidas, también se aplicarán alícuotas reducidas del denominado Derecho de Importación de Extrazona (DIE), del 5%, 2% y 0% para el ingreso de autos híbridos, eléctricos y a hidrógeno o celdas de combustible, respectivamente.

Estos aranceles se aplicarán para autos armados, semidesarmados o totalmente desarmados, con lo cual se le dará mayor ventaja a los kits que lleguen para ser ensamblados localmente.

En este marco, tanto desde Renault como el resto de las terminales con intenciones de vender localmente autos eléctricos comenzaron a analizar variantes para ofrecer a los potenciales compradores soluciones a los problemas de carga de las baterías.

La automotriz francesa lo hizo cerrando un acuerdo con Enel para potenciar en conjunto la comercialización de sus modelos en el país. Al ser dueños de Edesur, el grupo italiano también podría resolver a los automovilistas el problema de la carga.

La idea es ofrecerles en las concesionarias de Renault a los potenciales compradores de una Kangoo ZE un cargador hogareño como parte de la operación. Los equipos son importados por el conglomerado italiano y se instalan en un sitio privado como puede ser el garaje de una  vivienda.

Dado que la mayoría de los autos eléctricos están equipados con una fuente de alimentación de CA, la misma que poseen las viviendas, la carga a través de estos surtidores individuales se perfila como conveniente y de fácil uso.

Se conocen como Wall Box y, entre sus características, se asegura que soporta dos conectores estándar de 4-pin tipo 3ª y 2-pin-7-pin, de acuerdo a las características técnicas. Según se detalla, ambas tomas permiten el uso de una sola fase, con una absorción máxima de 16ª a 230V, para una potencia de 3.3 kw. Y el tiempo medio de carga de un automóvil eléctrico con una capacidad de 20 kw es de aproximadamente siete horas.

El paso previo al lanzamiento masivo de estos surtidores domésticos es el acuerdo con Renault para sumar estos cargadores de pared al estilo de los que ya se usan en varias ciudades europeas donde su costo ronda entre los 1.000 euros y los 2.000 euros.

En el caso local, todavía no se conoce el precio al que será ofrecido, pero fuentes de Enel aseguraron a iProfesional que serán "económicos". Las fuentes agregaron que los surtidores generan la potencia necesaria para usar los autos.

"De esta forma, podemos contribuir a la movilidad sustentable y a ofrecer soluciones a vehículos que ya son parte del paisaje urbano de las grandes ciudades y que también lo van a ser de la Argentina", añadieron desde la filial local del grupo italiano.

En el caso de la Kangoo ZE ya fue exhibida durante el último Salón del Automóvil de Buenos Aires junto a una estación de carga de Enel, entre otras acciones que ambas empresas desarrollaron juntas. El convenio le permitirá a Enel contar también con un utilitario eléctrico que se sumará la flota de vehículos que utiliza la empresa Edesur para cubrir los trabajos técnicos en el área de concesión. A su vez, Renault dispondrá de cuatro Wall  Box antes de fin de año. 

A nivel mundial, el modelo hizo su presentación en diciembre del 2016. Está desarrollado sobre la segunda generación de Kangoo, posee importante autonomía que llega a los 270 kilómetros, aunque en condiciones normales de uso se estima que  alcanza los 200 kilómetros, de acuerdo a los expertos del sector.

Su batería es de 33 kw y fue desarrollada por LG. En el caso del motor, es de 60 CV de potencia y el cargador Wall Box con el que se vende en Europa es de 7 kw y permite alcanzar un promedio de 35 kilómetros de autonomía por hora de recarga.

En principio, Enel los ofrecerá a partir del convenio con Renault. Pero entre los objetivos del grupo está el de masificar su venta mediante acuerdos similares con otras automotrices. También analiza la posibilidad de fabricarlos localmente, una vez que la demanda lo justifique. Mientras tanto, serán importados directamente por el holding desde Europa.

La estrategia le permite a Enel establecer una especie de cepo comercial a la venta por parte de las petroleras de cargas eléctricas para autos en su radio de operación. En este sentido, YPF fue la primera compañía del sector de hidrocarburos en anticipar la colocación de una red de 200 surtidores eléctricos en varias zonas de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.

La petrolera estatal instaló las dos primeras unidades en la sucursal del Automóvil Club Argentino (ACA) del barrio de Palermo. Fue desde Edesur de donde partió la primera advertencia por este desarrollo de YPF al tener en cuenta que  muchos de estos equipos se van a ubicar también en su zona de distribución y venta de energía.

Para la empresa de Enel, el contrato de privatización de la ex Segba le otorgó a las nuevas concesionarias la exclusividad  para ofrecer el servicio en las áreas que les fueron adjudicadas. Por eso, el directorio de Edesur envió una carta al Ente Nacional Regulador de la Energía (ENRE), acusando a YPF de  "infringir las normas establecidas en el contrato de privatización". 

Y advirtió sobre la imposibilidad de subdistribuir o vender la producción energética de su área de concesión por otra  compañía, entendiendo que la petrolera estatal pretende hacer negocios revendiendo un insumo de su propiedad sin solicitar autorización y pasando por encima de la normativa de concesión.

Para intentar organizar el problema, ahora el Gobierno analiza medidas tendientes a ordenar la situación y, si es posible, dejar conformes a todos los protagonistas.

La estrategia está a cargo del Ministerio de Energía y Minería que orienta Juan José Aranguren y busca reglamentar el uso  para venta de la energía que distribuyen las "eléctricas" en el país. También se buscará normatizar el formato para el cobro de la electricidad que usarán los autos en las bocas de los surtidores, así como la cantidad y las zonas donde podrán ser colocados.