El consumo de vinos en la Argentina continúa en retroceso, tendencia explicada principalmente por la caída observada en la base de la pirámide, donde se concentran los productos de más bajo precio.

Según datos del Observatorio Vitivinícola, entre enero y septiembre la contracción fue del 5% respecto del mismo período del año anterior. 

Sin embargo, una categoría de vinos continúa creciendo a paso firme: la de los rosados.

Con 29 millones de litros despachados al mercado interno durante los nueve primeros meses, acumulan un alza del 23%. 

Si bien el volumen todavía es pequeño, las cifras confirman que en la Argentina cada vez se toma más vino rosado. 

En este contexto, iProfesional recomienda siete etiquetas (algunas clásicas, otras recién llegadas a las góndolas) que vale la pena tener en la heladera. 

A tomar nota... 

Doña Paula Rosé de Malbec 2017 – Bodega Doña Paula – Precio sugerido: $210 

Se trata del último lanzamiento de la bodega, comandada enológicamente por Marcos Fernández. Este ejemplar, elaborado con uvas provenientes de su finca propia de Ugarteche, en Luján de Cuyo, fue pensado desde el viñedo y, para lograr una buen acidez natural, las uvas fueron cosechadas siete semanas antes que los Malbec destinados a tintos. El resultado es un rosado que ofrece fruta fresca y una pátina levemente floral en nariz. En boca ataca seco, con una acidez masticable, intensa y persistente. No flaquea, tiene buen volumen y esto lo convierte en un buen ladero para la gastronomía. 

Vuelá Pinot Gris Rosado 2017 – Bodega Piedra Negra – Precio sugerido: $225  

Cuando salió al mercado se convirtió en uno de los pioneros en la Argentina de lo que hoy es tendencia: la búsqueda de rosados de colores más tenues y apagados y menos "fosforescentes". Añada tras añada, mantiene el estilo y ese perfil de fruta roja fresca y crujiente, delicado y etéreo. En boca es amplio y de buen volumen pero de recorrido seco y más bien corto, pero nunca fugaz. La frescura es excelente, bien palpable, pero integrada armónicamente. Uno de los grandes rosados argentinos y a un precio más que conveniente. 

Terroir Unico Pinot Noir Rosé 2017 – Bodega Zorzal – Precio sugerido: $215 

Hay rosados unidimensionales y otros que muestran otras facetas. Este es el caso de este rosado que, además de las típicas frutas rojas, tiene una expresión floral marcada y estridente que le imprime una mayor complejidad. En boca es un ejemplar de pulso seco, con una acidez que va in crescendo. Tiene esa frescura filosa que estira el final. En Buenos Aires se consigue en la vinoteca Grand Cru, especializada en vinos de alta gama. 

Mantra Pinot Noir 2017 – Bodega Secreto Patagónico – Precio sugerido: $280

Es el último lanzamiento de la bodega emplazada en San Patricio del Chañar, en Neuquén. En medio de la tendencia de la industria, que apuesta por bajarle más y más el nivel al color, este rosado va por el camino contrario. Y ya desde la copa va mostrando su perfil, con aromas intensos y profundos a fruta roja. En boca muestra buen volumen y peso, corriendo por el andarivel del medio entre los ejemplares secos y los sucrosos. Por sus características, se puede convertir en un buen ladero para el arranque de un asado y acompañar desde mollejas hasta un corte de matambrito de cerdo.  

Esprit de Mediterranee Rosé 2015 – Bodega Château de Berne – Precio sugerido: $324

Fresco y delicado, esta etiqueta se convierte en  una puerta de entrada a los clásicos rosados de Provence, la región francesa a la que desde hace un tiempo miran las bodegas argentinas, que buscan colores más tenues y paso más seco. Desde la copa promete con su color salmón pálido. Su paleta ofrece aromas francos y puros, dominados por las frutas rojas. Al paladar presenta paso equilibrado, con una linda frescura pero sin sobreactuaciones. De esos rosados llamados para ser bebidos a la tardecita. Se consigue en la vinoteca Grand Cru, especializada en vinos de alta gama. 

Andeluna 1.300 Rosé Malbec 2017 – Bodega Andeluna - Precio sugerido: $245

Se trata de un rosado de color más delicado y tenue del que venía ofreciendo la bodega en añadas anteriores. Es evidente la búsqueda de un "estilo Provence”. En nariz, es un rosado un poco atípico, lo cual lo hace más intrigante. Hay que olvidarse de la bomba de fruta roja y confitada. Apenas se sirve, aparecen notas herbáceas y una punta cítrica, que recuerda al pomelo rosado. Recién cuando gana algo de temperatura aparece algo de fruta roja. En boca muestra pulso bien seco y acidez casi filosa. Deja un recuerdo a fruta pero más dominado por los cítricos que por las cerezas o las frutillas. Eso lo vuelve un ejemplar que se despega de lo común. Un rosado de Malbec con espíritu de blanco.