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Los certificados de obra pública podrán negociarse en el mercado de capitales
23/11/2017 - 17:14hs

Con el Programa de Participación Público-Privada de fondo, el massismo negoció con el Gobierno un artículo en la Ley de Financiamiento Productivo. Se trata de aquel que habilita que los certificados de obra pública sean, finalmente, un título ejecutivo que tenga oferta pública en el mercado de capitales.

Así se desprende de un artículo nuevo que logró el Frente Renovador en el Congreso y que acordó con el oficialismo para aprobarlo dentro de la Ley de Mercado de Capitales, que deberá reglamentar la CNV.

La idea es que el inversor pueda comprar un certificado de obra pública como puede comprar un cheque de pago diferido en el mercado de capitales, informó El Cronista.

El objetivo es que las constructoras puedan descargar estos certificados en el mercado en lugar de tener que hacerlo en bancos, financieras o cuevas, cuyas tasas de descuento son más elevadas.

Esto repercutirá en menores costos para las constructoras y también servirá para poder transparentar la operatoria.

“Hay muchos casos, incluso, en los que estos certificados de obra tienen garantías internacionales, que puede ser el banco Mundial que garantiza la Autopista de Puerto Madero, por ejemplo. La idea es meter un instrumento nuevo en el mercado de capitales, donde de última lo ponés en pantalla y ves la oferta que tiene”, explicó una fuente conocedora de los tejes y manejos en el Congreso.

“Pero esto acaba de salir a último momento, por lo que tiene un solo artículo dentro de la Ley de Financiamiento Productivo, mientras la factura PyME tiene 40 artículos, para tener runa idea”, añadió el informante.

La opción está destinada a las constructoras que tienen obras estatales con garantía y no tienen dónde descargar estos certificados, que son como una promesa de que le van a pagar, como si se tratara de un pagaré, comunicó El Cronista.

El certificado representa el futuro pago que le hará el Gobierno, una suerte de cheque que le dan a la constructora para avalar que le pagarán la obra.

Hoy, con un posible 24% de inflación, la cuestión es si pagarán dentro de un mes o de seis meses. El instrumento está pensado para una economía con una inflación de un dígito.