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En su indagatoria ante el juez Lijo y el fiscal Di Lello, el ex titular de la AFIP admitió dos reuniones en 2010 con el entonces ministro de Economía
13/12/2017 - 01:00hs

Siendo ministro de Economía, Amado Boudou se reunió dos veces en el 2010 con el entonces titular de la AFIP, Ricardo Echegaray: le pidió ayuda para que la imprenta Ciccone Calcográfica pudiera levantar una quiebra que le había pedido el organismo recaudador -lo que efectivamente pasó- y permitió que esa empresa gráfica estratégica pudiera ser adquirida por la sociedad The Old Fund, que la Justicia le atribuye ahora al ex vice.

Además, Boudou le dijo personalmente a Echegaray que la compañía gráfica necesitaba entrar en una moratoria para poder pagar su deuda millonaria con el fisco.

Le dijo que si tenía alguna duda sobre el tema no dudara en consultarlo. Y que a partir de entonces, tras los dos encuentros, él le avisó que quien seguiría esta trama sería su jefe de gabinete en Economía, Guido Forcieri.

Quien “denunció” este interés personal y total de Boudou en el “rescate” financiero de la imprenta de dinero, fue el propio Echegaray. Lo hizo ante la Justicia el 28 de noviembre, cuando amplió su indagatoria en el marco de uno de los expedientes “conexos” de la causa Ciccone, según señala Clarín.

“Recuerdo aproximadamente dos reuniones con el ministro de Economía que tuvieron lugar en la AFIP”, le afirmó Echegaray al fiscal Jorge Di Lello cuando éste le preguntó sobre una nota que este ex funcionario le había mandado a Boudou donde le pedía que le dé su opinión -que sería “determinante”- respecto al otorgamiento de un plan de pagos de deuda fiscal para Ciccone cuando ya estaba bajo control de The Old Fund.

Aunque Echegaray no lo admitió jamás en público, es evidente que estaba en conocimiento de que ese negocio despertaba un singular interés de Boudou. Y prefirió que esa situación quede asentada en un escrito.

Respecto a las reuniones con Boudou, Echegaray contó detalles como éste: “el ministro de Economía expresó que si tuviéramos alguna duda sobre cómo resolver la situación con el criterio más amplio, le efectuáramos una consulta que él iba a responder”.

En la etapa de instrucción del caso Ciccone, la justicia le atribuyó a Boudou haber sido el dueño “oculto” de esa planta gráfica. Hoy está siendo juzgado junto a otros protagonistas de esta historia, por un tribunal oral. El ex vice es acusado por coimas y negociaciones incompatibles con la función pública.

En esa indagatoria de fines de noviembre, Echegaray no solo reveló lo que jura fueron dos reuniones que mantuvo con Boudou por el tema Ciccone. También contó que el socio del ex vice, el millonario súbito José María Núñez Carmona, visitó la AFIP como representante de la ANSES, un organismo del que no era empleado: Echegaray explicitó que el mejor amigo de Boudou encabezó en una oficina de la AFIP una reunión para ofrecerle al departamento de sistemas de ese organismo las “terminales de autoconsulta” que tenía “la ANSES”, conocidas “como Arturito”.

Los dichos de Echegaray sobre ese punto describen a Núñez Carmona como muy interesado en un negocio de un ente estatal del que no era empleado formal, el ANSES, pero que sí había sido presidido por Boudou antes de llegar a Economía.

En su nueva presentación ante la Justicia, Echegaray se declaró inocente de haber cometido cualquier delito respecto a beneficios impositivos que la AFIP le dio a Ciccone-The Old Fund, y pidió su sobreseimiento.

El ex titular de la AFIP había sido indagado en uno de los expedientes “conexos” al de Ciccone. Fue citado por la Justicia otra vez tras las declaraciones del flamante arrepentido, Alejandro Vandenbroele, acusado de ser “prestanombres” de Boudou.