En una señal de endurecimiento, el gremio de Camionero que lidera Hugo Moyano redujo este viernes el servicio de recolección de residuos, una medida que podría extenderse en las próximas horas a las ramas de combustible y caudales, con el desabastecimiento de cajeros y estaciones de servicio.

Las medidas de fuerza son en reclamo del bono de fin de año que reclama el sindicato, pero también se enmarcan en el conflicto con el Gobierno que esta semana escaló con el supuesto levantamiento del secreto bancario sobre las empresas que maneja la mujer de Moyano.

En ese escenario, los recolectores de residuos trabajan a reglamento desde este viernes a la madrugada. Esto implica que los trabajadores no están obligados a correr durante su jornada de 8 horas, ya que el convenio no lo contempla. El resultado es una reducción de los servicios.

La medida tendrá su mayor impacto el fin de semana, ya que al haber un servicio reducido y sin horas extra se acumulará la basura en los contenedores, una situación que ya empezó a registrarse en algunas esquinas de la ciudad de Buenos Aires.

Pero el impacto más fuerte podría llegar en las próximas horas si finalmente se suma la rama de combustible y caudales, que se encuentran en estado de asamblea. De confirmar su apoyo, se vería comprometido el abastecimiento de nafta a las estaciones de servicio y de dinero a los cajeros.

"Si sale caudales y combustibles, por ahí mañana te deja sin un 75% de combustible, porque los camioneros no hacen horas extra ni trabajan a pleno, entonces empieza a faltar combustible, y lo mismo ocurre con los caudales", explicaron desde el sindicato de Camioneros.

En un comunicado, el gremio informó que "la rama de recolección de residuos se encuentra trabajando a reglamento ya que nunca encontró respuesta al cobro del bono de fin de año y en las próximas horas se sumarían las ramas de combustible y caudales".

Por estas horas, el camionero avanza en la organización de la protesta del próximo miércoles, en la que espera la participación de más de 250.000 personas. Estarán los movimientos sociales, las dos CTA y la izquierda, una movida que dejó a la CGT al borde de la fractura.

Como parte de su estrategia de aislar al camionero, el Gobierno profundizó las diferencias al interior de la central obrera con su acercamiento al ala dialoguista, integrada por los "gordos" e "independientes".

La promesa de fondos para las obras sociales y el guiño para negociar sumas extra en la letra chica de las paritarias facilitó la deserción de los gremios más importantes de la CGT. En los últimos días se sumó a la lista el gastronómico Luis Barrionuevo, que finalmente bajó de la marcha.

Pese a las medidas preventivas del macrismo, se espera la participación en la protesta de seccionales pertenecientes a gremios de la CGT que rechazaron la convocatoria. Ese es el caso de la UTA zona norte y Morón, como la UOM de Campana.