El fabricante automovilístico alemán BMW, que agrupa las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, tuvo en 2017 un beneficio neto de 8.706 millones de euros (alrededor de u$s10.700 millones), un 26 % más, tras la reforma fiscal en EE.UU.

BMW informó hoy de que los impuestos sobre los beneficios bajaron a 1.949 millones de euros, frente a los 2.755 millones de euros en 2016, tras la reducción del impuesto de sociedades en EE.UU. del 35% al 21% a partir de enero de este año y que hay que aplicar a los impuestos diferidos.

La valoración de los impuestos sobre los beneficios diferidos tuvo en 2017 un efecto positivo por valor de 977 millones de euros.

El beneficio operativo mejoró el pasado ejercicio un 5,3% (9.880 millones de euros) y la facturación creció un 4,8% (98.678 millones de euros).

"Hemos tenido el ejercicio económico de más éxito de nuestra historia y hemos logrado en 2017 cifras récord de facturación y beneficio por octava vez consecutiva", dijo el presidente de BMW, Harald Krüger. Las entregas subieron en 2017 un 4,1% a 2.463.526 unidades.