En los últimos 15 años la Presión Tributaria Efectiva Provincial transitó una senda ascendente, al pasar del 3,8% en 2003 al 5,6% en 2017. En particular, entre 2015 y 2017 aumentó 0,2 puntos porcentuales (p.p.) del producto, señala un flamante informe del IARAF.

Estructuralmente, los tributos provinciales se encuentran fuertemente ligados a la actividad económica. En consecuencia, durante la recesión experimentada en el año 2016 la Presión Tributaria Efectiva Provincial cayó en relación a 2015, y volvió a crecer junto a la reactivación económica observada en el año 2017.

El estudio por componentes de la Recaudación Provincial señala que Sellos fue el tributo que más aportó al crecimiento de la Presión Tributaria Efectiva Provincial entre 2015 y 2017. Explicó el 47,1% de la variación en todo el periodo y avanzó 0,12 p.p.

Automotores e Inmobiliario crecieron 0,05 p.p. y 0,04 p.p., respectivamente. En conjunto, representaron el 37,3% del avance de la Presión Tributaria Efectiva Provincial entre 2015 y 2017.

El impuesto a los Ingresos Brutos representa la principal fuente de ingresos provinciales. Consiste en un tributo procíclico que responde en gran medida al nivel de actividad económica. A pesar de ello, se observa que en el año 2017 avanzó 0,03 p.p. en relación a 2015 y significó el 11,8% del crecimiento de la Presión Tributaria Efectiva Provincial en dicho bienio.

Desagregando el análisis, la baja de la Presión Tributaria Efectiva Provincial en 2016 con respecto a 2015 se explicó principalmente por la merma de Ingresos Brutos (-0,12p.p.), mientras  que el crecimiento interanual en 2017 fue a causa de que Sellos, Automotores e Inmobiliario (+0,22 p.p. en conjunto) acompañaron el aumento de Ingresos Brutos (+0,15 p.p.).

Vale recordar que dentro de los sectores que impulsaron el crecimiento económico en 2017, la construcción y el servicio inmobiliario se encuentran dentro de los que más crecieron con respecto a 2016 y el patentamiento de autos registró una suba equivalente al 26,9%.