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A un mes de la devaluación, ¿los argentinos gastan más o menos con sus tarjetas de crédito en el exterior?

A un mes de la corrida cambiaria y el salto del dólar, ¿los argentinos gastan más o menos con sus tarjetas de crédito fuera del paí­s?
05/06/2018 - 04:28hs
A un mes de la devaluación, ¿los argentinos gastan más o menos con sus tarjetas de crédito en el exterior?

Es uno de los agujeros por los que más dólares se van de la economía y, por eso mismo, está bajo la atenta mirada de los funcionarios macristas. 

En 2017, por la cuenta de viajes y turismo al exterior se fueron más de u$s12.000 millones. Restando las divisas que ingresaron, el déficit terminó siendo superior a los u$s10.600 millones. 

Y, para este 2018, tanto empresarios del sector como analistas venían pronosticando que el macrismo debía resignarse a tener que soportar un nuevo déficit histórico. Papers de algunas consultoras llegaron a barajar cifras superiores a los u$s13.000 millones

La tendencia parecía ser irreversible. Y estaba todo dado como para que la balanza turística toque una nueva marca récord. 

Pero, apenas el calendario indicó la llegada de mayo, se produjo un cambio de escenario, de la mano de la variable más sensible para el sector: el tipo de cambio. 

El primer día hábil de mayo el dólar pasó la barrera de los $21 y de allí se encaminó con firmeza hacia los $25.

Así, el salto que experimentó la divisa en apenas 30 días llevó a que la devaluación acumulada durante 2018 trepara a un nivel del 35%, al menos 10 puntos por encima de la evolución que tuvieron las remuneraciones en los últimos doce meses. 

En este contexto en el que los precios para hacer turismo en el exterior comenzaron a ajustarse al alza, los empresarios del sector anticipaban que se iba a producir una desaceleración de la demanda de paquetes y tickets aéreos. 

A un mes del inicio de la corrida cambiaria y del salto del billete verde, ¿en qué medida terminó afectando a la salida de argentinos y al ritmo de gastos con tarjeta

Al analizar los datos de los saldos por compras con plásticos en moneda extranjera se observa que a lo largo de mayo, la cifra promedió los u$s557 millones, con una leve tendencia declinante durante las últimas tres jornadas. 

Esto implicó una cifra prácticamente similar a la del mismo mes de 2017 -con una suba de apenas 0,3%-, cuando el uso de tarjetas había generado un saldo de u$s555 millones. 

El amesetamiento que están mostrando los gastos con plásticos fuera del país adquiere relevancia si se tiene en cuenta que justo el año pasado, es decir en mayo de 2017, la tasa de crecimiento había sido de un explosivo 57% respecto de mayo de 2016. 

Al analizar el nivel acumulado durante los primeros cinco meses del año, también queda de manifiesto cómo el turismo internacional ha ido perdiendo dinamismo: entre enero y mayo de este año, el saldo promedio por "tarjeteo" en dólares viene creciendo a una tasa menor al 8%, mientras que en igual lapso de 2017 la tasa era de un impactante 45% (ver cuadro). 

"Veníamos de un primer trimestre que fue muy bueno. Luego empezó a sentirse un poco la desaceleración y mayo fue bastante flojo para la industria en general por una suma de varios factores", apuntó Martín Romano, country manager de la agencia española Atrápalo. 

"En primer lugar, la devaluación implicó una suba de los precios en pesos", apuntó. 

En efecto, según tarifas del mercado provistas por una agencia, los valores de los paquetes y vuelos para viajar en temporada baja sufrieron un salto de hasta el 45% el último año, medido en pesos: 

-Contratar en mayo de 2017 un paquete a Riviera Maya con tickets aéreos, traslados y estadía durante 7 noches en un hotel all inclusive tenía un valor de $37.000 por persona. 

-En la actualidad, ese mismo paquete se ofrece por un valor de $49.900, lo que implicó una suba del 35%.

-La misma agencia promocionaba el año pasado un tour por Europa (incluyendo ciudades de España, Francia, Italia y Alemania) por $56.960. 

-Ahora, esa misma propuesta se comercializa a casi $77.100, también un 35% por encima del precio del año pasado. 

-En el caso de los pasajes aéreos, en mayo de 2017 se podían conseguir vuelos a Lima, por fuera de las ofertas, a $8.290. 

-Ahora, la tarifa regular promedia los $12.000, lo que significa un salto del 45%. 

La desaceleración de los gastos con tarjeta responde no sólo a que es más caro viajar –medido en pesos- sino que también ir de shopping o comer en un restaurante fuera del país ahora demanda una mayor proporción de los ingresos, así como la compra de productos a través de páginas de Internet desde la Argentina. 

No es un tema menor dado que, de cada u$s100 que se gastan con plásticos en moneda extranjera

-u$s15 corresponden a gastos realizados de manera online. Esto incluye desde el pago de la suscripción a Netflix como compras vía sistema "puerta a puerta" en páginas chinas. 

-u$s34 se van en concepto de compras de argentinos realizadas "in situ" en comercios fuera del país (indumentaria, electrónica y supermercados son los tres principales rubros).

-u$s51 restantes obedecen al "tarjeteo" de servicios turísticos en el lugar de destino, como el pago de hoteles, entradas a eventos o transporte.

Al encarecimiento general del turismo internacional, Romano sumó otro factor clave que siempre suele jugar en contra de la actividad: la incertidumbre

"Hubo interesados que, al no saber qué iba a pasar con el dólar, prefirieron no avanzar con la compra", apuntó. 

El directivo sumó otras razones, como la entrada en vigencia del "efecto Mundial", que hizo que más argentinos ocuparan el saldo de su tarjeta con la compra de televisores. 

Sumadas todas estas variables, el "feeling" de Romano es que el sector terminó operando en mayo con una baja de la demanda cercana al 15%. 

En paralelo, el director de una reconocida agencia y ex miembro de la asociación de viajes y turismo afirmó que la devaluación, si bien fue importante, no alcanzará para revertir el fuerte déficit: "Se espera una contracción, es cierto. Pero tampoco liquidó el negocio. Un dólar a $25 es menos atractivo para viajar pero hay una masa crítica de argentinos que seguirá prefiriendo el turismo internacional". 

"En estos momentos estamos operando cerca de un 20% por debajo respecto del año pasado. Igual estamos en un buen nivel si comparamos contra los niveles de 2016 o 2015. Además, venimos del cimbronazo de mayo. Siempre que hay volatilidad e incertidumbre se suele contraer un poco la contratación de paquetes", apuntó. 

En paralelo, Fabricio Di Giambattista, titular de la Federación de Viajes y Turismo, coincidió al señalar que "cuando se produce este tipo de ruidos, es normal que baje un poco la demanda. Pero en la medida en que se estabilice la variable cambiaria, esto debería normalizarse". 

Romano comparte esta visión: "Si la divisa se mantiene entre los $25 y los $26, entonces en cerca de dos meses el sector debería volver a recuperar ritmo". 

Preocupación por el financiamiento Desde Atrápalo advirtieron que tanto o más preocupante que la suba de las tarifas en pesos son los cambios en las condiciones de financiamiento, el principal "anabólico" que motoriza a la actividad. 

"La mayoría de los argentinos que viaja al exterior trata de cerrar la compra a doce meses y, en lo posible, en cuotas sin interés", planteó Romano. 

Esto es posible gracias a los acuerdos entre las agencias, los bancos y las emisoras de tarjetas de crédito. 

Sin embargo, el directivo advirtió que ya se evidencian movimientos más conservadores: "Arrancó junio y vimos que algunos convenios no se renovaron. Otros sí pero con menos cuotas, mientras que hubo entidades que prefirieron mantener las condiciones. Es exactamente lo que pasó en el arranque de 2016, tras la devaluación", apuntó el directivo. 

"La realidad es que las cuotas son importantes para darle impulso al sector, pero con la suba de tasas y con la inflación actual, es difícil pensar que volverán las 18 cuotas sin interés. Por eso es que vemos en el financiamiento un posible motivo de enfriamiento", acotó. 

¿Vendrán más visitantes? La devaluación, además de provocar el encarecimiento del turismo en el exterior, generó otro efecto, que para los economistas es positivo: el abaratamiento de los servicios locales

Según la consultora Radar, la industria asociada a los viajes en el mercado interno vienen mostrando números positivos: en 2017, la cantidad de viajeros hospedados en el país había subido casi 8%, en tanto que en los dos primeros meses del año este indicador siguió en alza, aunque a una tasa más baja, menor al 2%. 

"La suba del tipo de cambio podría alentar la llegada de extranjeros y, al mismo tiempo, desincentivar el turismo emisivo. Sin embargo, el 70% del movimiento es interno, por lo que el principal motor de la actividad es la demanda proveniente de residentes argentinos", plantearon desde la consultora. 

Que se incremente la llegada de visitantes del exterior es clave para equilibrar la balanza, que el año pasado fue deficitaria en más de u$s10.600 millones. 

Sin embargo, Di Giambattista consideró que "para que el nuevo tipo de cambio se vea plasmado en un mayor número de visitantes del exterior, va a llevar un tiempo, no es tan automático". 

Además, desde Radar consideraron que "la potencial suba por el abaratamiento relativo del turismo local debido a la suba del tipo de cambio no llegará a compensar el impacto negativo de la caída del poder adquisitivo, tal como sucedió en 2014 y 2016". 

"Por lo tanto, la actividad turística seguramente exhiba malos resultados durante los próximos meses", concluyeron.